ESTE FAN ES OTRO SUERTUDO!! ****ENCUENTRO CASUAL**** Les voy a - TopicsExpress



          

ESTE FAN ES OTRO SUERTUDO!! ****ENCUENTRO CASUAL**** Les voy a confesar algo que me sucedió durante el fin de semana pasado. Fue un fin de semana muy especial por que tuve la fortuna de encontrarme casualmente con una ex-compañera de mis tiempos de escuela. Hay por acá un centro comercial muy popular donde, sin dificultad, podrías encontrarte a alguien conocido y, para mi fortuna, me encontré en una tienda de libros y discos a esta mujer tan linda. La reconocí cuando la vi de lejos por que, desde siempre, ha quedado grabado en mi memoria lo levantadito que tiene el culito y esa forma tan cachonda como se mueve cuando usa esos pantalones apretaditos. La observé unos momentos para asegurarme de que no estuviera acompañada y, después de comprobarlo, me acerque por detrás y le dije: "Hola, chaparrita!". Volteó medio sorprendida y me regaló una enorme sonrisa, de inmediato me abrazó y me dio un besito en la mejilla. Pero no fue un beso cualquiera de esos de compromiso. Fue un beso que me erizó la piel por que me besó justo en la comisura de los labios mientras me abrazaba con fuerza repegando todo su cuerpecito calientito al mío. Esa forma de abrazar me puso a mi en guardia y me dio esperanzas de algo mas. Salimos de allí platicando de mil cosas. Ella me tomó del brazo y, como en los pasillos del centro comercial había mucha gente, los roces de nuestros cuerpos eran obligados. Ella, además de su pantalón pegadito llevaba una blusita que le llegaba al ombligo y pegado al cuerpo que delineaba perfectamente la redondéz de sus tetas. Todo esto lo veía a través de un generoso escote. Seguimos por los pasillos sin rumbo fijo y sin despegarnos y poco a poco nuestras charlas se iban acercando al asunto de cómo nos gustábamos y como ambos nos habíamos quedado con las ganas de tenernos. Al llegar a ese punto la recargué en el la puerta de uno de los establecimientos cerrados y, tomándole por las mejillas le planté un beso con mordisco que ella correspondió acariciando mis labios con su lengua. Nos separamos y mirándola a los ojos le dije: “sabes que se me antoja en este momento” a lo que ella contestó sin dejar de mirarme a los ojos y sonreír “lo mismo que a mi?”. No fue necesario decir mas. La besé nuevamente y esta ves recorrí el interior de su boca con mi lengua para asegurarme de que ambos deseábamos lo mismo. Ella correspondió con la misma intensidad. Salimos a prisa del centro comercial y nos subimos a mi auto. En lo que salimos del estacionamiento nos besamos y nos hicimos caricias atrevidas. Ella se acercó lo mas posible a mi y con manos ágiles acariciaba mi verga que ya estaba tan dura que hasta me dolía. En el trayecto hacia el hotel nos dijimos cosas cachondas y sucias. Yo le dije que siempre me había excitado imaginármela desnuda acostada de espaldas sobre la cama y con las piernas abiertas mientras yo le metía un dedo en la panochita y le lamía su clítoris par hacerla gemir. Ella me decía que, a pesar de que tenía novio, siempre que se masturbaba lo hacia imaginando que ella se arrodillaba frente a mi y con sus dos mantas me agarraba la verga para dirigirla al fondo de su garganta. Llegamos al hotelito en cuestión y me apresuré a pagar por que ya me urgía hacer realidad todas esas cosas que durante muchos años solo imaginamos. Estacioné el auto, corrí la cortina que está dispuesta para no ser visto y le abrí la portezuela. Para mi sorpresa ella ya se había quitado la blusita y dejaba a mi merced ese suculento par de tetas que me apresuré a chupar, morder y lamer. Así estuvimos unos segundos hasta que escuchamos que en la cochera siguiente estaba estacionando otra pareja afortunada. Nos metimos de prisa a la habitación y en cuestión de segundos ya estábamos los dos completamente desnudos. Sin dejar de besar