Esta última semana he estado instalado -como mucho de ustedes- en las mesitas del MIC brindando información acerca de los padrones electorales y solucionando alguna que otra duda que la gente tuviera acerca de la fiscalización de los comicios, de cómo se realiza un corte de boleta y etcéteras varios. Me llamó la atención la gran cantidad de personas que me comentaron que estaban cansados de las agresiones y de las campañas políticas sucias. Por eso me causa bastante indignación la pintada en el Conservatorio de Música. A finales de la década de 1830, Esteban Echeverría describía en "El matadero" (texto fundacional y fundamental de nuestra literatura) como la intolerancia se convertía en un rasgo característico de argentinidad. Se vuelve angustioso comprobar que ese rasgo aparece y resucita a través de nuestra historia bajo diversos trajes y disfraces. Y es que tenemos una facilidad tan enorme para dividirnos que algunas veces asusta... Ojalá podamos construir una ciudad sin pisotear, insultar, menospreciar o difamar a los que no piensan/son/sienten/creen como uno. Pero ya lo sé, soy el mismo iluso de siempre. (Por favor, no profundizar en le significado de iluso, ja)
Posted on: Mon, 22 Jul 2013 04:04:55 +0000
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