Los tambores en la santería -----El culto religioso de la - TopicsExpress



          

Los tambores en la santería -----El culto religioso de la santería se realiza esencialmente alrededor de la danza y de los cantos. Según la naturaleza de la celebración, los percusionistas tocan determinados ritmos asociados a un orisha en particular mientras que los participantes entonan canciones que toman la forma de pregunta-respuesta, todo ello en un idioma llamado lucumí, que es una variante del yoruba hablado por los africanos que llegaron a las Américas como esclavos. Este ritual tiene como finalidad invocar a los orishas e invitarlos a tomar posesión de los sacerdotes et sacerdotisas iniciados en la santería. Los ritmos y los cantos de las religiones de los pueblos yoruba han dado lugar a numerosas formas de música afro-americana y afro-antillesa como el gospel, el blues, la salsa, el jazz negro americano y el jazz latino. Los instrumentos sagrados de los lucumís son los tambores Batás que se tocan con ocasión de ceremonias de iniciación, la presentación de los iniciados delante de los tambores, funerales, ceremonias en honor de los antepasados y ceremonias para consagrar los tambores Iyesas que no existen más que en Matanzas (Cuba). Otros estilos lucumís incluyen un conjunto de percusiones, los Abwes o Chekerés que se tocan en ceremonias rituales para celebrar un aniversario así como los tambores Bembé, de forma cilíndrica, que se tocan desde La Habana hasta el sur de Villa Clara y Cienfuegos. Los tambores Iyesas son reconocibles gracias a su particular estilo musical. Las percusiones Iyesas se tocan con bastones, generalmente son tres y puede añadirse una cuarta percusión durante ciertos toques o ceremonias. Se tocan por un solo lado, a diferencia de los tambores Batás, y la forma de tensar el tambor, los cánticos y los toques así como los dialectos que se emplean en los cantos son también diferentes. Las combinaciones rítmicas son más unificadas que durante las conversaciones entre los tambores Batás. El agogo, o campana para la danza, se utiliza para acompañar las percusiones. El último cabildo Iyesa en Cuba, se encuentra en la localidad de Matanzas y fue fundado en 1854 con el nombre de San Juan Bautista. Los tambores Batás, tienen forma de reloj de arena. Las dos membranas tienen tamaños diferentes: la más grande se llama Inu y la más pequeña Chacha. Se tocan con las manos por ambos lados, sujetando horizontalmente los tambores sobre las rodillas. Hay tres tambores de tamaños diferentes: el Iya que es el mayor (la madre), el Itótele que es el segundo y el Okónkolo. El gran tambor, Iya, lleva una hilera de cascabeles llamados chaworo. El sonido de la membrana se puede modificar pegando en el centro una resina. Además de estos tambores, también se utiliza un Acheré o güiro (maraca) en relación con el orisha en honor del cual se realiza el toque. Hay ciertos toques, como por ejemplo el oro del igbodú u oro seco, en que los tambores Batás tocan solos en honor de los orishas. Se trata de saludos de los tambores a los orishas en el momento de comenzar una ceremonia. Sin embargo, habitualmente las percusiones van acompañadas de cantos y danzas. Las fiestas en la santería sirven también para expresar la gratitud hacia alguno de los orishas. Hay también fiestas, llamadas bembé, durante las cuales no se deben tocar los tambores sagrados sino los güiros llamados Abwes o Chekerés. Hay un gran número de orishas y cada uno de ellos puede tener varios ritmos, cantos y danzas diferentes. Esas danzas pueden clasificarse como independientes (los bailarines se agrupan frente a los tambores y danzan de forma personal, sin relación los unos con otros) y colectivas (como el aro de Yemaya, en el que los bailarines se desplazan en sentido contrario a las agujas del reloj). Hay ceremonias que se llaman Wemilere en las que lo más importante son los tamborileros Batás (olubata) y el cantante solista (Akpwon) al que le responde el coro (Ankori). Los bailarines se colocan delante de los tambores, según sus niveles en la jerarquía de la santería. Las