Las aventuras de Bart Simpson. Parte cuatro. Ya era enero. Homer - TopicsExpress



          

Las aventuras de Bart Simpson. Parte cuatro. Ya era enero. Homer salía hastiado del trabajo y tampoco quería pasar por casa, por lo que fue derechito, como de costumbre, al bar de Moe. Moe era un tipo siniestro y asqueroso, pero a Homer le servía con que le diera cerveza a buen precio. Homer no tenía prisa y tampoco Moe, por lo que estuvo bebiendo hasta que cayó redondo al suelo,a eso de las ocho de la noche. Moe decidió llamar a casa de los Simpson para que le recogieran, ya que no podía conducir Homer y él estaba trabajando. -¿Sí? -Hola Lisa, soy Moe, ¿Está tu madre por ahí? -No Moe, y soy Bart. -Ah perdona, bueno pues es que tu padre está aquí que no se tiene en pie y por si le queríais recoger. -Vale Moe, ahora me acerco con mi hermana. -Hasta ahora. Bart avisó a su hermana, se pusieron el abrigo y se lanzaron a la calle a por su padre. -Vaya putada ir ahora a recoger al borracho, dijo Lisa. -Que se le va a hacer... murmuró Bart. Ahí estaba la lúgubre y maloliente taberna. Era peor que un albergue para yonkis. Bart se decidió a dar el primer paso y empujó la puerta, sosteniéndola para que su hermana Lisa entrara. -Hola chicos. Lisa y Bart siempre tuvieron un poquito de miedo de Moe, era un enfermo o eso creían ellos. Toda la vida solo nada más que metido en la taberna le había dejado un poco trastocado. Moe les sonreía de forma extraña, una mezcla entre maliciosa y triste. -Ahí esta vuestro padre, dijo Moe. Homer estaba tumbado en uno de los sofás que Moe tenía en la pared contraria a la barra y que nadie usaba nunca. Bart y Lisa reincorporaron a su padre sentándolo en el sofá, esperando a que se espabilara, estaba profundamente dormido. Moe se ausentó un momento, y cuando volvieron la vista sobre él estaba cerrando la puerta principal y la trasera con llave. Bart estaba más pendiente de Moe que de su padre, no sabía que tramaba y eso no era bueno. -Bueno Moe, ábrenos la puerta, que nos llevamos a mi padre, dijo Bart. -Bueno chicos, sois hermanos, y vuestro padre va a tardar en levantarse, ¿Qué os parece si charlamos de algo? -Nos gustaría Moe, pero si llega nuestra madre y ve que no estamos en casa se mosqueará. Lisa es rápida para estas cosas. -Bah, bobadas, venid, venid aquí, acercaos. Moe se sentó en la barra del bar, llena de ronchones de cerveza. Lisa y Bart se acercaron temerosos, y expectantes de lo que iba a acontecer. -Así que... sois hemanos, ¿Eh? -Pues sí, es lo que tiene ser hermanos, dijo Bart. -Bien bien, y os queréis mucho, ¿No?. -Tenemos nuestros momentos... sentenció Bart. Moe se incorporó frente a los dos hermanos y agarró a cada uno por un hombro, diciendo: -Pues no os veo muy cariñosos, ¿Por qué no le das un abrazo a tu hermana, Bart? Bart obedeció tranquilo. Mientras se abrazaban Moe se desabrochó el cinturón y se sacó el rabo. -Vamos, quiero veros más cariñosos niños. Hasta que yo no salga de aquí complacido no se va nadie. Daros un beso, venga. Lisa besa a Bart en la mejilla, nerviosa. -Ah, ah, lo quiero con lengua, vamos, no seáis tímidos, si estáis con el tito Moe. Lisa besó a Bart en la boca, y poco a poco los besos iban a más, metiéndose lengua, enrollándose como adolescentes que eran. Lisa dejaba colgando algunas babas de la boca de Bart y sus dos caras estaban empezando a pringarse de babas, ademas de los cuellos de las camisetas. Moe se estaba masturbando lentamente y disfrutaba enormemente de aquello. -Bueno chicos, quitáos la ropa, y Lisa quiero que le comas el culo a tu hermano, ¿Te ves capaz? -Eh... sí Moe. Bart se quitó los pantalones y los calzoncillos, después la camiseta, y por último las zapatillas. Lisa se quito el vestido rápidamente, y después se fue bajando las bragas poco a poco, ya que le quedaban justas, y apretaban la carne de su incipiente culo. Moe seguía deleitándose con aquello. Bart se puso a cuatro patas en el suelo, y lisa se tumbó tras él y comenzo a pasar la la lengua alrededor del ano. Bart se estaba empalmando de manera brutal y Lisa tenía los pezones bien duros. Después Lisa comenzó a besar el ano de Bart, y poco a poco introducía la lengua unos milímetros dentro de su ano. Moe les proporcionó un pepino de la cocina, y Lisa, tras mamarlo durante unos segundos y pasarlo rozando por su coño, lo introdujo poco a poco en el culo de Bart, haciéndole gritar mitad de dolor y mitad de placer. La polla de Bart estaba en todo su esplendor y Moe se arrodilló delante de Bart, introduciendo su pene en la boca del niño para sopresa de Bart. Bart nunca había tenido una polla en la boca y tampoco le desagradaba, comenzó a mamársela a Moe tratando de imitar a Lisa, mientras esta seguía masturbándole el ano con el pepino. Moe tenía una gran cara de satisfacción, y Bart se concentraba en su trabajo. Moe se siguió masturbando la polla mojada por la boca de Bart y Lisa no paraba con el pepino, hasta que Moe se tumbó bocarriba al lado de los hermanos y dijo: Lisa, ven, sube en esta. Lisa, obediente como una perra se dejó ensartar poco a