LA GITANA Era sólo el recuerdo de su pasado el que le dijo que - TopicsExpress



          

LA GITANA Era sólo el recuerdo de su pasado el que le dijo que no debería haber vuelto. La caída de la última lágrima que recorrió sus mejillas era lo único que le quedaba de su niñez.El odio y la avaricia le habían arrebatado todo lo demás;vivía en un mundo donde no encajaba. Desde pequeña, la dulce gitana había soñado con cambiar su destino, ese destino donde ella moriría el día en el que se casara, no de cuerpo, pero si de alma y de corazón;obligada a casarse con un caballero de la tabla de la muerte, con sus cabellos canosos le daría todo aquello que ella odiaba; una casa donde ella no mandaría nunca; un deseo que ella deseaba que no se cumpliera, el de tener un hijo con un hombre al cual veía y deseaba morir… Pero era así. Ella no podía cambiarlo, o si.Nunca lo sabría, pues no era una mujer luchadora, se refugiaba en sus sueños para que nadie le hiciera daño, para que nadie se riera de sus deseos;a menudo tenía pesadillas donde veía como estaba rodeada de sirenas que no paraban de llorar y le pedían que cambiara el mundo, que si no acababa ella misma con el horror de vivir en un lugar donde no estas a gusto, ellas no podrían parar de llorar, y llegaría un momento que ya no tendrían lágrimas y …si, se acabaría la inocencia de la infancia, se acabarían los niños, y lo peor, ya no habría sueños, ya no habría esperanza… Pero la gitana ya no aspiraba a tener ilusión, se conformaba con aquella vida pues no conocía otra, y se negaba a pensar en que si luchaba, podría cambiar todo. El día de su boda llegó y con ella llegó también el momento de esposar sus ilusiones, de cerrar sus sueños en un tarro de cristal y no dejar que salieran nunca;ella seguiría pensando en que el mundo hay que cambiar, seguiría siendo una armadura de sentimientos, cerrada siempre en sí misma… pero no! No podía, no permitiría que alguien tan libre como ella llegara a ser como un pájaro en una jaula…lo mataría, si , cuando llegara al altar juraría ante Dios que sería libre y así lo hizo Ante toda la gente , ante Dios y ante sí misma acabó con su tortura,mató a su verdugo y escapó con una única esperanza:que nadie la siguiera.Rezó mientras corría y parece que Él estaba de su parte, pues nadie fue en su busca. Llegó a un lugar donde era una desconocida, un alma más, pero sin nombre, sin identidad, con absoluta libertad para conquistar otro mundo, su mundo. Y así lo hizo.Comenzó una vida nueva, con un trabajo, ayudando a otras campesinas a cuidar la tierra , a volver a encontrar su propio yo, el que había perdido hacía mucho tiempo. Pero el tiempo pasaba y cada campesina se iba de su pueblo con su destino, cada una tenia un caballero esperándola en el umbral de su juventud para hacerlas felices, para convertirlas en verdaderas mujeres, en verdaderos seres, todas menos ella. Pero un día el amor llamó a su puerta, su corazón se enamoró de quien no debía, de un apuesto príncipe al que ella misma servía;sabía que era una amor imposible, por lo que cada noche soñaba con su presencia, sentía su aroma, ansiaba su deseo, odiaba su propio ser tan inalcanzable… El príncipe era un joven apuesto, cuyos ojos azules reflejaban la virginidad de su alma, su tez blanca como la propia nieve contrastaba con los marcados rasgos de la gitana, de ojos tan negros que uno podría perderse en su inmensa profundidad.Quizá en otro momento, en otras circunstancias, su amor no sería tan difícil, pero en aquel lugar cada uno debía unirse a los de su calaña- Ella intentaba olvidar su esperanza,ahogar su pena en horas y horas de angustia sentada frente a los aposentos de su amado, mientras él consumía su deseo con otras mujeres, sentada en esa silla que la veía morir día tras día, amante tras amante que ella veía pasar… y si ella fuera una de esas amantes? Pero sus rasgos la delatarían:debía hacer algo por ser diferente. Intento rehusar de sus raíces, cambió el color de su pelo , ocultó bajo un velo la identidad de su pasado, ahogó en un vaso las costumbres de su gente…todo por conquistar el amor de un príncipe. Y lo hizo. Se presentó en el altar de su majestad, pidiendo conocer a su hijo y haciendo que una mujer del pueblo, respetada por todo el mundo, se hiciera pasar por su madre. Y así fue.El príncipe la llevó a sus aposentos, como una más, para pasar la noche, para olvidar su presente..pero no fue así.El príncipe vio en ella el reflejo de su alma y allí, en su mismo lecho de amor, fue él quien se desnudó delante de la dama, pero no de cuerpo, sino de alma; le relató sus penas, sus sueños, sus pesadillas; le contó que no soportaba vivir en un mundo donde todo era aparentar y no ser, que por querer ser rey descubrió que antes debía aprender a ser maestro, pero no maestro de escuela, sino alumno de su propia vida, oyente de su propia muerte… y la gitana lo escuchó.No intentó decir nada porque en el fondo ella sentía lo mismo;amor y odio hacia la vida. Pasó la noche y con ella las confesiones, hasta que llegó un momento en que la gitana se descubrió; le dijo lo que de verdad era, una simple sirvienta que cambiara su vida por el amor de un hombre, el hombre con el que estaba hablando; y él sonrió.No hizo falta más para que la gitana se diera cuenta de que él sentía lo mismo, de que él ahogara al mismo tiempo que ella su pasado para creer ser otra persona, para no dar la cara al mundo y enfrentarse a una realidad que no quería vivir; no la quería vivir sino era con ella.No sabía porqué, pero la quería, no le importaba de donde era, ni que fuera antes, le importaba lo que había demostrado ser ahora:una amiga, no una amiga con la que se habla, sino una amiga que escucha; una amiga que esconde sus deseos para no ser capturada por el fantasma de la cobardía, para no ser vista por el guardián de la mentira…y él era esa persona que ella estaba buscando: él era ese amigo que sabe hablar sin decir palabra, ese amigo que sabe escuchar cuando lo único que hay es silencio, un amigo que arde en deseos de abrir su corazón, un amigo que sabe descifrar el secreto de la verdad, pero ante todo, un hombre al que ama. Pasó el tiempo y llegó el momento;por fin la gitana había conseguido su deseo y con él salvar la inocencia de la infancia, pues con el primer beso sincero del príncipe con la gitana hizo que… las sirenas dejaran de llorar. By Phobia
Posted on: Mon, 30 Sep 2013 04:03:06 +0000

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