EL PECADO DE GÓMEZ MORIN Manuel Gómez Morin fue galardonado, post mortem, con la Medalla Belisario Domínguez en la Cámara de Senadores. Gómez Morin fue un mexicano excepcional; Director de la Escuela de Jurisprudencia, primer gobernador del Banco de México, Rector de la UNAM, miembro de la generación de 1915 o los siete sabios junto con Alfonso Caso, Vicente Lombardo Toledano, Antonio Castro Leal, Jesús Moreno Baca, Teófilo Olea y Leyva y Alberto Vásquez del Mercado, fundador de la Sociedad de conciertos, funcionario de la Secretaría de Hacienda y representante legal de la Embajada Soviética. Doctor Honoris Causa por la UNAM. Un hombre comprometido con un México moderno, ordenado, de leyes, con responsabilidad social y alto sentido patriótico. Pero su pecado fue estar del otro lado del sistema, fundar un partido político de oposición -a pesar de haber sido un hombre del propio sistema- y, al colocarse en la otra orilla del espectro político sufrió el olvido que se ganan los desterrados y los vencidos a lo largo de la historia. Él, junto con Adolfo de la Huerta estuvieron a punto de ser borrados de la historia y atados a una roca como a Prometeo por el sacrilegio de cuestionar al dios de retablo civil que muere y resucita cada seis años. Hoy, las vueltas del hado le han devuelto su papel en la historia, un papel que pretendió ser desechado por priístas y perredistas en otro tiempo y un papel que los panistas de hoy han desonrado y olvidado.
Posted on: Thu, 07 Nov 2013 18:35:29 +0000