poco en la polla de Moe, y Lisa no estaba acostumbrada a esas pollas, ya que todas las que había montado eran de chicos de su edad, más pequeñas. Bart se estaba pajeando viendo la escena y Homer seguía dormido. Lisa emitía pequeños gemiditos de placer, y Moe gruñía como un animal, y le dijo a Bart que montara a su hermanita por detrás. Bart lo hizo corriendo, y escupiendo un poco en su ano, comenzó a penetrar lentamente a su hermana, a cuatro patas encima de Moe, mientras este la daba pollazos demoledores. El trio estaba resultando delicioso y Moe disfrutaba del coño de Lisa tanto como Bart lo hizo con el de su tía Selma. Tras un par de minutos así, Bart se quitó de su posición y puso el pene en la boca de Moe, que lo apartó en un principio, pero luego acabo chupando. Moe lo hacía muy bruto y le clavaba los dientes a Bart, pero aún así Bart estaba casi en trance con aquella comida de polla. Luego Moe escupió la polla de la boca dejando saliva colgando y comenzo a succionar los huevos del chaval, y Lisa pasó a ocupar el puesto de Moe, chupándosela a Bart. Lisa ya no podía aguantar más la follada tan dura que estaba teniendo y se quitó. -¿Qué pasa Lisa, te hago daño? si es así dímelo pero no dejes de comerle la polla a tu hermano porque vaya faena le haces. -Me duele mucho, Moe, pero mucho el coño. Lisa se lo estaba acariciando y tapando con cara de dolor, Moe dejó de prestar atención a Lisa y siguió comiéndole los huevos a Bart, hasta que se hartó, se levantó y tras masturbarse unos treinta segundos agarró a Lisa del brazo y se corrió con gran esfuerzo sobre la cara de Lisa, que, sumisamente, se tragó el semen, para sorpresa de Moe, ya que eso no lo solían hacer las putas a las que recurría normalmente. Moe miró a Bart con sorpresa y dijo: -Ya, ya lo sé Moe, le gusta tragárselo, para ser mi hermana es bastante puta. Moe reía con Bart y Lisa les miraba con cara de vergüenza. -Bueno chicos, vestíos y lleváos a vuestro padre, algún día que queráis podéis pasaros por aquí. -Gracias Moe, dijo Bart. -Sí, gracias...Moe, dijo Lisa saboreando la corrida. Lisa y Bart dejaron a Homer en la cama durmiendo, y los dos fueron a la habitación de Lisa, Marge todavía estaba fuera. -Bueno, yo pensaba que Moe nos iba a rajar, pero al final hemos salido airosos... Bueno Lisa, a mí no me ha dado tiempo a correrme y después de haber penetrado ese jugoso culo no me irás a dejar con las ganas ¿Verdad, hermanita? Lisa, sin decir una palabra, se volvió a desvestir y apoyó su tronco sobre la cama, quedando el culo en pompa. Lisa miraba a Bart, que estaba quitándose los pantalones tan rápido como podía y mientras tanto Lisa movía el culo de lado a lado. -Pero que hermana tan fantástica tengo, dijo Bart. El hermano mayor comenzó a penetrar a la pequeña, que gemía muy rápido, mientras Bart se concentraba en penetrar de manera casi profesional a su hermanita. -Oooh Dios Bart, quiero correrme ya... Lisa quitó la polla de Bart de su culo y sin dejar de agarrarla se levantó y se tumbó boca arriba con las piernas al borde de la cama, y Bart casi de manera instintiva siguió embistiéndola. Lisa gozaba y llegaba a gritar, ya no le importaba nada su padre. Después Bart se agachó y comenzó a dedear rápidamente la vagina de su hermana, que temblaba de placer. Homer se levantó al oír gemidos y quejidos, y se asomó discretamente a la habitación de su querida hija y vió una escena que le volcó el corazón; su pequeña niñita estaba siendo masturbada por su hermano, su hijo. Prefirió no decir nada y quedarse observando la escena. Bart se masturbaba mientras hacía dedos a Lisa y ésta a su vez agarraba la sábana mientras chillaba. Lisa se empezó a correr soltando un chorro pontentísimo sobre el pecho de Bart, y este arrimó la boca rápidamente para recibir más de ese néctar. Bart saboreaba aquello y estaba a punto de correrse, su hermanita estaba temblando como un flan y sus piernas flaqueaban, pero con esfuerzo se incorporó de rodillas en el suelo masajeándose el coño mientras Bart se corría en su boca. A Lisa ya no le importaba la polla de Bart debido al intenso placer que sentía en la entrepierna. Homer, perplejo ante la escena, estaba embobado y con un bulto en el pantalón que le hacía excitarse más y por otra parte le repugnaba. Homer se sacó la polla y comenzó a pajearse tan rápido y fuerte que apenas duro un par de minutos y se acabó corriendo dentro del pantalón, produciendo un hedor a esperma que le resultaba familiar de cuando su mujer se tragaba el semen. Lisa se dejó la corrida en la cara, y Bart, cabreado, le inquirió: -Oye tía que yo me he metido tu corrida en la boca, no seas tan desconsiderada y por lo menos traga un poquito de la mía. Lisa se arrimó con los dedos el semen de nuevo y lo tragó. Homer corrió a la habitación ya que Bart se estaba yendo desnudo y con la polla todavía empalmada a su dormitorio. Lisa se quedó allí durante unos 4 minutos más, de rodillas, con cara de dolor, y las manos tapando su coñito.
Posted on: Wed, 04 Sep 2013 16:51:09 +0000

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