HOLA CELESTITA! Espero que estes mejorcita y que Dios nuestro Señor ponga sobre ti su gracia y su bendición para que sigas bien. He orado por ti para que el Señor te revele todo lo que te concierne saber. Recuerda que las cosas reveladas son para que nos guíen en nuestra vida. Y las que no, son para que ejerzamos fe y las obedescamos. Te pongo el estudio que realicé sobre la vida de Jacob, esperando que sea de bendición a tu vida. Está en dos partes. Aquí está la primera. Mas abajo encontrarás la segunda. EL EJEMPLO DE JACOB I Lic. Dolores Ortega Dubón Todos sabemos que la escritura nos fue dada por ejemplo y es útil para enseñar y para instruir en justicia. Es en este contexto que estudiaremos algunos aspectos del carácter y la vida de Jacob, el último de los patriarcas hebreos. El ciertamente tiene mucho que decirnos, como lo vamos a ver. A) Dios elige. Génesis 25:23 “Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán divididos desde tus entrañas; El un pueblo será más fuerte que el otro pueblo, y el mayor servirá al menor.” Isaac, viendo que Rebeca era estéril, oró a Dios por descendencia y Dios concedió su petición. Le concedió dos hijos, gemelos. Desde que estos niños estaban en el vientre, Rebeca presintió una pelea y consultó a Dios. Entonces le fue dicho que dos naciones había en su vientre y que de estos niños, el mayor serviría al menor. Ahora, esto iba contra la tradición por cuanto la primogenitura determinaba una supremacía en cuanto a jerarquía y en cuanto a bienes terrenales. El primogénito, para la época, era el jefe natural de la familia; y a la hora de repartir la herencia, le tocaría doble. Pero en esta familia particular, la primogenitura era aún más importante, pues de su genealogía vendría el Mesías. Toda madre primeriza en ese tiempo se preguntaba si ella tendría el privilegio y el honor de ser la madre del Mesías. Isaac, por otro lado, era el depositario de las promesas dadas a Abraham y confirmadas a él mismo, por lo que sabía, y lo sabría también su hijo primogénito, que le estaba reservado el privilegio de ser bendición a todas las familias de la tierra mediante el Mesías, esperado desde la promesa hecha en el símbolo de la vestidura de pieles que hizo Dios para vestir a Adán y Eva, después de su caída. Sin embargo, Dios había hecho una elección: el privilegio no sería de éste primogénito, sino de su hermano. Romanos 9:11,13 nos dicen: “(Pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), Como está escrito: a Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.” La sabiduría y la anticipación de Dios son hermosas, porque Esaú demostró en su momento ser indigno de la bendición a que había sido llamado. El nació primero. Y él sabía toda la bendición que ello le confería. Pero, en un momento de hambre, vendió su primogenitura a Jacob por un plato de comida que Jacob le podía dar. Las palabras de Esaú fueron: “ He aquí yo me voy a morir, para qué, pues, me servirá la primogenitura.” Con esto Esaú demostró que no tenía lo necesario para apreciar el bien espiritual, mucho mayor, que rechazaba con la primogenitura. A él solo le interesaba lo material, lo del momento. Razonemos esta actitud. En primer lugar, no se iba a morir por faltarle una comida. Pero si él estaba pensando a largo plazo, demostró que no tenía la fe en que vendría el Mesías prometido, como para esperar y desear que fuera en su tiempo. Es como si, ahora uno de nosotros pensara: “Bueno, eso de la venida del Señor saber si será cierto y, además, ¿cómo se realmente que hay vida más allá de cuando me muera?” El libro de hebreos llama a Esaú, profano. Heb. 12:16 “…no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.” El profano es el que no distingue entre lo santo y lo común, entre lo puro y lo impuro, entre lo que es de Dios y lo que es de los hombres. También para esto tenemos un ejemplo. Hay iglesias en donde el culto dominical se hace a un lado por una celebración humana, como cumpleaños del pastor, o una boda o cualquier otra cosa; el templo se adorna, se escoge música bulliciosa y mundana, aunque con letra “cristiana”, se come…etc. Y luego, como para disimular hipócritamente la fiesta profana, se predica un discurso ligero y muy corto, más alusivo que espiritual. En esta iglesia son profanos. No distinguen entre lo santo y lo mundano. Volvamos al tema. No debemos inferir que Jacob hizo bien. Pero había algo de bueno en lo que hizo: él anhelaba la primogenitura. Con frecuencia Dios honra este anhelo (“Yo honro a los que me honran”). Las cosas de Dios, sus promesas, sus dones, la revelación de Su Palabra, se deben anhelar para recibirlas. Después de su primera mala acción, Esaú siguió dando motivos para mostrar su indignidad: se casó con dos heteas aún sabiendo la preferencia de sus padres porque los hijos se casaran dentro de la parentela. La biblia dice que esto causó mucho disgusto y continua molestia a sus padres. Y después, con ocasión de ser Jacob enviado