Los Conflictos Todos queremos ser respetados, aceptados y amados. - TopicsExpress



          

Los Conflictos Todos queremos ser respetados, aceptados y amados. En realidad, a nadie le gusta tener conflictos, ni ser atacados injustamente. Sin embargo, la realidad es que vivimos en un mundo donde hay dos fuerzas opuestas el bien y el mal, de modo que los conflictos no deben sorprendernos. El apóstol Pablo hablaba por experiencia propia cuando escribió a Timoteo que todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución (2 Ti 3.12). Jesús dijo claramente a sus discípulos: Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán (Jn 15.20). A menudo, cuando tratamos de obedecer la guía de Dios, enfrentamos persecución de parte de jefes, maestros, vecinos, compañeros, o incluso de hermanos de la iglesia. A veces, el origen del ataque pueden tomarnos por sorpresa: alguien que creíamos que era nuestro amigo de repente puede cambiar y convertirse en nuestro enemigo. Dios me ha enseñado cómo hacer frente a los conflictos. Considerar todo lo que se presente como algo que Dios va a usar con un propósito superior (Romanos 8.28). Esto evitará que usted se convierta en una persona resentida, hostil o vengativa. Si el Señor permite que algunas personas le hieran, véalas como un instrumento de Él, porque Dios tiene algo más grande en mente para bendecirle. El control no lo tienen esas personas, sino Dios. El quiere que sepas con claridad: Yo estoy creando todas las circunstancias para mi gloria, y para tu bien. Tendrás que confiar en mí. No pelees. No te defiendas. Sólo confía en mí. (Isaías 54.17) Ninguna arma forjada contra ti prosperará. Esto revela cuán malo es que las personas se odien. Mantener el enfoque en el Señor, pase lo que pase. Si no lo hace, reaccionará negativamente. Si usted permanece centrado en Dios, las cosas que Satanás utiliza para distraer su atención no tendrán el poder de paralizarle. Ya no escuchará las voces falsas o acusadoras a su alrededor. En (Isaías 41.10) Dios nos asegura: No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes. Satanás intensificará la oposición porque quiere que usted piense que la situación es peor de lo que es en realidad. (Proverbios 3.5) Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Confiar en el poder de Dios por completo. Los conflictos, la persecución y la guerra espiritual pueden consumir sus energías físicas, emocionales y espirituales. Usted se va a la cama pensando en ello. Sus enemigos saben que tiene debilidades, por lo que estarán pendientes de la primera y más pequeña señal de miedo. Cuando la vean, vendrán contra usted como un rebaño de ganado en estampida. Usted puede estar perfectamente en lo correcto, pero la presión puede hacer que dude del poder de Dios en su vida. Es allí cuando el enemigo comenzará a atormentarle, diciendo: Dios no va a protegerte. ¡Estás solo! Usted tiene que rechazar esa clase de pensamientos, y abrazarse al poder de Dios. Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne (Efesios 6.10-12). No dijo: Lancen un ataque contra sus enemigos, sino estad firmes. El Señor es el que libra la batalla; a usted le corresponde estar firme. Por supuesto, debe tener cuidado de no manipular las circunstancias. Pero si está realmente en el lugar donde Dios le ha llamado, entonces no se dé por vencido cueste lo que cueste. Confíe en que saldrá victorioso. Podemos confiar en que ganaremos todas las batallas que Dios permite en nuestras vidas, por su absoluta soberanía, no por nuestra fortaleza, sabiduría o experiencia. Porque Él es soberano y Él tiene todo en perfecto control. Si usted elige creer que es una víctima de las personas y de las circunstancias, está diciendo, en realidad, que ellas tienen más control sobre su vida que Dios. Pero si está caminando en obediencia con el Señor, todo lo que Él permite será, al final, para bien suyo y para gloria de Él (Romanos 8.28). Cuando Pablo escribió: "Somos más que vencedores", implicaba que cuando salimos de la batalla, tenemos más de lo que teníamos antes de entrar en ella (Romanos 8.37). Ahora tenemos una mayor comprensión de Dios, de su gracia y de sus caminos, sabiendo que nada puede alterar su omnipotencia, su sabiduría absoluta, o su amor. Cuando usted llega a esa conclusión, y la cree de verdad, se vuelve plenamente libre. Si cree que el Señor es soberano, y se ha consagrado a Él, por qué preocuparse, Nada podrá dañarnos, si Él no lo permite. Es por eso que podemos ganar, aunque el mundo piense que estamos derrotados. El mundo nos dice que manipulemos las circunstancias, o que huyamos. Pero nuestra responsabilidad es, obedecer y confiar en que nuestro soberano Padre celestial cuidará de nosotros.
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 04:23:58 +0000

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