LA ENVIDIA ES MEJOR PRODUCIRLA QUE SENTIRLA... Yo, a pesar de - TopicsExpress



          

LA ENVIDIA ES MEJOR PRODUCIRLA QUE SENTIRLA... Yo, a pesar de todos los "apuros" y momentos difíciles que he pasado, le doy gracias a Dios por lo que me ha dado. Me dio un par de padres inmejorables, de quienes recibí ejemplos y principios, que, si bien es cierto en algunas ocasiones descuidé por esas cosas de la vida, por locuras de juventud, por el mismo medio en que me desenvuelvo, que a veces es difícil manejar, también lo es que ese ejemplo pudo más que mis errores y defectos, y hoy puedo gritar a los cuatro vientos con la frente en alto esta gran verdad, de la que me siento orgulloso. Me dio unos hermanos correctos, inteligentes, que siempre han sido ejemplo de rectitud, de honestidad, de ser unos grandes profesionales. Me dio unos hermosos hijos a los que trato de inculcar los ejemplos que siempre vi en el hogar de mis padres, y a quienes les pongo el espejo de mi vida: la antigua, de un parrandero, mujeriego, toma-trago, con las irresponsabilidades que eso lleva consigo, y la nueva (hace 16 años no me tomo un trago, creo que por las muchas oraciones que mi mamá elevó a Dios, que un día cualquiera me hicieron decir “ni un trago más”), de un hombre que sigue en la vida luchando, tratando de hacer el bien siempre que puedo, NUNCA hacer el mal, aunque para muchos soy mala persona – para no emplear el término que usan para definirme -, porque, consciente de que Dios me hizo ver lo que pasaba en Sayco, lo que comenzó por reclamar los derechos que me fueron violados (léase robados, vulneración de mis derechos – así textualmente está en una resolución de la DNDA -), inicié casi solo esta lucha a la que primero se unieron Otto Medina y Conrado Marrugo y después muchos otros que abrieron los ojos y vieron el engaño de que habían sido objeto durante muchos años; lucha para la que nunca me alié con empresarios que ni siquiera conozco, ni políticos, gerentes, etc, como dicen muchos para tratar de hacerme ver como el gran culpable de todo lo que está pasando en nuestra Sociedad en estos momentos. (Sí es cierto que creí en el DR. Ricardo Lozano y en el mismo DR. Espinosa, y muchos también creyeron; tanto es así, que en la famosa reunión el día anterior a la fallida asamblea que se iba a realizar creo que el 11 de Diciembre, el Dr. Espinosa hizo una exposición, después de la cual, presentó su renuncia y el 99% de los delegados le dijeron: usted no puede renunciar – le creyeron -; pero cuando me di cuenta de la realidad, rechacé tajantemente lo que hacían).Yo no podía permanecer callado y dejar que siguieran robándoles a miles de socios el producto de sus derechos, personas inescrupulosas; los culpables de lo que pasa en Sayco son los que eso hacían, que ya veían a Sayco como de su propiedad y lo demostraron tratando de perpetuarse en ella, lo daban por hecho; nunca se imaginaron que este momento llegaría (la Justicia Divina); hasta usaron el nombre de Dios para engañar a incautos; no estoy mencionando nombres propios, no es necesario, pero un día uno de ellos me escribió, pensando en su inteligencia superior y sagacidad para engañar, y pensando que yo era del gremio de los ingenuos, que me iba a desmayar ante esas palabras: “Yo amo a Dios”… o, lo recuerdo perfectamente, “Dios es de nuestro equipo, es el portero” ¡Por favor! Lo repetí: eso hace más grave el delito… Usar Su nombre para, perversamente, engañar a muchos… Hoy están viendo los resultados… Con el nombre de Dios no se juega… Retomando el tema inicial, además de mis padres, hermanos, hijos, tengo algo invaluable, que hoy mi hijo y su novia (se quedó admirada) palparon: el cariño, el aprecio y la admiración de la gente: Esperando un taxi en una esquina, después de habernos comido un delicioso plato de comida árabe, desde muchos carros, personas a las que nunca había visto en mi vida, me saludaban, con una sonrisa de cariño: Rafita, Maestro, Rafa, compadre… un placer verlo…querían salirse por la ventana de los carros… Algo me causó risa: una señora llevaba un perrito muy lindo en las piernas, al que yo le hice una monería; la señora, para saludarme, le dijo al perrito: dígale “hola, Rafita, cómo está”… y me brindó una sonrisa de cariño que no olvidaré jamás… Eso es muy grande… y no se puede tasar con ninguna suma… Por lo anterior… NO SIENTO ENVIDIA DE NADIE. Estoy contento y conforme con lo que Dios me ha dado… ¡GLORIA IN EXCELSIS DEO!
Posted on: Mon, 12 Aug 2013 04:38:19 +0000

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