Grupo Reforma (El Norte) Noviembre 19 2013 Hay tres tipos de - TopicsExpress



          

Grupo Reforma (El Norte) Noviembre 19 2013 Hay tres tipos de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras... y las estadísticas. BENCHMARK / JORGE A. MELÉNDEZ RUIZ...sólo muévele al precio La frase del político británico Benjamin Disraeli es tan aplicable hoy como cuando la dijo en el siglo XIX. ¿Sabe dónde a veces se juega con números en las empresas? En presupuestos y en proyecciones para analizar proyectos. Aquí le platiqué hace poco sobre una inversión que evalué hace muchos años en un trabajo previo. Un área nueva: los números del proyecto provenían del futuro socio. Y eran demasiado buenos. Bueno, pues el Vicepresidente a cargo tuvo una novedosa idea: me da pena presentar las proyecciones a Don Fregón (el director). No las va a creer. Muévele a los precios. En fin. No por esta razón sino por otros osos (ver columna No se equivoque al pensar) el proyecto fracasó. Pero se me quedó grabado lo insulso que pueden ser los números. Si no se les respeta, no sirven para nada. En las empresas, equivocarse puede tener graves consecuencias (ver columna Basura entra, basura sale). Pero como en la política los errores quedan impunes, inventar números a conveniencia es deporte nacional. Vimos un ejemplo para Ripley en la reciente aprobación de la ley de ingresos. Las modificaciones de los diputados a la reforma cobrona de Peña terminaron por eliminar casi 56 mil millones de pesos de ingresos. ¿Acaso dijeron: le bajamos el gasto? ¡Claro que no! Lo más fácil... sólo muévele al precio. Recuperaron el 48 por ciento del faltante al ajustar dos cositas: subir el tipo de cambio de 12.6 a 12.9 pesos por dólar y el precio del petróleo, de 81 a 85 dólares por barril. Para nuestra mala suerte, una tercera estrategia fue otro golpe a nuestro bolsillo. Sin importarles que la gasolina en México ya es más cara que en Estados Unidos (EU), subieron 38 por ciento el gasolinazo mensual. Aun así, todavía les faltó encontrar 10 mil millones de pesos. Ah, pues qué burros. Si de moverle al precio se trata, ¿por qué no poner el tipo de cambio a 13.2 y el barril de petróleo a 92? Ya hablando en serio, habrá que ver qué pasa con el petróleo. El precio pudiera seguir alto, pero también bajar. Como ya hemos comentado aquí, el balance oferta-demanda ha sido alterado con la revolución shale de EU. Por ejemplo, el vecino país recientemente ajustó al alza su pronóstico de producción interna de petróleo para el 2014. ¿Sabe cuánto? ¡15.1 por ciento, casi un millón extra de barriles de petróleo diarios! Ojalá que el comportamiento de los diputados fuera la excepción, pero es la regla. Políticos de todos los niveles fallan feo en otro lugar donde los números y la precisión son vitales: los presupuestos de gastos e inversión. Ejemplos: * Rodrigo Medina prometió un gran plan de austeridad en Nuevo León. Pero en realidad gastará este año ¡29 por ciento más del presupuesto autorizado por el Congreso! La Auditoría Superior del Estado reconoce el desorden de las finanzas de Medina: anomalías por más de 14 mil millones de pesos... tan sólo en el 2012. Ah, pero el deportivo gober tiene tiempo para ir a Boston el día del juego de playoff Medias Rojas-Tigres y casualmente un día antes de que sus Jets enfrentaran a los Patriotas en un partidazo. ¡Hay prioridades! * La Ciudad Judicial en Jalisco proyectó entregarse en febrero del 2009 a un costo de 300 millones de pesos. ¿Qué pasó? La construcción se tardó seis años, se entregó con cuatro años de retraso y su costo final fue de ¡mil millones! * El Senado finalmente tuvo que admitir que su nueva sede costó 4 mil 32 millones de pesos ¿Sabe por cuánto le fallaron? ¡137 por ciento! * La presidencia de Calderón gastó 853 millones de pesos en viajes durante el año 2011. ¿El presupuesto? 