por ellos al lugar de su parentela, buscó una esposa más en la familia de Ismael, ciertamente consanguínea, pero no la que sus padres preferían. No dice la biblia el motivo de Esaú. Quizás tuvo intención de corregir, a su modo, la situación. O quizás fue otra manifestación de su rebeldía. Esaú, definitivamente, no comprendía. Cuando llegó el momento de la bendición patriarcal Isaac, aunque engañado, bendijo a Jacob como al primogénito, Esaú lloró y suplicó por la bendición, pero en ningún momento se arrepintió. Otra vez, solo apreciaba lo material. Y luego, su corazón se llenó de ira, como Caín, queriendo asesinar a su hermano. Volviendo a la elección de Dios sobre Jacob, en vez de sobre Esaú, yo deseo preguntar a mis lectores: ¿son ustedes elegidos? ¿Son ustedes pueblo de primogénitos? La escritura dice que sí. 1ª. Pedro 1:2 “Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo…” Heb. 12:22-23 “…sino que os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo…a la compañía de muchos millares de ángeles…a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos…” Y esto, no porque nosotros lo hubiéramos merecido, sino por la gracia insondable de Dios. Israel era el llamado. Nosotros somos puestos en su lugar. ¿Porqué? Porque ellos rechazaron su comisión. En vez de ellos, nosotros somos elegidos para ser la luz del mundo, los depositarios de la fe, con nuevas promesas y nuevas recompensas. Desde el principio, Dios nos ha mostrado que, en su libre y soberana voluntad, Él hace una elección. Pero también nos ha mostrado que hay un antecedente: el que había sido llamado, no había sido digno. Veamos, Dios eligió aceptar el sacrificio de Abel y no el de Caín. En el diluvio, Dios eligió a Noé y no a la humanidad entera. Para ser sus voceros y representantes, Dios elige a Abraham y a su descendencia, en vez de a todas las naciones. En cada caso, vemos un patrón que se repite. Caín era iracundo y asesino y no tenía fe. Abel creyó y obedeció. La humanidad era perversa y corrupta y su pensamiento era de continuo el mal. Noé obedecía y adoraba a Dios. Las naciones demostraron que no querían nada con Dios, Dios elige crear un pueblo aparte, y elige a Abraham para comenzarlo. Ahora, la elección de Dios nos ha favorecido. En Romanos 11 se nos dice que Israel, la buena rama, por su incredulidad fue desgarrada del buen olivo y, en su lugar fuimos nosotros injertados. Rom. 11:17 “Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas y tu, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo…” El buen olivo, cuyas raíces y savia alimentan a las ramas, se refiere a la elección de Dios en Cristo, la simiente de Abraham según la carne y la aplicación de las promesas. Como Israel no creyó a su Mesías, nosotros fuimos elegidos para ser sus voceros y su luz en vez de ellos. ¿Es irrevocable la elección de Dios? Depende de las promesas previas. En Jacob la elección fue permanente, a pesar de que él se resistió bastante. ¿Hubo amonestación y aviso previamente? Si lo hubo a Caín y a la humanidad anterior a Noé. Y también la hubo para Israel a través de los profetas primero y de último por la enseñanza de Jesús. Juan 8:24 “..Si no creéis que YO SOY en vuestros pecados moriréis. “ ¡Esto es lo mismo que le dijo a Moisés cuando lo eligió para ser el libertador de Israel de Egipto! ¿Qué más podían ellos esperar? Todas las profecías referentes al Mesías se habían cumplido, además. Pero ellos estaban enceguecidos por sus tradiciones y mandamientos de hombres. Y luego, la biblia dice: Juan 1:11-12 “A lo suyo vino (a su promesa), y los suyos (su pueblo) no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron (nueva elección), a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios…” Resumiendo, en esta sección, hacemos notar que Dios, en su perfecto plan de redención tiene preparados muchos vasos. Cuando el vaso no es digno, Dios lo deja seguir en su camino caprichoso, y elige en su lugar a otro que hará Su voluntad. La pregunta es ¿permaneceremos en la fe y en Su voluntad para que no seamos dejados de lado y se le de nuestro privilegio a otro? Hermano amado, sigue la secuencia: La progenie de Seth, en vez de la de Adán; la progenie de Noé, en vez de la humanidad corrupta; la elección de Abraham, en vez de las naciones pecadoras; la elección de la iglesia, en vez del olvidadizo Israel. ES POSIBLE QUE AQUÍ ESTÉ EL SECRETO A VOCES CON QUE DIOS HA VENIDO TRATANDO CON LA HUMANIDAD: LA IGLESIA, COMO TODAS LAS ELECCIONES ANTERIORES DE DIOS, SE ESTÁ CORROMPIENDO Y ESTÁ OLVIDANDO LA SANA Y PERMANENTE DOCTRINA DE CRISTO. DIOS ESTÁ ESPERANDO HASTA VER UN LÍMITE QUE ÉL MISMO HA DISPUESTO. LOS POCOS QUE ALCANCEMOS HABER AGRADADO A DIOS, SEREMOS ARREBATADOS PARA EMPEZAR OTRA NUEVA GENERACIÓN, EN VEZ DE LA ACTUAL. HERMANO, ABRE LOS OJOS, DESPIERTA. NO TE PIERDAS LA OPORTUNIDAD DE ESTAR DENTRO DEL NUEVO Y DEFINITIVO REINO DE JESUCRISTO.
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 14:12:16 +0000