Leí un art. que no me agradó, es el - TopicsExpress



          

Leí un art. que no me agradó, es el siguiente: infocatolica/blog/meradefensa.php/1310181211-eppur-si-muove-lemg-comunion Y lo contesté: Estimado Eleuterio: No dispongo de posibilidades de publicar mis opiniones al respecto de la nota que publicaste sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar, pero aprovecho y te contesto desde mi óptica de divorciado vuelto a casar, que nació en Cristo hace 16 años. Tengo 61 años. Esto tal vez te diga algo. Por caminos que El Señor conoce mejor que yo mismo, comencé un proceso de encuentro con El y conversión, luego de haberme divorciado y unido civilmente nuevamente. Desde ese momento, participo de un movimiento arquidiocesano, que atiende la problemática de los DVAC, en un todo de acuerdo con la Familiaris Consortio art. 84. En estos 16 años de progreso espiritual de la mano de Cristo, he conocido y participado de la vida de centenares de parejas en esta situación. No significa esto que mi opinión tenga validez alguna, sino que he pensado mucho en ello y veo la mano de Dios mismo en todo este proceso que se viene dando referido a la comunión para los divorciados en nueva unión. Tampoco sé que diría Jesús, solo sé que en cada ocasión que le cupo, estuvo con los pobres de espíritu, con aquellos que flaquearon y cayeron. Estuvo con ellos, cenó con ellos, se hospedó con ellos y siempre mostró su preferencia. El vino para los pecadores, no para los justos si es que hay alguno que pueda llamarse así. Redimió a los que necesitaban redención. Entiendo también que lo que Dios ha unido no lo puede separar el hombre. Pero... ¿y si sucede? ....... ¿Qué hacemos con esos bautizados que cayeron, se encontraron con Dios, reconocieron su pecado, armaron otra familia, crían hijos que no les es fácil entender porque mama y papa no comulgan? Siempre me presenté ante El Señor con vergüenza por mis pecados, con arrepentimiento sincero. Todos los días pido perdón. Pero también todos los días siento Su Amor en mi vida. Mis comuniones espirituales son fructuosas y me dan mucho gozo. Había resignado interiormente mi pedido de recibir al Señor en su Cuerpo y en Su sangre. Pero... ¿Quién puede oponerse a que Dios mismo me visite sin pecar de soberbia? ¿Quién es tan santo y justo que puede decirle a Dios? ...¡No comulgues con ese pecador! Si es por faltas a la fidelidad, a Dios mismo, todos caemos todos los días y nos levantamos. Y El no se cansa de perdonarnos. Tampoco se cansa de perdonarte. Y tienes razón... el matrimonio instituido por Dios, hecho sacramento, debe ser hasta que la muerte los separe... pero la lectura en clave de misericordia, la que solo tiene por finalidad la salvación de nuestras almas, muestra una realidad que la Iglesia no puede dejar de ver, juzgar y actuar. Y no es de buen cristiano juzgar al otro. Dios mismo lo hará cuando El disponga. Y esto no es un problema dogmático, sino una disyuntiva pastoral, es un discernimiento que compete a nuestros pastores que deben decidir si siguen pastoreando a las 99 o se arriesgan a buscar a la perdida. Y no nos engañemos... en esa búsqueda caminarán por senderos inaccesibles, se rasgarán las vestiduras y más de uno se lastimará. Pero sigue siendo discernir que hacemos todos con esta situación. Seguimos como hasta ahora mirando la sed de eucaristía o acercamos el cáliz a los labios del sediento. No sé qué diría Dios. Solo me consuela que a mi viene con más frecuencia de lo que merezco, y mi sed que es intensa la ofrezco en cada comunión espiritual hasta que El Señor decida sobre ella. Mientras tanto los DVAC no hacemos exigencias, no hacemos planteos, no nos enfrentamos a la Iglesia. Solo deseamos y pedimos al que todo lo puede y que seguramente también deseará que yo esté en El como El en mí. En Cristo Aldo Vallejos vallejosaldo@gmail
Posted on: Fri, 18 Oct 2013 17:07:24 +0000

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