El Brujo V ConocÃa las debilidades del ser humano a la perfección, pues era uno de ellos, mas no sucumbÃa ante nada, su notable intelecto, lo habÃa llevado mas allá que cualquiera, su vida transcurrÃa lenta y solitariamente alejado en una pequeña casucha a orillas de un rió, en aquel lejano poblado, que tiempo atrás era visitado frecuentemente por decenas de jóvenes que al igual que el buscaban el conocimiento, filosofÃa, astrologÃa, matemáticas, los dominaba a la perfección, mas el quiso ir mas allá, recurriendo a antiguas enseñanzas de ancianos maestros, quienes en su juventud le hablaron de un ser mitológico, fuente de conocimiento y sabidurÃa, el brujo busco en todas las disciplinas por haber, aprendió de lo no evidente, de lo oculto, entonces en su afán de conocimiento, se aisló del mundo, las gentes le temieron y condenaron en silencio, mas no fue sentenciado a muerte, por el gran trabajo de maestro que en esos tiempos pasados habÃa prestado. Mas cuando un nuevo soberano subió al trono, persiguió con ira y dureza, a todo aquel que según su punto de vista se alejase del cristianismo, paganos, herejes, brujos, fueron sentenciados a la hoguera, reprimidos con crueldad, mas el brujo sabÃa y guardo cuidado en huir. Aquella, la noche de su huida, una tormenta feroz, arreciaba el poblado, pero esto no impido, que un grupo de soldados armados a mas no poder, irrumpieran en su humilde hogar, furiosa sorpresa se llevaron entonces al darse cuenta que el brujo ya no estaba, pues muy lejos de aquel lugar, se oÃan los casquillos del veloz corcel que le alejaba a toda prisa de una muerte segura. Una vez que el brujo se percato de lo lejos que estaban los soldados, insto al caballo a disminuir la carrera, y lentamente fue adentrándose en el bosque, una vez que ya habÃa avanzado lo suficiente, bajo del corcel, y dándole unas palmadas en el grueso lomo lo dejo partir, ahora se encontraba solo, mas no temÃa, observo asombrado entonces, los gigantescos árboles que le rodeaban, las fuertes raÃces, lo exuberante de la vegetación hay reinante, como si nunca la mano del hombre hubiese alcanzado aquel paradisÃaco lugar, de pronto entre las ramas de un enorme roble, dos haladas criaturas, mayores en tamaño a simples mariposas le rozan al pasar volando detrás de su espalda, desapareciendo luego casi al instante, mas el brujo además de voltearse no se inquieto, contrario a eso como mirando un punto invisible, dijo con calma y con segura voz: no he venido a lastimaros bellos elfos, solo busco refugio,, entonces y tras decir estas palabras frente a sus propios ojos dos extraños seres de apariencia casi humana se materializaron, sus pieles eran tan pálidas que parecÃan casi verdosas, y verdes también los largos atavÃos que les cubrÃan, y aunque las sombras de los árboles les cubrÃan el rostro, fácil le fue reconocer su belleza superior, Me alegra que nos allas reconocido, dijo maldrung, eso ya demuestra en algo tu superioridad con respescto a los demas humanos, gracias por el cumplido, señor, dijo el brujo, ¿quien es tu maestro? pregunto maldrung, yo, no poseo ya maestros, dijo el brujo, aquellos que lo fueron ya perecieron y los demas, no representan mas que una mediocre cercania a aquello que yo busco ami el sueño no me ha vencido, he abierto los ojos a lo intangible, y lejos de mi cuna me he radicado, veo lo que ellos no…es por eso que en este mismo instante iracundos hombres me persiguen, quieren darme muerte pues a lo desconocido le temen, les atemoriza la verdad….entonces los elfos se le acercaron,, y le dijeron: no temas brujo,ningun humano a logrado llegar al bosque, a excepcion de los que han sido elegidos como tu, pues no es mera coincidencia, tu llegada, esta noche de luna llena, ya ha sido predicha por el, pues ya a mirado en tu corazón, y de ti nos ha hablado, conoce tus virtudes, y te protegerá, pues ha visto tu sufrimiento y tu alma es noble…¿el? Pregunto el brujo, ¿a quien os referÃs?, acompáñanos, dijeron, entonces asà los tres caminaron largo rato, hasta llegar a lo que el brujo situó como el centro del bosque, donde estupefacto alzo la vista a contemplar al mas majestuoso de los árboles, el cual se inclinaba en un extremo, en donde cuyas ramas arañaban el suelo, mas las fuertes raÃces, simulaban potentes anclas que le sujetaban al suelo pareciese por miles y miles de años mas, el brujo le observo por largo rato, luego se postro ante el besando la tierra: señor de los árboles susurraba,, el anciano..Por fin le he encontrado, entonces por un instante la tormenta pareció detenerse, convirtiéndose en suave llovizna, de pronto y lentamente aquel extremo del árbol que tocaban el suelo se levanto indicando al brujo el cual aun yacÃa arrodillado proyectando sobre el un haz de luz dorado, entonces el brujo se levanto y su aspecto era el de un joven, le habÃa rejuvenecido, entonces los dos elfos sonrieron y se le acercaron, bienvenido le dijo maldrung, el elfo.
Posted on: Mon, 16 Sep 2013 01:15:04 +0000
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