Hola,he estado fuera de casa, en una reunión productiva, con un excelente promotor cultural. Recién veo el FB, desde que postée mi columna de Caretas, hoy temprano. Me alegran muchas cosas. La primera, no hay un solo comentario, por crítico que sea, que me ataque en lo personal. Ni una mentada de madre ni una lisura mal dicha. Hay discrepancias, y algunas bastante severas, como la de Daniel Ravelo, pero está perfectamente planteada, la respeto y me daría pena que él dejara de entrar a mi Fb. Pero bueno, nada más puedo hacer. En la columna digo que cierro mi FB. Es gracioso, lo cerré. Pero al día siguiente ya estaba de nuevo prendido como un vampiro del cuello de una romántica dormida. Es que si hay aquí algo de adicción, puesto todo adicto tiene su recaída, y he recaído brutalmente en el FB, algo que va a durar poco porque ya viajaré de nuevo y porque se me ha juntado mucho trabajo, y ya no puedo destinar demasiado tiempo a la red social. Tengo una observación, a ver qué piensan. La mayoría de comentarios giran en torno a si el FB es bueno, es malo, es libre, está atado, es una trampa...etc. Pero muy pocos, o ninguno de estos, se detienen en lo que a mi criterio es lo más interesante: la analogía con la adicción al casino. No al juego. Al casino. Allí hay harta tela que cortar y tema por discutir, sin necesidad de personalizar el debate en nadie. ¿Seguimos?
Posted on: Thu, 04 Jul 2013 16:38:25 +0000
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