FORMULACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES Profesora: Adriana Amarfil - TopicsExpress



          

FORMULACIÓN DE PROYECTOS SOCIALES Profesora: Adriana Amarfil ¿Qué es un proyecto? Comencemos por definir qué es un proyecto. Todo proyecto tiene una visión de futuro, implica la decisión y voluntad de querer cambiar algo de la realidad. Esto quiere decir que los proyectos son los medios para concretar una idea, son el trayecto que recorremos desde que queremos llevar a la práctica una iniciativa hasta que la vemos realizada. Normalmente se plasma en un papel para que todos tengamos una referencia de esta idea y, de esta forma, el proyecto se convierte en un mapa que nos indica cómo llegar a nuestro destino. Escribir un proyecto nos ayuda a planificar, a pensar en lo que vamos a realizar, qué queremos lograr, y en cómo vamos a conseguir que esa iniciativa se concrete. Casi sin darnos cuenta solemos planificar y proyectar frecuentemente en nuestra vida cotidiana. Existen distintos tipos de proyectos, como los proyectos vida, cuando pensamos en qué queremos hacer durante los próximos años, proyectos de construcción, de educación, etcétera. En este caso, profundizaremos en lo que se denominan proyectos sociales y que se caracterizan por contener los siguientes elementos: • Resumen ejecutivo • Justificación • Objetivos general y específicos • Beneficiarios • Plan de trabajo • Resultados esperados • Cronograma • Monitoreo y evaluación • Plan de comunicación • Presupuesto • Equipo de trabajo • Experiencia previa Estos elementos conformarán la estructura de un proyecto y también lo que se denomina propuesta. El ciclo de vida de un proyecto El ciclo de vida de un proyecto tiene cuatro fases: identificación, formulación, ejecución y seguimiento y evaluación. * Etapa de identificación La primera etapa es la menos formalizada del ciclo. Es el momento de gestación del proyecto y está orientado a sentar sus bases. Básicamente se trata de identificar los problemas que han de resolverse y las oportunidades que pueden aprovecharse. Supone madurar la idea de aquello que se puede, se desea y es necesario hacer. Algunas preguntas que se intenta responder en esta etapa son: ¿qué sucede?, ¿por qué sucede?, ¿a quiénes y cómo afecta?, ¿cómo se puede solucionar?. * Etapa de formulación En base a la idea planteada en la fase anterior, en esta etapa se intenta formalizar y organizar la información del proceso de identificación, estableciendo: la justificación, los objetivos, el plan de trabajo, los plazos, los recursos, los beneficiarios y los responsables, entre otros aspectos. En esta etapa se responde a preguntas como: ¿qué queremos hacer?, ¿cómo pretendemos realizarlo?, ¿a quién se dirige la acción?, ¿por qué y para qué actuar?, ¿con quién, dónde, cuándo y con qué recursos? Toda esta información se plasma en un documento al que comúnmente se denomina propuesta. Es como una especie de guía para la acción y constituye un elemento de comunicación indispensable entre las distintas personas u organizaciones involucradas en el proyecto. * Etapa de ejecución y seguimiento La etapa de ejecución supone el momento de llevar a la práctica lo planificado en las etapas anteriores para transformar determinada realidad. Los márgenes de maniobra dependerán de la calidad, consistencia y pertinencia de la formulación del proyecto. Es importante destacar que es necesario tener cierta flexibilidad en la ejecución, para evitar la rigidez en la aplicación del proyecto diseñado. Para ello es conveniente contar con un sistema de seguimiento, que busque la atención y análisis permanente de la ejecución. Así, el sistema permitirá conocer la evolución del proyecto y, en caso de requerirse, introducir a tiempo los cambios necesarios. * Etapa de evaluación La evaluación es la fase en la que se aprecia y valora el conjunto de las intervenciones realizadas en la ejecución. Para una buena evaluación es necesario contar con un sistema de recopilación, tratamiento y análisis de información. Por eso, la evaluación se apoya en gran medida en el proceso de seguimiento. La justificación ¿Por qué lo hacemos? La justificación es el primer paso en la formulación de todo proyecto y consiste en identificar y presentar el problema que queremos modificar y establecer por qué nuestra intervención particular contribuirá a solucionar la problemática detectada. