Hermoso mensaje del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy (Lc - TopicsExpress



          

Hermoso mensaje del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy (Lc 10,38-42): «Marta, Marta, tú te afanas y te agitas por muchas cosas, pero de una cosa sola hay necesidad.» (v. 41) ¿Qué cosa quiere decir Jesús? ¿Cuál es esta cosa sola de la que tenemos necesidad? Ante todo es importante entender que aquí no se trata de la contraposición entre dos actitudes: la escucha de la palabra del Señor, la contemplación, y el servicio concreto al prójimo. No son dos actitudes opuestas, sino, al contrario, son ambos dos aspectos esenciales para nuestra vida cristiana; aspectos que no deben ser jamás separados, sino vividos en profunda unidad y armonía. Pero entonces ¿por qué Marta es reprendida, si bien con dulzura? Porque considero esencial sólo aquello que estaba haciendo, estaba demasiado absorbida y preocupada por las cosas por “hacer”. En un cristiano, las obras de servicio y de caridad no se separan jamás de la fuente principal de cada una de nuestras acciones: o sea la escucha de la Palabra del Señor, el estar - como María – a los pies de Jesús, en la actitud del discípulo. Y por esto Marta es reprendida. También en nuestra vida cristiana, queridos hermanos y hermanas, oración y acción estén siempre profundamente unidas. Una oración que no lleva a la acción concreta hacia al hermano pobre, enfermo, necesitado de ayuda, el hermano en dificultad, es una oración estéril e incompleta. Pero, de la misma manera cuando en el servicio eclesial se está atento sólo al "hacer", se da más peso a las cosas, a las funciones, a las estructuras, y se olvida de la centralidad de Cristo, no se reserva tiempo para el diálogo con Él en la oración, se corre el peligro de servir a sí mismo y no a Dios presente en el hermano necesitado. San Benito resumía el estilo de vida que indicaba a sus monjes en dos palabras: “ora et labora”, reza y obra. Es de la contemplación, de una fuerte relación de amistad con el Señor que nace en nosotros la capacidad de vivir y de llevar el amor de Dios, su misericordia, su ternura hacia los demás. Y también nuestro trabajo con el hermano necesitado, nuestro trabajo de caridad en la obras de misericordia, nos lleva al Señor, porque miramos al Señor en el hermano y la hermana en necesidad. Pidamos a la Virgen María, Madre de la escucha y del servicio, que nos enseñe a meditar en nuestro corazón la Palabra de su Hijo, a rezar con fidelidad, para estar cada vez más concretamente pendientes de las necesidades de los hermanos
Posted on: Sun, 21 Jul 2013 17:00:00 +0000

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