298 millones... ¡gastaron casi el triple más! Es impensable que una empresa yerre en sus números por tanto. Y cuando pasa -como en la historia del inicio- los proyectos fracasan, los responsables son corridos y hasta las empresas quiebran. Pero en la política, la solución es otra: subirle a la deuda, dejarle de pagar a proveedores (llevándolos a la quiebra) o quitar recursos a otra inversión. Insisto, soy terco: no hay que tolerar estas fallitas en el sector público. Si las descubre, escríbale al funcionario o a su representante. Quéjese, hágala pública. Mándeme ejemplos de despilfarro o fallitas en los números. Con muuucho gusto las compartiré por Twitter. EN POCAS PALABRAS... Los hechos son tercos, pero las estadísticas son moldeables. Hay tres tipos de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras... y las estadísticas. La frase del político británico Benjamin Disraeli es tan aplicable hoy como cuando la dijo en el siglo XIX. ¿Sabe dónde a veces se juega con números en las empresas? En presupuestos y en proyecciones para analizar proyectos. Aquí le platiqué hace poco sobre una inversión que evalué hace muchos años en un trabajo previo. Un área nueva: los números del proyecto provenían del futuro socio. Y eran demasiado buenos. Bueno, pues el Vicepresidente a cargo tuvo una novedosa idea: me da pena presentar las proyecciones a Don Fregón (el director). No las va a creer. Muévele a los precios. En fin. No por esta razón sino por otros osos (ver columna No se equivoque al pensar) el proyecto fracasó. Pero se me quedó grabado lo insulso que pueden ser los números. Si no se les respeta, no sirven para nada. En las empresas, equivocarse puede tener graves consecuencias (ver columna Basura entra, basura sale). Pero como en la política los errores quedan impunes, inventar números a conveniencia es deporte nacional. Vimos un ejemplo para Ripley en la reciente aprobación de la ley de ingresos. Las modificaciones de los diputados a la reforma cobrona de Peña terminaron por eliminar casi 56 mil millones de pesos de ingresos. ¿Acaso dijeron: le bajamos el gasto? ¡Claro que no! Lo más fácil... sólo muévele al precio. Recuperaron el 48 por ciento del faltante al ajustar dos cositas: subir el tipo de cambio de 12.6 a 12.9 pesos por dólar y el precio del petróleo, de 81 a 85 dólares por barril. Para nuestra mala suerte, una tercera estrategia fue otro golpe a nuestro bolsillo. Sin importarles que la gasolina en México ya es más cara que en Estados Unidos (EU), subieron 38 por ciento el gasolinazo mensual. Aun así, todavía les faltó encontrar 10 mil millones de pesos. Ah, pues qué burros. Si de moverle al precio se trata, ¿por qué no poner el tipo de cambio a 13.2 y el barril de petróleo a 92? Ya hablando en serio, habrá que ver qué pasa con el petróleo. El precio pudiera seguir alto, pero también bajar. Como ya hemos comentado aquí, el balance oferta-demanda ha sido alterado con la revolución shale de EU. Por ejemplo, el vecino país recientemente ajustó al alza su pronóstico de producción interna de petróleo para el 2014. ¿Sabe cuánto? ¡15.1 por ciento, casi un millón extra de barriles de petróleo diarios! Ojalá que el comportamiento de los diputados fuera la excepción, pero es la regla. Políticos de todos los niveles fallan feo en otro lugar donde los números y la precisión son vitales: los presupuestos de gastos e inversión. Ejemplos: * Rodrigo Medina prometió un gran plan de austeridad en Nuevo León. Pero en realidad gastará este año ¡29 por ciento más del presupuesto autorizado por el Congreso! La Auditoría Superior del Estado reconoce el desorden de las finanzas de Medina: anomalías por más de 14 mil millones de pesos... tan sólo en el 2012. Ah, pero el deportivo gober tiene tiempo para ir a Boston el día del juego de playoff Medias Rojas-Tigres y casualmente un día antes de que sus Jets enfrentaran a los Patriotas en un partidazo. ¡Hay prioridades! * La Ciudad Judicial en Jalisco proyectó entregarse en febrero del 2009 a un costo de 300 millones de pesos. ¿Qué pasó? La construcción se tardó seis años, se entregó con cuatro años de retraso y su costo final fue de ¡mil millones! * El Senado finalmente tuvo que admitir que su nueva sede costó 4 mil 32 millones de pesos ¿Sabe por cuánto le fallaron? ¡137 por ciento! * La presidencia de Calderón gastó 853 millones de pesos en viajes durante el año 2011. ¿El presupuesto? 298 millones... ¡gastaron casi el triple más! Es impensable que una empresa yerre en sus números por tanto. Y cuando pasa -como en la historia del inicio- los proyectos fracasan, los responsables son corridos y hasta las empresas quiebran. Pero en la política, la solución es otra: subirle a la deuda, dejarle de pagar a proveedores (llevándolos a la quiebra) o quitar recursos a otra inversión. Insisto, soy terco: no hay que tolerar estas fallitas en el sector público. Si las descubre, escríbale al funcionario o a su representante. Quéjese, hágala pública. Mándeme ejemplos de despilfarro o fallitas en los números.
Posted on: Wed, 20 Nov 2013 02:54:27 +0000

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