El hijo de Manuel “Nolucho” Narváez, mi colega del Liceo Juan Bautista Arismendi y de Doris Silva de Narváez, mi amigo José Manuel, que también es hermano de dos hermanos que tengo en La Asunción, Manuel y Rafael, los hijos de Chemane y Lourdes. Ese José Manuel Narváez Silva al que tanto adoraron Nohemí, Nelson “El Mocho” Suniaga, Omar, El Negro, El Flaco y toda la familia. De muy pequeño fue José Manuel un amante del deporte y en su infancia se dio integro en los terrenos de la isla en defensa de los colores de la Escuela “Arévalo Aguiar” de la cual formó filas para dejar sembrado su nombre como una de las mejores piezas de la época de oro de esta reconocida escuela asuntina de la tradición de la Ciudad del deporte asuntino. Paralelamente a sus estudios José Manuel se graduó de TSU en Administración y engranó el equipo de softbol de la UDO bajo la batuta de José “Chucheco” Carreño y junto a figuras como Vidal Morales, Faustino Luna y otros grandes del softbol insular a quienes acompañó en muchos “Juvines” universitarios donde con su bate y su guante hizo sentir el orgullo margariteño. Pero José Manuel que se casó con la asuntina Jessica Suniaga Chacón que fue el amor de su vida tuvo una bella hija de nombre Luisa Narváez Suniaga que fue su reina y su orgullo siempre. La vida de José Manuel como se le conoció por nombre en el deporte y en La Calle Ruiz de sus amores estuvo vinculada al deporte como la pasión de su vida y desarrolló un potencial increible en el deporte de la net alta para representar a Nueva Esparta en juegos nacionales de la mano de sus entrenadores Doris Marval y su padrino Víctor Prieto. También jugó baloncesto en la Cancha “Mata Illas” de donde le nació la pasión por el deporte de los tapones y las clavadas. Esa emoción del baloncesto que se vivió en Margarita con los cinco campeonatos seguidos de Guaiqueríes y con la pasión que puso en La Asunción el boom de “Montañeros”, el más imbatible equipo de Margarita que bajo la DT de Amalio “Potoco” Romero tejió redes de triunfos en el baloncesto amateur regional, sembraron el amor que José Manuel le tuvo al baloncesto insular. No se quedó el hijo de Nolucho solo en el juego sino que cuando ya no tuvo opción de desarrollar su potencialidad para este juego se enroló con los muchachos de La Asunción en el Círculo de Árbitros que por momentos coordinó “Chipi chipi” Figueroa, árbitro FIBA para la época y donde desarrollo potencialidades como estadístico que lo llevaron a estar 8 años con Guaiqueríes de Margarita y 2 años con Espartanos. Es que sabía el oficio hasta el punto que nadie le pudo roncar en la cueva a la hora de anotar cada una de las facetas del juego y tan importantes para los estrategas del deporte de los gigantes. Pero José Manuel Narváez no descuidó el deporte y junto a sus padres y su hermana Magdoris formó parte de la legión de colaboradores del Club “Paloapiques” del cual fue uno de sus grandes orgullos y por el cual peleó siempre. Fue Coordinador de los Juegos Asuntinos en baloncesto, bolas criollas, baloncesto y dominó, donde recibió reconocimiento por su labor en la vida deportiva asuntina. Laboró como Instructor de Educación Física en la UEE “José Concepción Salcedo” de Los Cerritos y su último trabajo fue de Administrador del Consejo de Protección de Arismendi. Ahora queda sola la cancha del Gimnasio “Ciudad de La Asunción” y ya no desfilará más José Manuel con los Guaiqueríes al camerino, ni llevará más las estadísticas, pero dejó entre quienes fuimos sus amigos un profundo dolor y la satisfacción de haber compartido con él algún momento de su vida. Adiós José Manuel que Dios te acoja en su reino porque seguirás colgado de alguna estrella mostrando tu Don de gente y tus rasgos de ser humano especial. Te llevas tu sonrisa y ese silencio de caballero de la vida. Prof. Manuel Avila. - See more at: deportesmargarita/perfiles/adios-a-jose-manuel/#sthash.JfTeB5ts.dpuf
Posted on: Thu, 05 Sep 2013 18:38:42 +0000
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