GRANDES FILÓSOFOS MARTIN HEIDEGGER Estamos ante el filósofo más influyente del siglo XX, el alemán Martin Heidegger. Su filosofía rescata de la esterilidad al más abstracto de los temas que se pueden encontrar en la filosofía: el ser. El potente trabajo intelectual de este pensador incursionó en ese tema que puede señalarlo todo y, en un principio, parece por su enormidad, sólo una futil tentativa de decir algo. Pero Heidegger pudo sentar con él las raíces de la utilidad y, si se quiere, el beneficio de pensar acerca de ello. Sein und Zeit, son las tres palabras que dan una pequeña y potente luz acerca de la obra de Heidegger. Por supuesto, parece muy ambicioso querer definir al Ser y al Tiempo, pues es imposible petrificar a estos dos elementos dentro de un concepto. Pero a este filósofo no le intereso hacer eso, más bien su intento se dirigió hacia la conjugación de esos dos componentes. Su fórmula se resolvió en el concepto dinámico Dasein, que quiere decir algo así como “estar ahí”. La existencia y el tiempo son indisolubles, y aunque Sein und Zeit (ser y tiempo) nos pueden conducir al error de pensarlos como dos cosas que se agregan por separado, debemos considerarlas como obligadamente vinculadas y sólo lingüísticamente diferentes. El Dasein nos conduce a pensarnos como arrojados a una realidad, a una serie de circunstancias, en medio de un entorno. Estar ahí significa que no podemos pensar en nuestro ser por sí mismo, sino en un “ser para” lo que hay alrededor. Objetos, personas, momentos conjugan a ese ser, lo modifican y son modificados por él. Esto remite un tanto a Nietzsche, y el Súperhombre que es el Señor de su entorno. Pero Heidegger no se queda en esa idea. Sin fatalidades, invita a quien quiera filosofar, a percatarse de esa situación, pues sólo así el Hombre puede apropiarse de las posibilidades de su devenir, tan diversas y al mismo tiempo limitadas. Hacer filosofía es, entonces, pensar en el Dasein que somos, en el camino al que nos exponemos en nuestro constante devenir. De Heidegger se ha cuestionado su afiliación al partido Nacionalsocialista. Siendo profesor en la Universidad de Friburgo, puesto que adquirió gracias a las recomendaciones de su mentor Edmund Husserl, en 1929. Cuando los nazis llegaron al poder, no quisieron como rector de esa universidad al rector que había, un socialdemócrata opositor a la dictadura de Hitler. Heidegger, neutro en sus opiniones políticas, fue designado como el nuevo director escolar, y al poco tiempo forzado a protestarse a favor del régimen. Sin embargo, en su dirigencia pudo comprobar que dicha membresía fue sólo de palabra, pues se negó a expulsar a estudiantes y docentes de origen hebreo, pagando por ello con la destitución. Del cuerpo filosófico de este extraordinario intelectual, se pueden reconocer tres momentos. El primero de ellos, el de la conformación de su forma de abordar la Filosofía, reflejada en “El ser y el tiempo” -del que se cuenta, estuvo inspirado por la gran filósofa política Hanna Arendt-, en donde puede verse al hombre en constante lucha para devenir en Ser. En el segundo, después de su destitución, ese camino se invierte, y es el ser el que deviene en Hombre. Muy interesante periodo, pues el pensado con anterioridad “Ser para la Muerte” cristaliza con humilidad la condición existencial humana. La Muerte, algo ineludible y en lo que no nos gusta pensar, nos proporciona los mejores motivos para reflexionar la existencia particular: somos uno de 4 elementos, el Firmamento, el Entorno, el Otro y el Yo. De ahí que la utilidad de la vida se refleje en acciones benéficas hacia la ecología, los demás y pensemos en la posibilidad de Dios. Por último, en su vejez, propuso a la Poesía como un vehículo de reconocimiento de nuestro Yo existencial. Heidegger murió alrededor de los 90 años, en 1976. youtube/watch?v=cctK3in_HcA
Posted on: Wed, 18 Sep 2013 10:07:51 +0000
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