Lo que necesitan quienes estén elaborando y difundiendo los - TopicsExpress



          

Lo que necesitan quienes estén elaborando y difundiendo los pobres y obsesivos argumentos contra el proceso de paz con las Farc son más altas dosis de cinismo. No es cierto ni posible que, al desmovilizarse y obtener un espacio político negociado, avalado por una consulta popular, lleguen al poder, pero hay que decirlo para asustar a los incautos. No es cierto que Colombia dejaría de ser un “oligopolio diferenciado” y globalizado para convertirse en sede del “socialismo del siglo XXI”. El “modelo” que no llegó a ser modelo sino una variante del populismo autoritario está haciendo aguas, pero deben mostrarlo robusto para que la alarma sea más grande. Este es el fantasma que recorre el imaginario del uribismo. Hay que meter miedo repitiendo que en La Habana se está entregando el país a las guerrillas, que los Castro y Maduro llegarán triunfales con las Farc a la plaza de Bolívar y que Ortega dará al fin el zarpazo a nuestro archipiélago. No es cierto que todos aquellos que deseamos la paz negociada seamos simpatizantes de las guerrillas y el “terrorismo”. Preferimos, eso sí, verlas haciendo política en la democracia a sufrirlas dando bala y secuestrando, sirviendo de apéndice armado al narcotráfico, estimulando, por la lógica de la guerra, la perversión de las fuerzas militares del Estado. Sé que estos argumentos no tranquilizan a quienes nos atacan por desear que el proceso de La Habana desemboque en desmovilización de las guerrillas y en desactivación de uno de los dispositivos de la guerra. Si excombatientes de las guerrillas llegaren a hacer política (como liberales y conservadores, uribistas, ‘verdes’ o Polo), su futuro político dependerá de lo que decidamos las mayorías. El país que deseamos no pasa por el modelo que todo lo reduce a mercado ni por las superadas fórmulas del “centralismo democrático”, concebido para imponer “el control de los medios de producción”. Si se desactivan los fusibles de la guerra, se desactivarán los pretextos que ha dado la guerrilla para impedir la democratización razonable de la sociedad. ¡Miren cómo son las cosas! El comunismo que desapareció (los cubanos quieren salir lentamente de él, aceptando sus fracasos), el “socialismo” que Venezuela sostiene agujereando más el bolsillo del asistencialismo autoritario están sirviendo en Colombia para meter sustos en la propaganda contra el proceso de paz. En la película de terror que se nos proyecta, quieren vendernos la ficción futurista de ‘Iván Márquez’ trasteándose a la Casa de Nariño; de ‘Timochenko’ capitaneando las Fuerzas Militares; de ‘Granda’ dirigiendo las Relaciones Exteriores, de ‘París’ orientando la economía, de Tanja (el tulipán holandés de la guerrilla) oficiando de primera dama. El llamado Uribe Centro Democrático (sus siglas recuerdan al partido de Adolfo Suárez en la transición española hacia la democracia) meterá más miedo para sabotear las conversaciones de La Habana y fastidiar al Presidente. Uno no sabe si tanta rencorosa beligerancia es contra un proceso que ellos intentaron o contra un Santos por quien se sienten traicionados. Puede que nos resbale la querella del uribismo contra JMS y que nos irrite hasta el asco la gresca de primos hermanos que, tal vez, se miraron siempre con recelo. ¡Nunca se sabe! No puede resbalarnos la oportunidad de paz que, en medio de dificultades, retrocesos y lentos avances –incluida la fanfarronería ocasional de las Farc–, podría poner punto final a un conflicto de medio siglo. Óscar Collazos
Posted on: Fri, 04 Oct 2013 04:13:28 +0000

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