El cártel de la salsa de tomate La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia tiene indicios de que existe en Uruguay una especie de cártel de la salsa de tomate. Una investigación de la Comisión encontró evidencia de que existe un acuerdo para limitar la producción de la versión más económica de salsa de tomate para evitar que ese mercado crezca y le quite espacio a productos de mayor calidad más lucrativos para las empresas. Según confirmó a No toquen nada Javier Gomensoro, comisionado de Promoción y Defensa de la Competencia, la Comisión investigó a partir de un arrepentido, un empresario que participaba del cártel. Los nombres de las empresas involucradas fueron publicados el pasado miércoles por el diario El País. Gomensoro dijo que las empresas mencionadas (las firmas Barraca Deambrosi, Gibur, Domingo Ghelfa -Pontevedra-, Vulcania y Pancini) son las involucradas pero no pudo decir si hay alguna más. Además, explicó que la investigación viene desde 2010 pero que hace poco se notificó a las empresas para que hagan sus descargos. También destacó que en este momento existen elementos de convicción para la Comisión de Defensa de la Competencia pero hay varias instancias por delante donde la lectura de la situación podría cambiar. “Está el mercado de todos los productos derivados del tomate y está el tetrapack, que viene dentro de una bolsa que a su vez viene dentro de una caja, y es bastante más barata”, por lo que “es el que tiene penetración en los sectores de menor poder adquisitivo”; señaló. Para tratar de ilustrar la supuesta maniobra, Gomensoro explicó una de las hipótesis que la Comisión maneja sobre la actitud de las empresas. “Una hipótesis de trabajo para este favorecimiento es decir: este mercado que no crezca, vamos a tenerlo acotado y todos los productores de este producto lo tengamos frenado, que no tenga mayor penetración en el mercado, para que se venda el otro, que es donde hacemos la ganancia”. Gomensoro confirmó que la investigación comenzó a partir de la denuncia de un empresario que se presentó ante la Comisión como participante del cártel. “Recibimos a nuestras oficinas a un titular de una empresa que manifestaba que formó parte de una organización, que se conoce como un cártel, solicitando el amparo a un programa de clemencia que está previsto en la ley uruguaya, que implica que uno de los que integre este tipo de organización, si se arrepiente, quiere salir y aporta los elementos de prueba necesarios (…) pueda solicitar una exoneración del castigo que hay previsto”, señaló. El comisionado dijo que el avance de la investigación fue lento y difícil porque todos los actores consultados negaron la existencia del cártel. De todas formas la Comisión logró reunir elementos que lo llevaron a la etapa actual de la investigación en la que las empresas fueron informadas sobre el proyecto de resolución elaborado y están dentro del período previsto para presentar sus descargos. “Lo que tuvo más solidez para poder aproximar a una confirmación de que esto ocurría son los informes técnicos relacionados a la evolución de los precios, la forma en la cual el mercado se comportó, el tema de esa imprenta y la posibilidad de que hubiera economías de escala o no, con el ir a una única imprenta todas las empresas”, señaló. “Esto de la imprenta sería una forma de poder controlar la producción de acuerdo a la cantidad de cajas que mandaba a hacer cada empresa”, explicó.
Posted on: Fri, 15 Nov 2013 11:10:05 +0000
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