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JUAN BAUTISTA ALBERDI – 1810 – 1884 “El ciudadano de la soledad” Nació el 29 de agosto de 1810. Hijo de D. Salvador Alberdi, comerciante español de mediana fortuna y doña Josefa Rosa de Aráoz y Valderrama, perteneciente a la vieja sociedad de la provincia. Aprendió las primera letras en la escuela fundada por Belgrano en Tucumán. De niño Alberdi jugaba con el patriota. “Yo fui el objeto de las caricias del general Belgrano en mi niñez, y más de una vez jugué con los cañoncitos que servían a los estudios académicos de sus oficiales...” A los 14 años le enviaron a Buenos Aires “como uno de los seis escolares que cada provincia envió al Colegio de Ciencias Morales”. Allí realiza los estudios superiores hasta su cierre “por ser incompatible con las graves y urgentes atenciones del erario público”. Para 1830 Alberdi ingresa en la Universidad no siendo un buen estudiante lleva una vida romántica, frecuenta salones, compone “valsas”, “minuetos” y canciones, es buen flautista y excelente pianista, frecuenta el salón de Mariquita Sánchez, traba fuerte amistad con Esteban Echeverría y Juan María Gutiérrez. Interviene en el Salón Literario fundado por Marcos Sastre siendo uno de sus oradores iniciales en el acto inaugural. Cerrado el Salón algunos de sus miembros se reunieron en la Asociación de la Joven Generación Argentina – más tarde Asociación de Mayo. En 1838 Alberdi emigra a la Banda Oriental para combatir a Rosas como muchos contemporáneos y en Montevideo obtiene el título de abogado. Ejerce la abogacía, escribe teatro, hace periodismo, publica las Palabras Simbólicas agregándole el Cáp. XV, se vincula con el General Lavalle a quien redacta documentos capitales y escribe incansablemente. Caido Lavalle, ultimado Avellaneda, sitiado Montevideo, perdida toda esperanza, con Gutiérrez, emprende en 1843 viaje a Europa. Conoció a San Martín dejando una semblanza memorable del exiliado prócer. “... ¡EL general SAN MARTIN” Me paré lleno de agradable sorpresa al ver la gran celebridad americana, que tanto ansiaba conocer. Mis ojos clavados en la puerta por donde debía entrar, ... Entró por fin, con su sombrero en la mano, con la modestia y apocamiento de un hombre común ¡Qué diferente le hallé del tipo que yo me había formado, oyendo las descripciones hiperbólicas que me habían hecho de él sus admiradores en América! ... me ha parecido más bien delgado; yo creía que su aspecto y porte debían tener algo de grave y solemne; pero lo hallé vivo y fácil en sus ademanes, y su marcha, aunque grave, desnuda de todo viso de afectación. Me llamó la atención su metal de voz notablemente gruesa y varonil. Habla sin la menor afectación, con toda la llanura de un hombre común. Al ver el modo como se considera el mismo, se diría que este hombre no había hecho nada notable en el mundo, porque parece que él es el primero en creerlo así ...” “.... Allí, en un ángulo de la habitación descansa impasible, colgada al muro, la gloriosa espada que cambió un día la faz de la América occidental...”, “... Vista la espada, se venía naturalmente el deseo de conocer el trofeo con ella conquistado. Tuve, pues, el gusto de examinar muy despacio, el famoso estandarte de Pizarro, que el Cabildo de Lima regaló al general San Martín, en remuneración de sus brillantes hechos. ...” Regresa luego a América permaneciendo algún tiempo en Río de Janeiro para instalarse finalmente en Chile donde durante 10 años ejerce su profesión, escribe en la prensa y publica numerosos trabajos. Después de Caseros escribió las “Bases”. “Siempre hay una hora dada en que la palabra humana se hace carne. Cuando ha sonado esa hora, el que propone la palabra, orador o escritor, hace la ley. La ley no es suya en este caso; es obra de las cosas. Pero ésa es la ley durable, porque es la ley verdadera” expresó. Proyecto un modelo de Constitución enviándole al General Urquiza. Sostiene una fuerte y memorable polémica con Sarmiento a través de una serie de escritos conocidos como las “quillotanas”. En 1854 recibe del general Urquiza la misión para representar al país en Europa firmando con España el reconocimiento de nuestra Independencia nacional. Se entrevistó con Rosas en Inglaterra y escribió: “... Al ver su figura toda, le halle menos culpable a él que a Buenos Aires por su dominación, porque es la de uno de esos locos y medianos hombres en que abunda Buenos Aires, deliberados, audaces para la acción y poco juiciosos. Buenos Aires es el que pierde de concepto a los ojos del que ve a Rosas de cerca.”... “...¿ Cómo ha podido este hombre dominar ese pueblo a tanto extremo? - es lo que uno se repite dentro de sí al conocerle. ...” Durante la guerra del Paraguay se enfrenta a la política internacional de Mitre sufriendo la calumnia y enemistad de ciertos grupos porteños. Escribe otro libro famoso: EL crimen de la guerra. En 1879, después de 40 años de ausencia llega a Buenos Aires donde hasta sus adversarios le reciben amistosamente. El general Roca se propone imprimir sus obras pero una terrible campaña periodística se lo impide Alberdi envuelto en la crisis del 80, imposibilitado por principios, carácter y edad de afrontar este difícil momento regresa a Europa. Vive en una decorosa modestia. Se agrava su enfermedad internándose en una clínica privada de Neully-sur-Seine, donde muere en la mayor soledad en la mañana del 18 de junio de 1884. Dijo Angelina Dauje - su última y fiel acompañante - “El color del rostro era terroso; únicamente sus hermosos cabellos se veían abundantes aún; todo era miseria y suciedad en la pieza”, “... ¡He aquí, agrega, la casa de primer orden donde se lo había instalado y a los extremos a que fue reducido el hombre que en vida fue tan grande y tan bueno para todos!...” OBRAS: Sus obras fueron recopiladas en: “Obras Completas” (18 tomos 1886-87) – “Escritos Póstumos” (16 tomos 1895-1901). Los trabajos más conocidos son: “Sistema económico y rentístico de la República Argentina”, “Elementos de Derecho Público Provincial”, “El crimen de la guerra”, “Peregrinación de Luz del Día”,“La revolución de Mayo”, “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina” y “Proyecto de Constitución”, “Recuerdos de Viaje”, entre otros. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA: “Recuerdos de Viaje” (Juan Bautista Alberdi) “Alberdi – El ciudadano de la soledad” – (Pablo Rojas Paz) “Vida de un Ausente” (J. I. García Hamilton)
Posted on: Thu, 29 Aug 2013 10:20:48 +0000

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