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA: Cuando definimos un problema podemos pensar en la distancia o brecha que existe entre una situación dada y una situación deseada. La mejor forma de caracterizarlo es a través de la detección de sus causas y consecuencias y una de las formas más comunes para hacerlo es a través de un árbol de problemas, que es una técnica que se utiliza para entender y analizar mejor el problema y se explica a continuación: El árbol de problemas es una técnica que sirve para entender una problemática y consiste en elaborar un diagrama que encadena las causas y efectos en torno al problema central detectado. Además, nos permite detectar sobre qué causas uno puede intervenir y, sobre esta base, poder desarrollar mejor la intervención del proyecto. * ¿Cómo elaborar un árbol de problemas? 1. En primer lugar, se debe identificar el problema central, de modo que sea lo suficientemente concreto para facilitar la búsqueda de soluciones. Uno de los errores más comunes en la especificación del problema consiste en expresarlo como la negación o falta de algo. En vez de ello, el problema debe plantearse de tal forma que permita encontrar diferentes posibilidades de solución. Ejemplo de un problema mal formulado Falta de programas de educación inicial. Ejemplo de un problema correctamente formulado Bajo rendimiento de los niños y niñas en los primeros años de educación primaria El primer problema conduce de antemano hacia una única solución: implementar programas de educación inicial. En cambio, el segundo ejemplo permiten una amplia gama de posibilidades de solución, como la utilización de diversas estrategias para elevar el rendimiento de los niños y niñas en educación primaria. 2. Luego de haber definido el problema central motivo del proyecto, se deben determinar tanto las causas que lo generan como los efectos negativos que éste produce, para luego interrelacionar de una manera gráfica a estos tres componentes. 2.1 Comenzamos preguntándonos: “¿Por qué se ha producido este problema?”. Identificamos los factores que ocasionan el problema y tendremos las causas. Deben escribirse utilizando frases cortas y palabras que sean claras, simples y concretas. Como se observa en el árbol de la página 12, las causas más directas del problema se ubican en las celdas de la primera línea y en las líneas subsiguientes se van ubicando las causas de las causas directas. De esta manera se buscan las conexiones entre las causas que producen el problema central y se obtiene una explicación multicausal. 2.2 Una vez identificadas las causas, pasamos a la detección de los efectos o consecuencias del problema central. Así se ubican en la primera línea los efectos más directos y luego avanzando para arriba se colocan los efectos de los efectos, imitando lo realizado con las causas. Una técnica adecuada para determinar las causas y efectos, una vez definido el problema central, es la lluvia de ideas. Esta técnica consiste en hacer un listado de todas las posibles causas y efectos del problema que surjan luego de haber realizado un diagnóstico sobre la situación que se quiere ayudar a resolver. Luego de ello, se procederá a depurar esta lista inicial para finalmente organizar y jerarquizar cada uno de sus componentes bajo una interrelación causa-efecto. Pasos para armar un árbol de problemas PASO 1. Identificar los principales problemas relacionados con la situación que se quiere cambiar. PASO 2. Formular en pocas palabras el problema central PASO 3. Anotar las causas más directas del problema central PASO 4. Avanzar hacia abajo preguntándose por las causas de las causas PASO 5. Anotar los efectos directos provocados por el problema central PASO 6. Avanzar hacia arriba preguntándose por los efectos de los efectos PASO 7. Revisar el esquema completo y verificar las relaciones causales DELIMITACIÓN: Además, se debe presentar información para brindar contornos bien definidos