ERASMO Y LA VIOLENCIA DE GÉNERO ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Dijo el señor que tenía al lado tomando café, mientras secaba cuidadosamente una gota de líquido marrón que había iniciado un recorrido incierto por su barba. Mucho, querido amigo -dije yo- las becas Erasmus sirven para que nuestros jóvenes salgan de casa y se aireen por esos lugares de Europa, y obtengan unas vivencias impagables que luego repercuten en la sociedad haciéndola más abierta, tolerante y dinámica, pues bien, hoy se ha anunciado que las recortan, por lo que muchos de esos alegres veinteañeros tendrán que regresar, y con ello, se habrá incumplido el objetivo de que nuestra sociedad sea un poco menos cañí y panderetera. ¿Y?- dijo mi contertulio, con ojos en los que se reflejaba la impaciencia tras sus gruesas gafas- ¿Y la violencia de género que sitio tiene en todo esto?- inquirió mientras depositaba la taza de café ya vacía, haciendo tambalearse el platito con un breve tintineo. Pues muy sencillo -contesté sin levantar la vista del periódico gratuito que gentilmente cedía el dueño del bar a sus parroquianos- mientras los jóvenes regresan cabizbajos, una legión de expertos acuden a Madrid al Congreso Internacional contra la Violencia de Género. Y a estos, a saber, hay que pagarles la estancia, la comida (que incluye desayuno y cena claro), sus dietas (a mayores), los pasajes, los taxis y probablemente las copas y las visitas guiadas. Y por supuesto no creo que vengan gratis. Y esta marabunda de gente experta que viene, seguramente en el mismo avión que muchos Erasmus, sólo que en business pagado por usted y por mí ¿Va a solucionar algo? - NO creo -reconoció mi amigo mientras recogía el cambio que la camarera había depositado en el mostrador. - Pues eso tiene que ver...
Posted on: Tue, 05 Nov 2013 13:29:31 +0000
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