La belleza de un carácter fuerte. Hace muchos años atrás, nació un niño en Rusia que se veÃa a sà mismo tan feo que estaba seguro que no habrÃa felicidad para él en la vida. Lamentaba el hecho de poseer una nariz grande, labios gruesos, pequeños ojos grises y grandes manos y pies. Su fealdad lo habÃa afectado tanto que le pidió a Dios que hiciese un milagro y lo transformase e un hombre apuesto. Hizo la promesa que si Dios le concedÃa eso, él le darÃa todo lo que poseÃa ahora y lo que irÃa a poseer en el futuro. Ese muchacho ruso era León Tolstói, uno de los escritores más famosos del mundo del siglo veinte, renombrado por su gloriosa La Guerra y la Paz. Tolstói admite en una de sus libros que con el correr de los años ha descubierto que la belleza de la apariencia fÃsica que una vez persiguió, no era la única belleza de la vida. Por cierto que no era la mejor belleza. En su lugar, Tolstói comenzó a considerar que la belleza de un carácter fuerte era considerada a los ojos de Dios como el bien más apreciado. Actualmente hay muchas personas que gastan enormes sumas de dinero en su apariencia fÃsica. El carácter, por el contrario, no es cuestión de dinero ni de apariencia. Es cuestión de hacer lo que está bien sin mirar el dinero y de defender lo justo sin mirar las apariencias. Su carácter se define por lo que es cuando está solo. Proverbios 11:3 La integridad de los rectos los guiará.
Posted on: Mon, 05 Aug 2013 04:23:06 +0000
© 2015