que permitan pensar en cómo se lo debe abordar. Para ello, es necesario establecer algunas determinaciones del problema, como ser datos de: • El espacio al que está circunscrito (ámbito geográfico o localización). • La población afectada y sus principales características (demográficas, socioeconómicas, etcétera) • La realidad política, social y cultural del lugar. • El tiempo al que se refiere (período). NECESIDAD DEL PROYECTO: Un problema siempre nos indica que existe una necesidad. La necesidad surge cuando se constata la distancia entre la situación actual y la deseada que constituyen el problema, y representa lo que se requiere para cerrar dicha brecha, es decir, la solución. ¿ ? Además, debemos señalar cómo y por qué nuestro proyecto es la mejor forma de solucionar el problema y exponer el interés del equipo de trabajo por llevarlo adelante y sus cualidades para lograrlo. A continuación se encuentra un ejemplo de justificación de un proyecto que se formuló para el Municipio de Lucinda, provincia de La Pampa, y que te ayudará a entender más los conceptos presentados en este capítulo. Interpretando el árbol de problemas elaborado para el Municipio de Lucinda, y haciendo hincapié en las causas redondeadas, en las cuales se va a intervenir, se podría plantear la siguiente justificación: El Municipio de Lucinda está ubicado en la provincia de La Pampa, a 60 km de Santa Rosa y tiene 60.000 habitantes. Amplios sectores de la población viven en situación de pobreza, con bajos ingresos, acceso inadecuado a servicios básicos (agua potable, luz, gas) y en viviendas precarias. Uno de los problemas principales que aqueja a la población del Municipio de Lucinda es el alto índice de contaminación ambiental. Esto genera un aumento de las enfermedades respiratorias e intestinales en la población. A la vez, esto produce en la población infanto-juvenil un incremento del ausentismo escolar, lo que provoca bajos rendimientos y repitencia y, muchas veces, deserción escolar. Por otra parte, el aumento de las enfermedades en toda la población aumenta considerablemente los costos que tiene que afrontar el sistema público de salud y, en casos de escasez de recursos, ello implica un deterioro de la calidad y el acceso a los servicios de salud. Todo ello impacta negativamente en la calidad de vida de la población del Municipio. El alto grado de contaminación que presenta el Municipio tiene varias causas. En primer lugar, se observa un inadecuado tratamiento de la basura por parte de los vecinos, quienes arrojan los residuos en terrenos baldíos y en el arroyo Lucinda. Esto se debe principalmente a la falta de educación en temas ambientales, producto de la escasa información que brinda el Municipio, quien no considera que el tema sea lo suficientemente importante como para realizar alguna campaña de concientización. Por otra parte, existe un altísimo nivel de polución debido a las actividades fabriles que desarrolla la curtiembre La Pampeana, que los organismos de control de la provincia no monitorean debidamente. A esto se suma que el Municipio no tiene una infraestructura y servicios adecuados para el tratamiento de la basura y los desechos. Por ejemplo, sufre de escasez de camiones recolectores de basura. Esta situación llevó a que varias organizaciones comunitarias que venían trabajando con la población de Lucinda nos uniéramos para realizar el proyecto que expondremos a continuación. Nuestras actividades estarán centradas en la educación y concientización ciudadana, y en buscar que el Municipio asuma un rol más activo en el tratamiento y resolución de esta problemática. Creemos que de esta forma se realizará un abordaje integral del problema, atacando sus diferentes causas. Los Objetivos ¿Qué queremos lograr? Los objetivos son el elemento fundamental de un proyecto porque nos indican su destino, lo que queremos conseguir con él. Una buena formulación de los objetivos, tanto de los generales como de los específicos, facilita enormemente la realización del resto del proyecto, ya que guían todas nuestras acciones. Tanto las actividades, como el tiempo y los recursos que se les asignen, deberán estar en sintonía