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MENSAJE DEL 26-11-2013 “PRUEBA DEL GENUINO BAUTIZO EN EL ESPIRITU SANTO” Comparte este Link: facebook/CAMBIATUVIDAYA.CON.JESUS La Biblia declara que los creyentes deben poner a prueba y sopesar todo lo que pretenda ser del Espíritu Santo. “Amados no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo (1 Jn 4:1). Hechos 10:44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 10:45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Los siguientes principios bíblicos son útiles para probar si es de Dios un bautismo que se asegura que es en el Espíritu Santo: 1) El genuino bautismo en el Espíritu Santo hará amar, exaltar y glorificar a Dios el Padre y al Señor Jesucristo más que antes. Es el Espíritu Santo quien hace que el amor a Dios aumente en el corazón. Por el contrario, no es de Dios ningún supuesto bautismo en el Espíritu que atrae las oraciones, el culto y la adoración a cualquier cosa o persona diferente de Dios y del Señor Jesucristo. 2) El genuino bautismo en el Espíritu Santo aumentará la conciencia de la relación con el Padre Celestial y la presencia de Cristo en la vida diaria y aumenta el sincero clamor de “¡Abba, Padre!”. A la inversa, no es Dios, ningún supuesto bautismo en el espíritu que no dé como resultado una comunión mayor y más intensa con Cristo y Dios el Padre. 3) El genuino bautismo en el Espíritu Santo producirá un mayor amor y aprecio por las escrituras. El Espíritu de verdad, que inspiró las Escrituras, hará más profundo el amor a la verdad de la Palabra de Dios. Al contrario, ningún supuesto bautismo en el Espíritu que disminuya el deseo de leer la palabra de Dios. 4) El genuino bautismo en el Espíritu Santo hará más profundo el amor a otros seguidores de Cristo y el interés de ellos. La comunicación y el compañerismo entre creyentes puede tener lugar solo en el Espíritu. Por el contrario, no es Dios ningún supuesto bautismo en el Espíritu que reduzca el amor a los que con sinceridad procuran seguir a Jesucristo como Señor y Salvador. 5) El genuino bautismo en el Espíritu Santo está condicionado por el apartarse del pecado y la obediencia fiel a Cristo; se mantendrá solo mientras continué la santificación por el Espíritu, para hacer morir las obras de la carne y ser “guiados por el Espíritu de Dios”. Por el contrario, no se puede atribuir al Espíritu Santo el origen de ningún supuesto bautismo en el Espíritu de una persona que no esté libre de pecado y viva según la carne; cualquier poder en esa persona proviene de otra fuente, que es la actividad engañosa de Satanás. 6) El genuino bautismo en el Espíritu Santo intensificará el desagrado con los deleites pecaminosos y los placeres impíos del mundo y disminuirá el afán egoísta del prestigio y las riquezas terrenales. Por el contrario, no es de Dios ningún supuesto bautismo en el Espíritu que aumente la aceptación de los métodos y filosofías del mundo, pues “no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios”. 7) El genuino bautismo en el Espíritu Santo dará mayor deseo y poder para testificar acerca de la obra salvadora del Señor Jesucristo. Por el contrario no es de Dios ningún supuesto bautismo en el Espíritu que no dé como resultado un deseo más intenso de ver a otros entrar en la relación salvadora con Cristo. 8) El genuino bautismo en el Espíritu Santo dispondrá con mayor grado al que no ha recibido a la obra del Espíritu en el reino de Dios. Debido a que el hablar en lenguas es la señal inicial eterna del Bautismo en el Espíritu Santo según se presenta en el libro de Hechos, también hará que esté más dispuesto a la manifestación de los dones del Espíritu, en particular el don de hablar en lenguas, que es presentado en Hechos 2:4,16-18; 4:29-30; 5:12-16; 6:8; 8:5-7;). Por el contrario, cualquier supuesto bautismo en el Espíritu que no produzca las manifestaciones del Espíritu en la vida, es una clara desviación de la experiencia de los creyentes del NT y la norma expuesta en el libro de Hechos. 9) El genuino bautismo en el Espíritu Santo dará más conciencia de la obra, la dirección y la presencia del Espíritu en la vida diaria. Después de recibir la plenitud del Espíritu, los creyentes del NT estaban siempre consientes de la presencia, del poder y de la dirección del Espíritu. Por el contrario, no es Dios ningún supuesto bautismo en el Espíritu que no aumente la conciencia de la presencia del Espíritu, fortalezca el deseo de obedecer su dirección y refuerce el objetivo de vivir en su presencia sin entristecerlo ni apagar su fuego (Ef 4:30; 1 Ts 5:19). ¿Cuándo / Cómo recibimos el Espíritu Santo? El apóstol Pablo enseñó claramente que nosotros recibimos al Espíritu Santo en el momento que creemos en Jesucristo como nuestro Salvador. 