"El aumento en las construcciones modernas no equivalen a ser una ciudad de futuro". Parto de esa frase para redactar este corto artículo debido a que me parece un poco extraño que casi nadie lo comente. Pero, ¿qué quiere decir en realidad? En 1967 el en ese entonces alcalde de Lima, Luis Bedoya Reyes, decidió poner en marcha una idea que antes había significado burla: construir la Vía Expresa del Paseo de la República. Sus opositores rápidamente atacaron la idea, decían que Lima no poseía un alto mercado automotriz como para necesitar una Vía Expresa. Consideraban que era un verdadero desperdicio de dinero. Sin embargo, haciendo frente a las críticas, el alcalde declaró que era un proyecto a FUTURO, que proyectaba que en "la Lima del 2000" iban a necesitar vías rápidas de movilización. Pues bien, tenía razón. Su pensamiento a mediano y largo plazo fue correcto. Lima creció y la Vía Expresa fue un éxito. Pero ¿qué tiene que ver esto con la premisa que di? Pues todo. En la actualidad el sector inmobiliario viene creciendo de una manera sorprendente, sorprendentemente desordenada. Son varias las construcciones modernas que se vienen edificando en nuestra capital, pero eso no implica que nos estemos convirtiendo en una ciudad moderna. Se derrumban casonas antiguas y tradicionales para construir edificios de oficinas o departamentos; donde antes una familia poseía 3 carros entra un edificio de entre 4 y 10 (en algunos casos más) pisos lo que significa entre 24 y 60 carros en esa misma zona. Sin implementar vías de acceso, debido a que estas construcciones deben ubicarse en zonas céntricas, lo que converge es el caos vehicular. No se está pensando a mediano ni, mucho menos, a largo plazo. Por lo tanto Lima no es una ciudad del futuro, sino simplemente una ciudad con construcciones modernas.
Posted on: Sat, 17 Aug 2013 19:19:43 +0000
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