danzas en la santería son muy variadas y los movimientos más importantes son la ondulación de la espalda que se transmite desde los brazos hasta los dedos. Una aparente monotonía de pasos que esconde una gran riqueza de movimientos. Durante las ceremonias llamadas “tambores” se confeccionan altares cuidadosamente preparados para recibir las ofrendes en forma de comida que se realizan a los orishas. Los tambores en la santería (2) El pueblo yoruba originario de la parte occidental de Nigeria, desde sus inicios, orientó su adoración a las deidades a través de fiestas y cantos en su propia lengua. Cada uno de esos cantos es un rezo específico que invoca a una determinada deidad y sirve para agasajar a las espiritualidades del panteón afrocubano. Existen tres estilos de ritmo de tambor con diferentes funciones: Aberikolá, tambor para el muerto Wemilere o Güiro, tambor de festejo, no consagrado Batá Añá, tambor de fundamento, consagrado El tambor Aberikolá sólo se ofrece directamente al muerto o algún ancestro fallecido que lo solicite. En el tambor Aberikolá, las deidades vienen « llorando » mostrando su tristeza por la pérdida de determinado iworo. En este tambor los orishas no « hablan”, llegan, saludan y se despiden. Es habitual la presencia de Oyá en un tambor Aberikolá. Antes de la ceremonia en la que se tocarán los aberikolá, no se prepara ninguna comida para los músicos ni se realiza ningún sacrificio animal a los tambores, como suele hacerse en el caso de los Batá Añá. Los Aberikolá pueden fabricarse utilizando una gran variedad de materiales como láminas de madera ensartadas como un tonel o incluso con fibra de vidrio. A menudo se utilizan fijaciones metálicas para tensarlos, como es el caso de las congas. Pese a ello, a veces pueden fabricarse exactamente de la misma manera que los Batá Añá. El tambor Wemilere o Güiro se ofrece directamente a alguna deidad que lo solicite y sirve para depuración y diversión de los creyentes. El tambor Wemilere que algunos conocen como Güiro, es para diversión de los creyentes. Se usan tambores tradicionales no sacramentados. En este tipo de tambor, son las espiritualidades yorubas, las únicas que vienen a participar del festejo o celebración. El Wemilere nace en el signo Eyeunle Odi (8-7) del diloggun. El Tambor Batá Añá se ofrece directamente a alguna deidad que lo solicite y sirve como ebbó u ofrenda específica. Estos tambores tienen que estar consagrados y son utilizados únicamente por hombres iniciados para tal función llamados Omó Añá. Por tradición, los tamborileros deben estar iniciados aunque algunas familias religiosas recurren a individuos que solamente han realizado un ritual denominado: “lavar sus manos”. Los tambores Batá Añá son tres: uno grande, uno mediano y otro más pequeño. Los Batá Añá se fabrican vaciando el trono de un único árbol y son tensados utilizando correas de cuero o de cuerda. En el tambor Añá viven tres deidades que son reverenciadas con rituales específicos y nace en el signo del diloggún Odi Eyeunle (7-8). En estas ceremonias rítmicas participan los oloshas o iworos (iniciados), aunque se permite la participación de toda la comunidad de creyentes incluso si no están coronados. Los santeros bailarán delante del tambor (si es de fundamento) y los aleyos o no iniciados detrás de estos últimos. En estos rituales no se debe ofrecer bebida alcohólica alguna, a excepción de alguna deidad que lo solicite para su consumo personal. Generalmente, se debe tener preparado sheketé (bebida tradicional) para ofrecer a los aleyos si es necesario pero siempre después de finalizado el tambor. El sheketé es una bebida preparada con zumo de naranjas agrias, agua, azúcar morena y granos de maíz tostado. Se deja reposar durante 21 días a la sombra y ya está lista para ser consumida. Excepto en el caso del tambor Aberikolá, las deidades durante el toque del tambor vienen a disfrutar y ofrecen a su comunidad valiosos consejos y las deidades se manifiestan verbalmente en su propia lengua.
Posted on: Mon, 30 Sep 2013 02:25:38 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015