MIERCOLES 9 DE OCTUBRE Diálogo Político Por Manuel Sánchez de - TopicsExpress



          

MIERCOLES 9 DE OCTUBRE Diálogo Político Por Manuel Sánchez de la Madrid El negocio del escándalo Don Emilio Azcárraga Vidaurreta, empresario mexicano que nació para triunfar, después de incursionar en radiodifusoras, construyó en los Estudios Churubusco, en la década de los 40’s, el Canal 2 de televisión, asociado con Don Rómulo O’Farril Jr. En la década de los 50’s, después el Canal 4, el Canal 5 y fundaron Telesistema Mexicano. La imagen que proyectó fue de un hombre de empresa, emprendedor y próspero, no tengo en qué fincar la idea que tengo de él, de quien conozco muy poco, pero creo que fue un hombre que ajustó a sus empresas una línea de respeto, moral y bien cuidada. Su hijo, apodado “El Tigre”, Don Emilio Azcárraga Milmo, también fue hombre de empresa, fundó Televisa, casó en cuatro ocasiones y fue famoso como apasionado mujerie-go. Fue dueño de Univisión. Impulsó la televisión en todo el mundo de habla hispana, triunfó como dueño de empresas inmobiliarias, fue filántropo. Recibió el imperio su hijo Emilio Azcárraga Jean, que ha seguido los pasos de su abuelo y su padre, es empresario, uno de los hombres más ricos del mundo, también incansable fundador de empresas e ideas modernas en torno a la televisión y distrae tiempo impulsando cultura, fomentando el in-terés por superarse a los jóvenes y dirigiendo organizaciones con enorme sentido social. Hasta aquí muy bien, sin embargo, quienes dirigen e imponen las líneas de la pro-gramación de los canales de televisión del poderoso consorcio, especialmente el que más presencia tiene en todo el mundo de habla hispana, El Canal de las Estrellas, se actualizó con las barras de los “talk show”, recurso denigrante de atraer televidentes a los que mues-tran todo lo que de malo tiene el comportamiento de personajes de la sociedad mexicana, a quienes se paga por dirimir sus vergonzosas diferencias frente a las cámaras de televisión, creando un público de muy bajo nivel cultural, a quien nada bueno les deja conocer disputas entre mujeres abandonadas o explotadas por padrotes vulgares, todo ello sobrado de vulgaridad y gritos. Me refiero a la barra llamada “Laura”, que conduce una señora de origen peruano que pone en práctica recursos que llegan a la ofensa, la degradación y el exhibicionismo, que abusa de la ignorancia de los panelistas a los que lleva a su programa y al parecer les pone sueldo exigiéndoles que lloren, que se hagan reclamos y el público al que permiten presenciar los dramas que ahí se dan a conocer se contagia y grita ofendiendo al personaje del día que la hace de villano. México no ocupa de ese tipo de programas y tampoco la empresa que es un emporio próspero y creciente, que se salió de la línea que le marcaron los dos anteriores dueños Azcárraga. No soy un seguidor de la periodista Carmen Aristegui, pero la admiro, es valiente, congruente con su forma de pensar, es una profesional de lo que hace, poco la escucho en la radio o la veo en su barra de comentarios, pero es sin discusión un valor del periodismo en México. Ella -Carmen-, con toda razón, destacó en uno de sus programas, que la “Señorita Laura” había montado un escenario usando un helicóptero del Gobierno del Estado de México, todo para dar la impresión de que acudía exponiéndose a uno de los muchos luga-res golpeados por el huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”, que dejaron destro-zado a gran parte del territorio nacional y mataron a más de centenar y medio de mexicanos pobres. La peruana de origen se salió de control y le exige a la periodista formal y seria el derecho de réplica, la reta a que la invite a su programa y por lógica la señora Aristegui no lo hace y hace bien. Total, que para quienes nunca vemos el programa de la “Señorita Laura”, nos hemos enterado de que es delicada y no admite que la toquen. ¿Para qué quiere Televisa programas como el de esa señora? Es inexplicable. No lo entiendo.
Posted on: Wed, 09 Oct 2013 07:47:22 +0000

Trending Topics



Recently Viewed Topics




© 2015