con los objetivos. Sólo de esta forma se arribará a una solución del problema planteado. Normalmente se distinguen dos tipos de objetivos y es muy importante poder diferenciarlos bien: Analicemos este ejemplo y veamos qué sucede cuando no se formulan objetivos específicos: Esto suele suceder cuando no se plantean los objetivos específicos y sólo se plantea el objetivo general, que como su nombre lo indica es muy general. Entonces, el diseño del proyecto o la propuesta debe contar con objetivos específicos para que no haya lugar interpretaciones erradas de lo que se intenta alcanzar. Estos deben ser medibles, realizables, realistas y limitados en tiempo. Objetivo general: suele ser uno sólo y representa lo que queremos conseguir, el propósito central del proyecto y la solución del problema que se ha identificado. El inconveniente es que un objetivo de este tipo es, como su nombre lo indica, demasiado general y, en muchos casos, es muy difícil de alcanzar si no se especifican metas parciales. Objetivos específicos: se derivan del objetivo general y representan los pasos intermedios para lograrlo. A través de estos objetivos podrán establecerse las metas que definirán cuantitativamente los pasos intermedios (qué, cuánto y en qué tiempo). Por ello, son más cuantificables y verificables que el objetivo general. Características principales de los objetivos específicos: Específico: claros sobre qué, dónde, cuándo y cómo va a cambiar la situación. Medible: que sea posible cuantificar los cambios y beneficios. Realizable: que sea factible de lograr, teniendo en cuenta los recursos y las capacidades a disposición de la comunidad. Realista: que sea viable obtener el nivel de cambio reflejado en el objetivo. Limitado en el tiempo: estableciendo un período de tiempo en el que se debe completar cada uno de ellos. Beneficiarios ¿Para quién? Los beneficiarios son las personas que serán favorecidas por los efectos producidos por la intervención del proyecto. Siempre es bueno distinguir dos tipos de grupos beneficiarios: Beneficiarios directos: son aquellas personas, grupos u organizaciones a quienes está destinada la propuesta. Son el grupo de personas, o la comunidad, el barrio o localidad, el sector social, la ONG, etcétera, que padecen el problema y que serán involucrados y afectados sin mediaciones, por la aplicación del proyecto. Por ejemplo: En el caso de tratarse de un curso de capacitación de promotores de salud, quienes asistan y reciban la capacitación serán los beneficiarios directos. Beneficiarios indirectos: son aquellas personas, sectores de la población, grupos u organizaciones, en los que repercute la mejoría de la población que directamente se benefició con las acciones del proyecto. Siguiendo el ejemplo anterior: Aquellos que reciban los beneficios de las acciones realizadas por los promotores capacitados serán los beneficiarios indirectos. Identificar claramente a ambos grupos de beneficiarios nos permitirá pensar acciones adecuadas y, además, nos dará la oportunidad de dimensionar la envergadura del proyecto, tanto como evaluar el impacto, una vez finalizado. En este sentido, cuanta más información sea posible reunir acerca de los beneficiarios, mayores serán las posibilidades de realizar acciones eficientes y eficaces. Plan de trabajo ¿Cómo conseguirlo? Una vez establecidos los objetivos, deberemos elaborar un plan de actividades para su cumplimiento. Dicho plan detallará todas y cada una de las acciones que deberán llevarse a cabo. Contemplarán una secuencia lógica y cronológica y tendrán coherencia directa con el objetivo general y los específicos. Este plan de actividades responderá a las preguntas: ¿cuándo?, ¿cómo? y ¿en cuánto tiempo lograremos los objetivos planteados? Esto que escrito suena fácil es una tarea complicada, ya que existen diversas metodologías y multitud de técnicas para elegir, todas ellas válidas. Valorar cuál es la que mejor se adapta a nuestro proyecto, planificar su ejecución, dotarlas de los recursos necesarios en los momentos oportunos, etcétera, no es fácil; y tendremos que invertir mucho tiempo para diseñar sólidamente esta parte del proyecto. Las actividades