HISTORIAS ERÓTICAS La madre de mi amigo Parte 2: Dos días - TopicsExpress



          

HISTORIAS ERÓTICAS La madre de mi amigo Parte 2: Dos días después de aquella conversación, Eduardo organizó una excursión en bicicleta. La idea era marchar hasta Gandía, llevar la comida en las mochilas, pasar el día por alguna de las playas de la zona y volver por la tarde. A mí aquel plan no me gustaba. No me seducía nada hacer tantos kilómetros en bici, habrá unos treinta desde donde estábamos hasta Gandía, con el calor. “Saldremos temprano”, me animaba Eduardo. “Y pararemos mucho, vamos a ser más de quince, y viene Inés”. “Yo prefiero no darme esa paliza en bici”, respondí. Y Alicia, su madre, me apoyó: “No seas pesado, Eduardito, deja al chico que se quede si no le apetece ir”. “Que haga lo que quiera”. La expedición se marchó a las nueve de la mañana. Yo me quedé en la cama hasta las 10:30. Cuando bajé a desayunar Alicia me había preparado un plato lleno fruta (naranjas, kiwis, melón y sandía), todo muy partido en pedacitos. Después, un vaso de leche con cereales. “Con ese cuerpazo que tienes debes desayunar bien”, me dijo Alicia, que se había puesto un bikini negro espectacular, llevaba un tanguita que dejaba al descubierto la mitad de su culo. Yo no le quitaba la vista. “Hoy podrías quedarte a tomar el sol conmigo en el jardín de la piscina en lugar de bajar a la playa. He preparado las dos hamacas a la sombra”. “Vale” Nos fuimos a tomar el sol al jardín, ella se tumbó boca abajo en la hamaca. Estaba para comérsela. “Hoy me vas a tener que dar tú la crema en la espalda, seguro que lo haces mejor que Eduardito”. Me puso un tubo de crema en la mano. “Venga que estoy esperando, desabróchame la parte de arriba del bikini que te será más fácil”. Yo empecé a acariciarle la espalda suavemente, bajé con mi mano hasta la cintura con mucha timidez. Me detuve cuando llegué al borde del tanga y me detuve, pero ella me animó. “Bájame un poco el tanguita, que hoy que estamos solos puedo tomar un poco el sol en el culete”. Yo le bajé un poco el tanga, sólo hasta la mitad de su culo y seguí acariciándola. Tenía un culo magnífico. “Casi es mejor que me bajes del todo el tanguita”, me dijo Alicia. Se lo bajé pero sin quitárselo. Allí estaba ella, la rubia impresionante con el culo al aire y yo acariciándoselo pero con mucha prudencia. “Seguro que te gustaría tocármelo bien, venga, hazlo, méteme bien la manita por el culete, guapo, a mí me encanta”. Mi mano recorría sus carrillos, su rabadilla, la acariciaba haciendo circulitos hacia su ano. “Sí, sí, méteme el dedito muy suavemente”. Yo la obedecía en todo. Mi polla se había puesto en erupción, estaba dura y tremenda, ya os he dicho que mi polla es espectacular y por su tamaño me llamaban “el negro” en el equipo de fútbol. -¿Por qué no me comes un poco el culito? –me dijo Alicia con una voz en la que ya se traslucía el deseo. Era una mujer morbosa que lo quería todo con lentitud. Ella se había dado cuenta de que mi polla estaba en plenitud pero quería hacerme esperar. -Méteme la lengua en el culito, guapo, ¿te gusta? -Sí, sí. Mi lengua recorrió toda la raja de su culito hasta llegar al ano y se la introduje. “Métela y sácala, métela y sácala, guapo, sí, sí, así”. Yo seguí comiéndole el culo y poniéndome a cien mil, estaba deseando meterla la polla pero estaba decidido a seguir sus instrucciones al pie de la letra. No quería cometer errores. Desde entonces siempre me ha encantado comerles el culo a las mujeres que lo disfrutan. Alicia me marcó. -Ahora deberías quitarte el bañador para que veamos esa montaña que se te ha puesto. No la hice esperar -¡Oooh!, dijo Alicia-. Ven, acércate, quiero tocar esa polla que tienes... 7 likes para la siguiente parte!? :3 ♥
Posted on: Sun, 30 Jun 2013 04:15:19 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015