su boquita, la llevé hasta la cama y la acosté. Le coloqué una almohada bajo su cabeza para que disfrutara del espectáculo y, tomándola por los tobillos, subí sus piernas para dejar a mi merced su panochita rasurada con unos labios protuberantes que ya brillaban de humedad. La cabeza de mi verga estaba amoratada de las ganas que tenia de clavarse en esas carnes ricas y húmedas de su panochita, pero antes de eso tenía que hacer realidad mis deseo de coger, besar y chupar de esos labios calientitos y jugosos. Recorrí sus pantorrillas con el dorso de mis manos hasta dejarlas justo en el dobles e las rodillas y empuje sus muslos hasta que tocaban sus tetas agitadas. Me hinqué a la orilla de la cama y, sin dejar de mirar su carita sudorosa por la excitación comencé a recorrer los lados de su panochita con la punta de mi lengua dejando una marca de saliva que se confundía con sus propios jugos vaginales. Mmmmhhh!!! Delicioso!!!!! Ella solo cerro los ojitos, arqueó la espalda y gimió despaciiiito. Mis mejillas acariciaban la suavidad de sus muslos y mi lengua no hacia mas que delinear los alrededores de su panochita jugosa y abierta. Después de unos momentos de esa suave tortura, ella con sus manitas dirigió mi cabeza y la acomodó de tal manera que con todo lo ancho de mi lengua abarcaba su panocha. Lanzó un suspiro y gimió con fuerza cuando sintió como lentamente mi lengua subía sin piedad separando sus labios hasta tocar la base de su clítoris. Me detuve allí unos momentos y ella me jalaba con fuerza de los cabellos. Cerré mis labios alrededor de su clítoris y succione con delicadeza. Fue allí cuando ella lanzó su primer gemido de placer intenso y estalló en la cima de un orgasmo prolongado. Sus muslos se apretaban en mi rostro y mi cara se llenaba de esa sustancia pegajosita y saladita de sus líquidos mientras a mis oídos solo llegaba su respiración agitada. Desde allí entre sus muslos podía ver como su vientre se estremecía en espasmos cada vez menos intensos. De pronto abrió sus ojitos y me miró por entre sus pestañas mientras me jalaba hacia ella. Me dijo que eso le había encantado y que ahora le tocaba a ella darse el gusto. Sabía a que se refería. Me paré junto a la cama con la verga endurecida al aire y ella se arrodilló delante de mi. Acarició mis nalgas con una mano mientras que con la otra rodeaba el tronco de mi verga sin dejar de mirarme y sonreír. De pronto, con ambas manos tomo mi palo y, abriendo su boquita a mas no poder, poco a poco mi carne endurecida se fue perdiendo en su interior hasta que solo la base de mi ronco se asomaba. Aaaahhh! Que rico! El calor de su boquita invadía la cabeza de mi verga y yo me estremecía. Ella cerró sus labios y muy lentamente se fue sacando la verga de la boca mientras acariciaba mis huevos y, junto al llegar a la cabecita, apretó con mas fuerza y succionó logrando que el placer hiciera que mis piernas temblaran. Repitió la dosis varias veces hasta que se me hizo necesario detenerla para no acabar en su boca. No era que yo no quisiera, pero no al menos en ese momento. La acomodé nuevamente sobre la cama, de rodillas y ofreciéndome las nalgas. Puso su carita en la sábana y con sus manos pequeñas separó sus nalgas arqueando su espalda y dejando ante mis ojos el espectáculo de su culito y su panochita. Duré solo unos segundos extasiado con esa visión y de inmediato acomodé mi verga en el canal de sus nalgas sintiendo su calor. La sujeté por las caderas y la jalé hacia mi para restregar mi palo una y otra vez. Momentos después son sus manitas ella sujetó mi verga y la acomodó justo en la entrada de su panocha. Empujé un poco y solo la puntita de mi verga se acomodó en las delicadas y cálidas carnes de su intimidad. Me detuve allí para verla y pude darme cuenta como se llevaba un dedo a la boca y lo chupaba. Jale un poco mas de sus caderas y, sin dificultad, la