1 Corintios 12:13 declara, “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” Romanos 8:9 nos dice que si una persona no tiene el Espíritu Santo, no pertenece a Cristo. “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él.” Efesios 1:13-14 nos enseña que el Espíritu Santo es el sello de salvación para todos los que creen. “En Él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación y habiendo creído en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de Su gloria.” Estas tres Escrituras hacen claro que el Espíritu Santo se recibe al momento de la salvación. Pablo no podría decir que todos nosotros fuimos bautizados por un solo Espíritu y que a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu, si es que no todos los creyentes corintios tuvieran al Espíritu Santo. Romanos 8:9 es aún más fuerte. Si una persona no tiene el Espíritu, ésta no pertenece a Cristo. Por lo tanto, la posesión del Espíritu es un factor identificador de la posesión de la salvación. Más aún, el Espíritu Santo no podría ser el “sello de salvación” (Efesios 1:13-14) si Él no fuera recibido al momento de la salvación. Muchas Escrituras aseguran claramente que nuestra salvación es asegurada al momento de recibir a Cristo como Salvador. Esta discusión es controversial, porque los ministerios del Espíritu Santo con frecuencia son confundidos. El recibir y la permanencia del Espíritu en nosotros ocurren al momento de la salvación. La llenura del Espíritu Santo es un proceso paulatino en la vida cristiana. Mientras nosotros sostenemos que el bautismo del Espíritu también ocurre al momento de la salvación, algunos cristianos no coinciden. Esto algunas veces da como resultado que el bautismo del Espíritu sea confundido con el “recibir el Espíritu” y lo ven como un acto posterior a la salvación. En conclusión, ¿Cuándo recibimos al Espíritu Santo? El Espíritu Santo se convierte en nuestra posesión permanente al momento de creer. ¿Cómo sé cuál es mi don espiritual? No existe una fórmula mágica o examen espiritual que pueda decirnos exactamente cuáles son nuestros dones espirituales. El Espíritu Santo distribuye Sus dones de acuerdo a Su voluntad (1 Corintios 12:7-11). Al mismo tiempo, Dios no quiere que ignoremos la manera cómo Él desea que le sirvamos. El problema es que es muy fácil quedarnos atrapados en aquellos dones en los que buscamos servir a Dios, solo en el área en la que sentimos que tenemos el don espiritual. Y no es así como funcionan los dones del Espíritu. Dios nos llama a servirle con obediencia. Él nos equipará con cualquier don o dones que necesitemos para llevar a cabo la o las tareas a las que Él nos ha llamado. La identificación de nuestros dones espirituales puede llevarse a cabo de varias maneras. Las pruebas o análisis para detectarlos, aunque no son totalmente confiables, sí, pueden ayudarnos a entender dónde podrían estar nuestras dotes espirituales. La confirmación por parte de otros, también nos puede dar luz sobre nuestros dones espirituales. Con frecuencia otras personas que ven nuestro servicio al Señor, pueden identificar el uso de nuestro don espiritual, que tal vez nosotros no hayamos identificado o reconocido. La oración también es importante. La persona que sabe exactamente cómo hemos sido dotados espiritualmente es El Dador mismo – el Espíritu Santo. Podemos pedirle a Dios que nos muestre en qué área nos ha capacitado para darle un mejor uso a nuestros dones espirituales para Su gloria. Sí, Dios llama a algunos a ser maestros y les da el don de la enseñanza. Dios llama a otros a ser siervos y los bendice con el don de servicio. Sin embargo, el conocer específicamente nuestro don espiritual, no nos exenta de servir a Dios en áreas fuera de nuestros dones. ¿Es beneficioso saber cuál es o son los dones espirituales con que Dios nos ha dotado? Desde luego que lo es. ¿Está mal que nos enfoquemos demasiado en los dones espirituales, al punto de perder otras oportunidades de servir a Dios? ¡Sí! Si nos dedicamos a ser utilizados por Dios, Él nos equipará con los dones espirituales que necesitemos. COMPARTIR.- Te pido que nos sigas ayudando a dar a conocer esta página: facebook/CAMBIATUVIDAYA.CON.JESUS con todos tus amigos, compañeros, conocidos y vecinos. Mucha gente no ha encontrado la ayuda oportuna para conocer a Jesucristo; contamos contigo para salvar vidas con el poder de Dios.
Posted on: Tue, 26 Nov 2013 02:42:16 +0000

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