Como se mencionó anteriormente, las actividades deberán corresponderse con los objetivos planteados. Debe analizarse si con los resultados de su ejecución se logra avanzar hacia los objetivos. Es probable que para lograr cada uno de los objetivos específicos del proyecto sea necesario desarrollar varias actividades que deberán ser identificadas y descriptas de antemano. En los proyectos participativos se debe considerar que las actividades sean realizadas con la intervención de distintos sectores, quienes asumirán diversas funciones y responsabilidades de acuerdo con sus características o competencias, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, que la distribución de actividades debe facilitar el proceso de Metodología Relacionado con las actividades, hay un elemento que no siempre se incluye en los proyectos y es el método, que responde a la pregunta: ¿cómo?. En algunos casos, especialmente en aquellos en los que la forma en la que se realiza la acción ayuda o entorpece el logro de los objetivos del proyecto, es fundamental describir con claridad el método que se utilizará. Por ejemplo, cuando se trata de actividades educativas, es importante aclarar si se trabajará en forma de taller, si será una capacitación a partir de una experiencia, etcétera. Resultados esperados De cada una de las actividades que se desprenden de los objetivos específicos, se esperan determinados resultados y es muy importante definirlos de antemano para poder evaluar su cumplimiento. Metas del Proyecto: Las metas operacionalizan los objetivos específicos; estableciendo cuánto, cuándo, dónde, a quiénes y para quién se realizarán éstos, de modo que las actividades y acciones correspondientes puedan ser claramente establecidas; permitiendo determinar el nivel y composición de los insumos, las actividades que es preciso emprender y la modalidad de las operaciones para realizar dichas actividades. Una meta debe reunir 4 características: •Precisa: Estar enunciada en términos concretos, utilizando un lenguaje directo y que eviten conceptos vagos o ambiguos. •Cantidad: Contener criterios de cantidad, los que podrán ser medidos por medio de un cierto número de indicadores. •Temporalidad: Alcanzando en un espacio de tiempo predeterminado, preferiblemente mes de inicio y mes de finalización. •Coherente: Tener una relación directa con el objetivo de que forma parte. Al igual que los objetivos, las metas también tienen que ser realistas y alcanzables con los medios disponibles. Normalmente a cada objetivo, corresponde una o varias metas. Existe una notoria tendencia a formular metas con criterios cuantitativos, sin establecer parámetros para medir su calidad. Cuando esto ocurre, es casi seguro que no se está resolviendo integralmente la situación problemática que origina el proyecto. Ejemplo de Meta: Formar en las Técnicas del abc, a 500 jóvenes voluntarios para ser alfabetizadores a nivel nacional, entre los meses de marzo a junio de 2007. Nota: Al ser elaborados las metas del proyecto (cantidad, espacio, cualidad y temporalidad), éstos deben guardar relación con los objetivos específicos del proyecto. Cronograma: ¿Cuándo lo hacemos? Es uno de los aspectos que determina el éxito o fracaso de un buen proyecto. Tenemos definido los objetivos de manera clara y precisa, sabemos qué actividades necesitamos realizar para cumplir esos objetivos, y cuáles son los apoyos necesarios para llevarlos a cabo. Esto no nos sirve de nada si no contamos con una planificación de la duración de cada una de las fases del proyecto. Una vez determinadas las actividades y ordenadas secuencialmente, se las puede presentar gráficamente en un cronograma: en las columnas se ubican las unidades de tiempo (semanas, meses o años) y en las filas, las etapas o actividades, señalando en las cuadrículas correspondientes la ubicación de las actividades en el tiempo del proyecto. Esto nos permite organizar mejor nuestras tareas y, además, saber si los plazos se están cumpliendo, las modificaciones que debemos realizar, etcétera. Recursos Necesarios Está definido por quiénes y con qué se realizará el proyecto o estudio; es relevante considerar los recursos