El Instructor de vuelo. (Capítulo 4….final) En la zona a 1000mts/ de altitud, me dispongo a efectuar el ejercicio programado para el alumno, ejercicio este que estaba acostumbrado a realizar; ¿Estas listo? comenzamos con la maniobra! Ya de antemano me preparo para la maniobra, (habito de mi experiencia), con los pies puesto suave en los pedales para sentir sus correcciones, paso rápidamente la mirada chequeando los parámetros de vuelo y sobre todo, la llave de combustible, en el selector del tanque izquierdo (Muy importante) para que el motor no se apague por falta del combustible, en la posición de invertido, abro las piernas para facilitar el movimiento con el “palo” y con mis dedos acaricio la empuñadura del bastón para seguir sus movimientos sin interferir en su maniobra, respiro varias veces seguidas para oxigenar mi sangre y y contrarrestar un poco las sobrecargas (G+) que debía soportar en la ejecución de la figura, al alcanzar la velocidad prevista de 200km/h, el alumno hala un poco el “bastón” y comienza con el roleo, hacia la izquierda, el morro se cae, por debajo del horizonte, es cuando presiono un poco más el pedal derecho, para corregirle y evitar que siga cayendo el morro en su roleo, al seguir girando ya su posición de casi 15 grados el morro por debajo del horizonte lo hacía algo que debía corregirse rápidamente; Ya alcanzando la posición de invertido, la equivocación, el error!! Fatal, en vez de empujar la columna de mando hacia adelante, La hala violentamente hacia atrás!!, Poniendo el avión casi 90 grados en picado!. Al invertir su corrección Mi intervención en los mandos, tenía que ser inmediata!, no se podía perder ni una centésima de segundo!! ¡Mío! Fue la señal de mi voz por el intercomunicador!!, Seguí halando rápidamente la columna de mando cada vez más fuerte, buscando el horizonte, a la vez comencé con un giro de 30 grados de banqueo, con un “chandell” para disminuir un poco las casi (6 G+), que estaba recibiendo, empezó a oscurecerse mi visión, síntoma característico de las sobrecargas, producto a que disminuyen el flujo sanguíneo al cerebro, respiro varias veces seguido para oxigenar mi sangre, y contraigo mi abdomen, y espero unos segundos la recuperación de la visión, la aguja del velocímetro estaba en la columna del indicador amarilla, 290 km/h, buscando la línea roja, solamente me faltaban 43 kms/h, para pasar su velocidad de destrucción (333 km/h), Gracias a que me había oxigenado, mi visión comenzó a restaurase en la medida que disminuían las (G+), el horizonte volvió a aparecer en mi visión! Todavía estaba unos 30 grados por debajo del horizonte; Y fijo el morro en el mismo y continuo halando para la recuperación, la velocidad comenzó a descender, 280, 270, Al centrar el morro en el horizonte Hago un semi-banqueo de 30 grados y recupero, la figura!!; esto es un viejo tuco, se hace para evita sobrecargas innecesarias en la salida de la figura! Bajo el morro al horizonte, estabilizando la velocidad de descenso y a 200 km/h, la velocidad del avión, chequeo los parámetros de vuelo, presiones y temperaturas, y compruebo los mandos, Todo estaba OK, Cuando miro al alumno estaba semi recostado al lado izquierdo del “canopy”, todavía no se había recuperado, y sus ojos miraban a un punto fijo del panel de instrumentos, el alumno desconcertado, prácticamente no sabía ¿Qué había hecho?., sus manos estaban en sus muslos, apretándolos, inconscientemente, su respiración descompensada. Ya comenzaba a recuperarse de quizás un tremendo susto!, Además de recibir su primer choque! Con (6 g+), Pasaron varios segundos y le pregunto ¿Cómo te sientes? ¡Bien!, me responde! estaba pálido, estoy seguro! Que muchos pensamientos lo abordaron, ¿Ahora me suspenden de vuelo y de la escuela?, ¿Creo que nos hubiéramos matados?, ¿Creo que no podré volar más, pues seré el hazme reír del escuadrón?, Todas estas preguntas las pude corroborar, en días pasados cuando me conto de su experiencia amarga. Pero ahí es donde está la capacidad del instructor de poder explicarle lo que paso! De poderle corregir! Y de no crear secuelas que pudieran haber sido traumáticas en su vida como piloto?, De señalar el error cometido, pausado, sin insultos, ni agravios, como si para mí como instructor, fuese una cosa normal su equivocación, sin poderle confesar que en lo más profundo de mi ser; el verdadero ¡susto que me hizo pasar! Y que gracias a mi experiencia y mi intervención rápida, no se hubiesen lamentado dos muertes y la pérdida de un avión, al parecer una ejecución sencilla que se complicó, con una equivocada respuesta del alumno. Con el tiempo este alumno fue aventajado, esos que nosotros le llamamos (buen piloto) esos alumnos que nos hacen sentirnos importantes en sus vidas, y que con el tiempo nos sentimos orgullosos de poder decir ese fue alumno mío. Este alumno con el tiempo se convirtió en un gran piloto y llego a integrar un escuadrón de cazas de combate de MIG-23, en una base aerea; Estoy seguro que nunca se olvidó de ese momento, Tan rápido y tan fugas de apenas unos segundos, que lo forjo en su camino al cielo. Yo tampoco lo olvide!, y permanece en mis recuerdos como instructor! Final de parte de mis experiencias…………..
Posted on: Sun, 11 Aug 2013 14:22:26 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015