El nombre del maquinista es Francisco José Garzón Amo. Se escribirá, se dirá y mucho sobre él. Cada 25 de julio, mientras yo viva, me acordaré que este individuo hirió y mató a muchos viajeros; en un tren logro de las técnicas más modernas. El profesional que lo conducía, no estaba concentrado en su labor. Presumía en su ámbito social de alardes solo achacables a los idealistas del cine o las películas, y a los imbéciles. Salió vivo del accidente, pero agoniza víctima de sus propias fantasías, y su final está dictado. Pero quedan aún muchos personajes haciéndose pasar por profesionales, conduciendo trenes, autobuses, pilotando aviones, diseñando puentes, etc. Cuando uno es profesional, de lo que sea, debe estar atento cada décima de segundo durante su tarea, a lo que tiene que hacer. No distraerse con sms, whassaps, otras manifestaciones y no entretenerse con conversaciones que desvíen su atención. Las normas están para cumplirlas, y las señales para ser vistas y entenderlas. En esté accidente, o en el de Ávila(autobús) y en cualquier otro; serían muchas las vidas que se hubieran salvado, solo con ser profesional. Y los costes sociales y económicos que nos ahorraríamos. Pero sobre todo los disgustos y penas que causamos a tanta gente. Solo con cumplir como profesionales, cuanto mejor nos iría. Seguirán los accidentes, y siempre habrá la disculpa del fallo humano. Yo nací para vivir y dejar vivir, no para matar o ser víctima. Defiendo a los profesionales auténticos, no los que cobran por profesión.
Posted on: Sat, 27 Jul 2013 22:24:03 +0000
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