FIESTA DE LOS HOMBRES FELICES Celebrando la fiesta de todos los santos, la Iglesia celebra el triunfo de los hombres y mujeres más felices; de quienes lo son en el grado más alto y para siempre. Es la fiesta de los bienaventurados, de los que en su paso por este mundo no perdieron la ruta y apuntaron siempre hacia la meta del cielo. La fiesta de los que ya se encuentran en esa condición de gozo infinito de la comunión con Dios. De esas personas que ahora están en plenitud de gozo contemplando a Dios cara a cara, no hay que pensar que en el mundo hayan sido infelices. Aunque seguramente tuvieron problemas que afrontar, situaciones dolorosas que sufrir, incomprensiones que soportar..., ninguna adversidad los doblegó. Sufrimiento y felicidad son cosas muy distintas, pero no se contraponen: se puede ser dichosos aun en medio de circunstancias adversas. Ellos fueron felices también en la tierra, porque en Dios tenían puesta su confianza y en Dios hallaron fortaleza y consuelo; fueron misericordiosos y encontraron misericordia: trabajaron por la paz y alcanzaron la paz definitiva; fueron limpios de corazón y merecieron ver a Dios. El número de los que ya alcanzaron el premio eterno es ilimitado. Entre ellos están muchos de nuestros seres queridos. El vidente del Apocalipsis contempló una muchedumbre inmensa que nadie puede contar... . La solemnidad de hoy: Esta solemnidad nos representa visualmente a toda la multitud de los redimidos, para descubrimos el destino que nos espera también a nosotros, peregrinos. Es, además un motivo para hacemos conscientes de nuestra solidaridad con todos aquellos que nos han precedido en el mundo del espíritu. Todos ellos, que viven frente a Dios, son nuestros intercesores, que dan impulso a nuestra vida.
Posted on: Fri, 01 Nov 2013 04:04:30 +0000
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