En un tiempo, en algún momento, en cierto pensamiento creyó que era un hada. La realidad le pesó tanto que su mundo interno ocasionó una coalición de sentimientos que crearon su personalidad efímera. Pero conoció a un elfo y un ser de luz, también a un conejo, que debido a los estupefacientes nunca dejaba de saltar, siempre haciéndolo y en un mismo lugar. Era un hada sin magia, sin alas y sin polvo mágico más que una sustancia creadora de sonrisas, más que la decadencia de su hermosa figura, que se marchita entre cada calada, entre cada sorbo de su ser impregnado de deseo y pasión por el volverlo hacer. Orlando Sedgwick Ken Davien Ale Gutiérrez Cisneros Alezzita Haro
Posted on: Fri, 25 Oct 2013 04:10:39 +0000
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