nuevos y los disponibles. Generalmente se clasifican en: Recursos Humanos: Presentar la cantidad de personas a ser requeridas o empleadas para la ejecución del proyecto, especificando el perfil y las funciones que desarrollarán. Debe ser clasificado de acuerdo al número de hombre-mes, que se requerirá durante la ejecución y operación del proyecto. Un hombre-mes equivale a un hombre que trabaja a jornada completa durante un mes. Esta expresión (número de hombre-mes) se refiere a la ocupación calificada, la no calificada y la no certificada. Una vez clasificada, especificar e incluir, para los servicios profesiones (172), los Términos de Referencia (TDR), y para personal transitorio (004), si son técnicos, administrativos, docentes, auxiliares, etc. Empleo Calificado: Es aquel que cumple con los requisitos mínimo para realizar de operaciones complejas, donde intervienen la iniciativa; la habilidad manual; el conocimiento técnico especializado; la capacidad de emitir juicio, así como cualidades de orden moral del trabajador, propias de una formación metódica y completa. Empleo No Certificado: Es el empleo en que se han obtenido las habilidades y destrezas propias de la ocupación, sin que éstas hayan sido logradas mediante un proceso de formación profesional o básica. Es el empleo en que se ha obtenido destrezas y habilidades, gracias a la experiencia y el talento. Empleo No Calificado: Es la ocupación que comprende escasos números de operaciones fragmentarias, simples y rutinarias, que pueden ser aprendidas en corto tiempo y no requiere capacidad de juicio ni conocimiento tecnológico, por tratarse principalmente de sencillas tareas manuales. Empleo a Requerir Cantidad Empleo Calificado XX Empleo No certificado XX Empleo No Calificado XX Recursos Materiales: Son las herramientas, equipos, instrumentos, infraestructura física, etc., necesarias para llevar acabo el proyecto. Recursos Financieros: Es fundamental e imprescindible presentar el cálculo de los costos en el presupuesto. Los dos grandes rubros son: Inversión y Costos de Operación (funcionamiento). Los gastos de funcionamiento son: servicios de luz, agua, teléfono, viáticos, materiales, mobiliario y equipos de trasporte, etc. En este acápite debe mencionar de donde provendrá la(s) fuente(s) de financiamiento, que puede ser nacional o externo. En el caso de ser nacional, el financiamiento podrá provenir del Gobierno Nacional o de la banca privada en el país. Si es externo el mismo puede ser del BID, Banco Mundial u otro organismo externo de financiamiento. Para los casos de donación, se debe señalar igualmente la fuente, y de estar condicionada señalar los términos. Monitoreo y evaluación: ¿Cómo saber si lo hemos hecho bien? El monitoreo es un examen continúo o periódico que efectúa el equipo de trabajo, de la manera en que se está ejecutando una actividad. Es una evaluación constante de las actividades realizadas que permite ajustar permanentemente el proyecto para el logro de los objetivos. El monitoreo ofrece una posibilidad de aprendizaje continuo del equipo de trabajo, a través de su propia práctica, sirviéndonos para medir, evaluar o mostrar nuestro progreso, y realizar los cambios oportunos para adecuarnos a nuestros objetivos. El objetivo del monitoreo es la detección de “pistas” sobre la marcha del proyecto. Para ello se utilizan la observación, consultas, revisión de informes y documentos, e intercambio de opiniones; recogiendo información relacionada tanto con el proyecto que se monitorea, como con los cambios que se producen en el contexto en el que éste se desarrolla. Es importante que exista un plan de monitoreo elaborado con anterioridad que defina qué información se utilizará, con qué instrumentos se recogerá dicha información y quiénes serán encargados de hacerlo. Además del monitoreo constante de las actividades pueden existir instancias de evaluación durante el transcurso de un proyecto. Generalmente, la instancia más común de evaluación es cuando concluye el proyecto. Esto se llama evaluación ex post y se concentra en los resultados obtenidos para evaluar en qué medida se alcanzaron los objetivos previstos, cuáles