La naturaleza es femenina Por: Alexander Bonilla Durán Hoy que todo mundo habla de ecología, debemos recordar el papel de la mujer a favor de la conservación de la naturaleza, principalmente el de las feministas norteamericanas a partir del siglo XIX. Sobre el particular Carolyn Merchant ha realizado una interesante investigación. La naturaleza siempre ha sido femenina. Así desprende de los textos griegos y de la Edad Media. Para entender esta relación entre la naturaleza y la mujer hay que recordar que en el pasado el mundo era considerado como un ser viviente. Por ejemplo Platón en el Times los compara con un animal; Cicerón decía que el mundo “era un ser viviente y dotado de sabiduría, puesto que producía seres vivientes y dotados de sabiduría”. Aristóteles definía la materia como femenina y pasiva y según él, era necesario un poder masculino para darle forma. Así pues, por años a la Tierra se le tenía como un ser viviente. Por eso Plinio el Viejo en el siglo I después de Cristo llamaba a los mineros voladores, que penetraban en las entrañas de la Tierra y hacían una agresión biológica. Para este sabio los terremotos eran una respuesta de la naturaleza a las violaciones a la tierra. Entre 1500 – 1700 hay amplio desarrollo de la minería y la agricultura con lo cual se legitima la explotación de la naturaleza. Una obra clásica aparece en el siglo XVI del Alemán Georg. Bauer, Agrícola, que favorecía la antiecología. La mujer es desplazada y la naturaleza se queda sin madre. Los ecologístas, en esa época denunciaban las destrucciones provocadas por las exportaciones mineras. La obra “agrícola” legitimó a partir del siglo XVI la explotación irracional de la naturaleza. Con ello la consideración femenina de la naturaleza se desvirtuó. La naturaleza comenzó a ser contaminada, porque con la nueva sociedad comercial, industrial y científica, las mujeres vieron desplazados sus poderes. Surgió la teoría mecanicista donde la naturaleza se ve como una máquina, ya no como un organismo femenino. En la naturaleza todo es materia en movimiento y hay que aprovecharla al máximo. En estas épocas las mujeres eran vistas como seres intelectualmente inferiores, cuya “fábrica cerebral era fría y blanda”. Los hombres eran los representantes privilegiados de la razón. En el siglo XVII a la mujer se le consideraba un ser dominado por las pasiones, poco dotado para la investigación metódica. El hombre era el apto para comprender y dominar a la naturaleza gracias a su rigor y objetividad. De esta manera a la naturaleza se le compara con la mujer, pero en su carácter pasivo hecha para ser sometida y explotada. Por eso Carolina Mechan históricamente relaciona la explotación de la naturaleza con la explotación de la mujer. Serán entonces las mujeres las llamadas a rescatar la madre naturaleza? Tendrán más sensibilidad por la naturaleza las mujeres que los hombres?. Usted que qué cree?.
Posted on: Mon, 11 Nov 2013 12:52:48 +0000
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