mita de mi verga se perdió en su interior. Mmmhhh! Era una sensación increíble la de su vagina contrayéndose sobre mi palo como si lo estuviera chupando. Aaahhh! Eso es delicioso!!. Sin poder resistirlo mas le dejé ir el resto restregando mi cuerpo contra sus nalgas brillosas por su sudor y el mío. Coloqué mis manos en sus caderas pero ella misma controlaba el movimiento de vaivén. Una y otra vez sus hermosas nalgas chocaban con mi cuerpo. Una y otra vez sus nalgas se retiraban y dejaban asomar casi toda mi verga para después tragársela con su panochita golosa. Extendí mis manos por debajo de su cuerpo hasta alcanzar sus tetas y le pellizqué los pezones y disfruté la sensación de sus tetas en mis manos. Sin sacársela, la jale hacia mi acariciando sus pechos y alcanzando a morder su orejita mientras le decía cosas sucias como, “eres toda una puta, mi reina!” “ Te gusta ser mi puta?” “Quieres mas verga?” a lo que ella contestaba entre quejidos “Dame mas, papacito! Me encanta como me ensartas con tu palo! Soy tu puta y puedes hacer de mi lo que quieras”. Jamás hubiera imaginado en mis años de escuela que de aquella boquita tan deseada pudieran salir esas expresiones. Me tenía gratamente sorprendido. Se dejó caer nuevamente sobre la cama y yo la sujeté por los brazos para jalarla con furia hacia mi. Mi cuerpo vibraba por la enorme sensación de placer. Mis gemidos se entrecortaban por el golpeteo de mi cuerpo caliente contra el de ella.. Así duramos unos minutos y en el último empujón, la solté, con lo que mi verga quedó al aire brilloso por sus jugos vaginales y ella quedó sobre su vientre sobre las sábanas revueltas. Con pereza se dio la vuelta quedando sobre su espalda y flexionó las piernas separándolas tenia un dedo índice entre los dientes y con la otra mano se acariciaba la panochita de manera invitadora. Me arrodillé y me coloque entre sus piernas. La sujeté por los tobillos y, con ternura, me metí a la boca los deditos de su pié izquierdo. Los chupé uno a uno mientras ella se seguía acariciando. Hice lo mismo con el otro pié mientras que con la punta de mi verga acariciaba su panocha jugosa. Dejé de acariciar sus pies y coloqué una almohada debajo de sus caderas. Empujé sus piernas hasta que sus rodillas estaban a la altura de sus mejillas. Ella sujetó sus piernas y yo con mi verga endurecida reinicie mis penetraciones. El espectáculo de su panocha caliente tragándose mi verga era incrible. Una y otra vez desaparecía en su interior y ella solo atinaba a decir cosas incomprensibles. Para intensificar su placer mis dedo pulgar estimulaba su clítoris mientras mi verga se hundía, aparecía y desaparecía en su interior. Fueron minutos casi agónicos de placer. Ella soltó sus piernas y apretaba con sus manos las sábanas, montada nuevamente en un orgasmo interminable. Coloqué su pierna derecha sobre mi hombro y aumenté el ritmo de mis penetraciones. No podía mas. En cualquier momento iba a explotar. Ella me miraba por entre su cabellera revuelta y yo le apretaba las tetas en un esfuerzo por contenerme pero, ya no pude mas. Con un profundo alarido de placer dejé escapar mis chorros de leche que inundaron su panochita tan caliente y rica. Aaaahhh! Era delicioso sentir los apretones que ella me daba con su vagina. Mmmhh! Prolongados chorros de semen salieron de mi verga dejándome exhausto. Me dejé caer sobre ella besándola y acariciando su piel sudorosa. Su respiración también era agitada y su voz temblorosa. Antes de quedarse dormida me dijo que esto no acabaría hasta allí. Que quería mas, pero que sería en otra ocasión por que tenía que llegar pronto a su casa ya que su familia la esperaba. DALE LIKE Y COMENTA!! ENVÍEN SUS CONFESIONES O FOTOS AL INBOX LA PAGINA!!! BY STEV :3
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 16:38:33 +0000

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