han sido los efectos, buscados y no buscados, de la situación inicial que se pretendía modificar Desde el momento en que se proyecta el trabajo debe plantearse claramente cómo se medirán los logros y qué aspectos tendrán importancia en la revisión y análisis del proceso que se ha llevado a cabo. Aunque la evaluación se realice al final, una vez concluida la etapa de ejecución del proyecto, se la planifica desde el inicio, cuando se formula el proyecto. * ¿Qué se evalúa? • Es importante destacar qué es el equipo de trabajo y quien decide qué se evalúa. Algunas de estas preguntas pueden ayudarte a orientar la evaluación de tu proyecto: • Sobre el grado de cumplimiento de los objetivos: • Los objetivos planteados, ¿pudieron alcanzarse? • La elección del problema, ¿fue acertada?, ¿habría sido mejor priorizar algún otro problema de la población? • ¿Qué avances u objetivos que no se habían planteado en el programa se lograron en el proceso? • ¿En qué medida mejoró la situación de la población objetivos (beneficiarios) con la implementación del proyecto? Manual para Entonces, en el momento de la formulación del proyecto, además de pensar en los objetivos, actividades, recursos, responsables, etcétera. También debemos planificar qué vamos a evaluar y de qué manera lo vamos a hacer. Sobre el equipo de trabajo: • ¿Qué aportó cada uno para el logro de los objetivos? • ¿Se cumplieron los compromisos asumidos?, ¿Cómo se sintió cada uno con sus tareas? • ¿Hubo claridad en el manejo de los recursos? Sobre el contexto en el que se desarrolló el proyecto: • ¿Qué ajustes fue necesario hacer al proyecto para aplicarlo a la realidad? • ¿Hubo integración de sectores o actores locales que no se consideraron en la formulación del proyecto? • ¿Cuáles fueron las principales dificultades para desarrollar el programa, derivadas del medio en el que se actuó? • ¿Qué aspectos de la ejecución se hicieron más fáciles gracias a las condiciones encontradas en el medio en el que se actuó? Sobre las actividades realizadas: • Las actividades previstas inicialmente, ¿se realizaron en su totalidad?, ¿se incorporaron actividades nuevas durante la ejecución del proyecto? • ¿Se respetaron los tiempos estipulados en el cronograma? • ¿Se registraron todas las actividades realizadas? • ¿Fueron suficientes los recursos estipulados? * Otras preguntas más generales que podrían orientar la evaluación son: • ¿Qué fue lo positivo y lo negativo de la experiencia realizada? • ¿Qué aprendieron los participantes en relación al diseño y ejecución del proyecto? * ¿Cómo monitoreamos y evaluamos? Para que el monitoreo y la evaluación cumplan realmente con su objetivo, la información recogida no puede ser vaga o general, sino concreta y específica. Para lograr estas características es muy importante elegir o diseñar los instrumentos más apropiados para recoger la información deseada. Para ello se utilizan los indicadores. Los indicadores representan características, propiedades o situaciones que se pueden observar y medir durante el desarrollo de un proyecto. Dan cuenta de las transformaciones que pueden haberse producido a partir del proyecto para avanzar hacia sus objetivos. De esta manera, permiten conocer y medir los cambios atribuibles a la intervención realizada. Para que sirvan a su propósito los indicadores se diseñan en relación a los objetivos que se plantearon en el proyecto y deben ser objetivos y verificables y expresarse en términos de cantidad, calidad y tiempo o plazo. Supongamos que desde la Secretaría de Acción Social del Municipio XX se decide: “Capacitar en técnicas que permitan ahorrar recursos a las familias”. En este sentido, deberán registrarse: • Número y características de las personas capacitadas. • Nuevas técnicas en que fueron capacitados los beneficiarios del proyecto: cuáles y cuántas, con qué profundidad, durante cuánto tiempo. • Cantidad de recursos que han podido ahorrar las familias con el conocimiento y manejo de estas nuevas técnicas. • Grado de satisfacción de las personas capacitadas respecto al curso que realizaron.
Posted on: Thu, 01 Aug 2013 23:32:34 +0000

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