La Cremería de Pirovano En el año 1940 aproximadamente, la - TopicsExpress



          

La Cremería de Pirovano En el año 1940 aproximadamente, la firma San Aquiles S.A. integrada por la familia Pirovano y propietaria de la estancia Cume-Có, decide emprender la producción integrada de productor lácteos. Para ello instala nueve tambos en su estancia y paralelamente construye una fábrica de quesos en una quinta de su propiedad cercana al pueblo de Pirovano. Iniciada la producción de leche, en un principio la fábrica de quesos es alquilada a la firma Hunter y Anchorena. Más tarde, en el año 1944 es explotada por la empresa Melano y Pettigiani, firma que la agranda a consecuencia de la mayor producción de leche provista por la estancia Cume-Co, se llegó a trabajar hasta casi 12.000 litros diarios. Eran nueve tambos dentro del mismo establecimiento, ordeñe manual al principio y más tarde mecánico. Los tamberos transportaban la leche hasta la fábrica en carros tirados por caballos, mañana y tarde; se elaboraba en dos turnos. En los primeros tiempos el mayordomo de la estancia era don Juan Manghi. Estuvieron a cargo de los tambos Hipólito Álvarez, Martín Nievas, Oscar Hans, Juan A. Cabalcagaray, Atilio Cabalcagaray, Julio Pérez, San Esteban, Saturnino Hoyos y Dolezor. La fábrica ocupaba alrededor de diez personas, el encargado era don Carlos Michel, trabajaban bajo su mando Pascual Di Salvo, Arturo y Jacinto D’Amico, Juan Rossi, Antonio Gelvez, Donato Catuogno, Julián Sardiña, Alberto Hoyos, Manuel Patricio y Zanoni La producción principal de la fábrica era los quesos, se elaboraba alrededor de 1300 kgs. de queso por día. La producción secundaria era la crema de suero, aproximadamente 150 Kg. de crema por día que se enviaba a Magnasco de Tandil, esta se despachaba por ferrocarril. Mientras la fábrica perteneció a Melano y Pettigiani, la producción quesera se basaba en quesos tipo “Mar del Plata y de rallar” Se cargaba entre 13000 a 14000 Kgs. de queso cada 10 días, por vagones que se despachaban a la estación Constitución. También se comercializaba el suero para ser consumido por los cerdos. En un predio aledaño se llegó a engordar hasta 1000 cerdos. Las comunicaciones de la empresa con la fábrica eran por intermedio del telégrafo de la provincia de Buenos Aires La fábrica disponía de dos calderas a vapor alimentadas a leña, un motor a explosión para el funcionamiento de la desnatadora y los otros elementos mecánicos necesarios, además tenía las ollas elementales para la elaboración de queso, grandes saladeros y un espacioso depósito para la maduración de los quesos. Las condiciones de trabajo del personal no eran de las mejores, se trabajaba todos los días, incluso los domingos y feriados y no existían francos. Se cobraba entre 35 y 50 pesos por día, que fueron llevados a 85 pesos diarios cuando se instaló en el país un gobierno con más sensibilidad social. En 1962 se hizo cargo de la fábrica quien fuera su encargado durante 18 años, don Carlos Michel, formando una empresa familiar. Le seguía proveyendo la leche la estancia Cume-Co, cuyo encargado por aquel entonces era don Alfredo Mc.Donough. En el año 1972 disminuyó drásticamente la producción de leche por parte de la estancia, había quedado un solo tambo a cargo del sr. Dolezor. Más tarde se formaron nuevos tambos en la zona, así lo hicieron los sres. Héctor Bacas, Ángel Fornis y Abel Magiorano, durante algún tiempo se llegó a elaborar hasta 3000 litros de leche por día. El señor Michel producía principalmente el quesito tipo “Chubut” (su especialidad), pategras, barra y manteca. En un principio vendía su producción a sus antiguos patrones quienes lo financiaban, más tarde colocaba sus productos a distribuidores de la zona. En el año 1982, luego de veinte años ininterrumpidos de trabajo, la fábrica se quedó sin materia prima, los tamberos, buscando mejores precios, empezaron a mandar la leche a una fábrica ubicada en la localidad de María Lucila, y esto provocó el cierre de la fábrica local. A principios de 1983, la Cooperativa Eléctrica de Pirovano con la sana intención de canalizar la producción local y generar auténticos puestos de trabajo, alquiló la fábrica a sus actuales dueños, la familia de la Peña, y con los elementos de fabricación cedidos por don Carlos Michel, reinició la producción láctea nuevamente, hasta que una asamblea de asociados resolvió desvincular a la Cooperativa de este emprendimiento. Sin discontinuar la producción, a mediados de 1983 se forma la sociedad “Fábrica La Argentina S.H.” de Ángel Fornis, Abel Magiorano, Alfredo Martín, Miguel Manso, Diego Manso, Rodolfo Sánchez y Hugo Morán, le adquiere las herramientas se trabajo al sr. Michel, alquila el inmueble y continúa con la actividad industrial. En un principio procesaba alrededor de 1000 litros de leche por día, poco a poco se fue extendiendo y llegó a trabajar 3000 litros diarios. Incorporó un camión para transporte de leche a granel, nuevos elementos de fabricación y cámara frigorífica. Empleó alrededor de cinco personas siempre bajo la tutela de don Carlos Michel, trabajaron Vicente Bamonde, Carlos Domingo Michel, Miguel Bartolomé, Andrés Cuadrado, Jorge Acosta, Jorge Fallesen y en la administración, Diego R. Caron. Vendía su producción a distribuidores zonales y de la ciudad de Buenos Aires. Los sucesivos ajustes económicos del gobierno de turno que hicieron caer la demanda de quesos y la dura competencia con las grandes usinas lácteas que hizo que perdiera algunos tambos, fue minando su rentabilidad hasta que los dueños decidieron cerrarla definitivamente y desmantelarla a fines del año 1987. Hoy sólo queda el viejo edificio convertido en depósito de forrajes, pero aún quedan algunos vestigios de su pasado industrial, en especial su gran chimenea de rojos ladrillos, un auténtico símbolo de su historia fabril. Fuente: "Pirovano ayer y hoy"
Posted on: Fri, 12 Jul 2013 04:22:15 +0000

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