LA GILADA MILITAR Las verdaderas caras del golpe de 1976 Las - TopicsExpress



          

LA GILADA MILITAR Las verdaderas caras del golpe de 1976 Las cabezas visibles del golpe de 1976 fueron los integrantes de la Junta Militar, y algunos capitostes más de las distintas fuerzas. Preponderantemente el ejército y la armada, y en menor medida la fuerza aérea. También echaron mano de los servicios, eficientes por cierto, de la policía federal. Cuanto más se investigan los aberrantes hechos acontecidos, más se evidencia la utilización de las fuerzas militares y policiales como herramienta para conseguir el verdadero objetivo de quienes apoyaban, apoyan y apoyarán, la desestabilización de la democracia. Apropiarse de activos ajenos, licuar deudas gigantescas, eliminar competidores, crear mercados cautivos mediante monopolios industriales y financieros, y otras delicias más. Mientras el proceso militar se hacía cargo del trabajo sucio (secuestros, torturas, desapariciones y ejecuciones maquilladas como enfrentamientos) quienes operaban tras bambalinas eran los verdaderos mentores del fatídico golpe y posterior instauración de la dictadura más salvaje que padeció este país. Quizás los casos más emblemáticos sean el de Papel Prensa, el de los hermanos Iaccarino, y uno menos difundido, el del Arquitecto Eduardo Saiegh. Hay muchos más. En todos ellos, el factor común es el secuestro y torturas a los propietarios de las empresas y a sus familiares. Luego de conseguida la desafectación del o de los bienes buscados, los destinos de las víctimas eran dispares. Algunos desaparecieron, otros fueron encarcelados, y a otros les perdonaron la vida con el objeto de que sirvieran como ejemplo de lo que les podía suceder a quienes no prestaran conformidades o colaboraciones. El caso Saiegh, como tantos otros, es digno de un guión para una película. Eduardo Saiegh, como dije antes, es arquitecto. A los 25 años de edad, tras el fallecimiento de su padre, se hizo cargo de las empresas familiares. En los 70 fundó el Banco Latino Americano (BLA). El 31/10 de 1980 fue secuestrado por un grupo paramilitar, una patota que era integrada mayormente por la llamada banda de los comisarios, dos de cuyos integrantes llegaron a ser importantes en la cúpula de la federal hasta hace muy poco. Fue apresado y torturado en las dependencias de la división bancos de la federal, sitas en el Banco Nación. Los objetivos del secuestro eran claros: 1º) expulsarlo del sistema financiero por ser un banquero judío, 2º) apropiarse de su banco para incautar sus activos y luego liquidarlo, y 3º) consumar la estatización de Austral Líneas Aéreas. En esencia, todo respondía a un plan común, que fue urdido entre el Ministerio de Economía, con el entonces ministro José Alfredo Martínez de Hoz; el ministro del Interior, Albano Harguindeguy, y el Banco Central a través de su vicepresidente, Alejandro Reynal, primo hermano de William Reynal, principal accionista de Austral Líneas Aéreas, que estaba endeudado con el BLA a través de su controladora Makin SA en 7 millones de dólares y cuyas acciones estaban en caución en el tesoro del BLA. La trama de todo esto es verdaderamente macabra y siniestra. Antes de ser secuestrado, Saiegh estaba en tratativas con Credit Lyonnais para venderles su banco. Al quitarlo de la escena, los compradores desviaron su interés hacia el Banco de Tornquist, propiedad de Guillermo Cappozzolo, amigo íntimo de Harguindeguy, y a quien se debía salvar de una complicada situación. Para poder iniciar las acciones ilegales, se falsificó una denuncia anónima contra Saiegh y su banco. Mediante torturas se logran falsas confesiones de delitos e irregularidades inexistentes. Mientras tanto, Alejandro Reynal se reunía con dos directores del BLA (Grinspun y Shaw) para indicarles que para ser beneficiarios de la circular 1051 del BCRA debían apartar del directorio a Saiegh. Mediante esta circular, se inyectaba $$$ a las entidades financieras intervenidas. Siempre en una cantidad mayor que la necesaria. Luego, a los pocos días, se sacaba en efectivo esta suma (o más) bajo supervisión de efectivos de las fuerzas armadas o policía federal. Después de vaciar el BLA, en marzo del 81 Reynal se hace cargo del banco MBA (Merchant Bankers Asociados), aún siendo vicepresidente del BCRA. El MBA fue un actor clave en el proceso de privatización de los bancos locales, en consonancia con la aplicación de la Ley de Entidades Financieras y los preceptos del neoliberalismo introducidos por la última dictadura cívico-militar. Reynal, en su rol de empresario en el MBA, contribuyó para que los bancos locales fueran vendidos a capitales extranjeros, como en los casos del Río y el Francés. Además, fue socio de Nicholas Brady, ex secretario del Tesoro norteamericano y artífice del plan homónimo implementado por Domingo Cavallo, durante la primera parte del menemismo. Además de los negocios, Reynal también se dedicó al arte y en 2007 fue nombrado director de ArteBa por Mauricio Macri pero, al poco tiempo, tuvo que renunciar, debido a las múltiples denuncias formuladas por la comunidad artística relacionadas con su vínculo con la dictadura. El ex funcionario, hoy pretende vender su participación mayoritaria en el MBA, pero el BCRA todavía no lo autorizó. La gerencia de Asuntos Jurídicos en lo Penal y Asuntos Legales le mandaron una nota al fiscal de la causa, Eduardo Taiano, para que tome las acciones “pertinentes” teniendo en cuenta la vigencia de una causa por delitos de lesa humanidad. Fuentes: Diario Página 12 - Sebastián Premisi Diario Miradas al Sur - Walter Goobar elcasosaiegh.ar
Posted on: Tue, 12 Nov 2013 14:47:05 +0000

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