La Realidad de la Deidad (La Existencia de Dios) En segundo orden - TopicsExpress



          

La Realidad de la Deidad (La Existencia de Dios) En segundo orden es adecuado resaltar otro aspecto de esta gran presuposición (la existencia de Dios) que admite la participación de la Deidad relacional; Hasel, expone: “cuando hablamos del “Dios viviente [Dt 5:26 ¿Qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente…] queremos decir que Dios es esencialmente personal y que se dio a conocer, particularmente en la encarnación de Cristo [Jn 1:14-18 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.|A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer]. Como Dios viviente, es una Deidad personal que revela a Dios Padre por medio del Hijo, y que habla y actúa por medio de su Santo Espíritu en la mente de los creyentes”.[17] Este es un principio fundamental para destacar la realidad de la Deidad, es decir, su existencia. También se habla tradicionalmente de un sentido interno de Dios en la conciencia del hombre (Grudem), pero es mejor abstenerse a la revelación bíblica. Algunos atañen a ese sentido interno del reconocimiento de Dios en el hombre, el origen de la diversidad de religiones existentes e incluso del surgimiento del mismo politeísmo. Martínez, comenta: “los hombres siempre han reconocido la existencia de un Ser superior a ellos. La diversidad de los fenómenos naturales (lluvia, fuego, viento, rayo) -la creación en sí- y sus efectos, hizo fácil la creencia en varias deidades (dioses), toscamente representados por sus respectivos ídolos. Así nació el politeísmo”. [18] No obstante, Garrett afirma que: “el tema de la existencia de Dios, incluyendo tanto las negaciones como las afirmaciones de la misma, pertenece a la apologética cristiana. Los adherentes y exponentes del ateísmo [2 Co 4:4 El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos…] han estado presente de un modo tan amplio en el siglo XX, que la teología de hoy no puede pasar por alto este punto”. [19] [17] Frank M. Hasel, Presuposiciones en la Interpretación de las Sagradas Escrituras, Capítulo III, en Entender Las Sagradas Escrituras, ed. George W. Reid, 35. (Cursiva agregada). Grudem, Teología Sistemática, 145-146. La Realidad de la Deidad en el creyente: empezamos a conocer a Dios como nuestro Padre amante celesltial [Ro 8:15]; el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios [Ro 8:16], y llegamos a conocer a Jesucristo que vive en nuestros corazones [Ef 3:17; Fl 3:8,10; Cl 1:27; Jn 14:23]. La intensidad de esta conciencia en el creyente es tal que aunque no hayamos visto a nuestro Señor Jesucristo, en verdad le amamos [1 Pe 1:8]. [18] José Martínez, Fundamentos teológicos de la Fe Cristiana, , (Barcelona: Editorial Clie, Andamio, 2001), 44.
Posted on: Tue, 11 Jun 2013 11:19:59 +0000

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