MITOS DE LA ALIMENTACION Existan algunas creencias erróneas - TopicsExpress



          

MITOS DE LA ALIMENTACION Existan algunas creencias erróneas respecto del poder engordante o nutritivo de los alimentos, ideas sin fundamento científico que confunden y llevan a prácticas que no darán los resultados esperables. Podemos aclarar algunos conceptos básicos: * "El pan engorda". FALSO. Es la frase típica de quien se pone a dieta por su cuenta. También se dice que la pasta, el arroz, las legumbres o las papas engordan. Todos estos alimentos proporcionan hidratos de carbono, nutrientes que el organismo requiere en mayor cantidad y que deben cubrir entre el 50% y el 55% del total de calorías de la dieta. Existe la creencia errónea de que los hidratos de carbono engordan. Su valor calórico es de 4 calorías por gramo, como el de las proteínas, mientras que el de las grasas es de 9 calorías por gramo. A igual peso, las grasas aportan más calorías, es decir, los alimentos ricos en grasas son más calóricos que los alimentos ricos en hidratos de carbono. Y no nos engañemos: en muchos casos lo que aumenta las calorías del pan es el acompañamiento (manteca, mayonesa, embutidos, quesos, etc.), la mayoría alimentos ricos en grasas. Por otra parte, muchas veces se escucha "en casa no se compra pan, comemos galletitas". Las galletitas suelen tener grasas hidrogenadas o trans, que son perjudiciales para la salud, y no poseen tanto poder de saciedad. Todo depende siempre de la moderación en las porciones. * "Las bananas, los higos, las cerezas y las uvas engordan". FALSO. Estas frutas aportan más calorías por cada 100 gramos que otras como la manzana o la naranja, por lo que podemos consumir menos cantidad y el aporte de calorías será equivalente. Por 100 gramos: - banana: 85 cal - uvas: 65 cal - higos: 66 cal - cerezas: 60 cal - otras frutas: 30-50 cal * "Las frutas engordan si se comen de postre". FALSO. Las frutas aportan idénticas calorías antes o después de las comidas. Si se comen antes se aprovecha su poder de saciedad, ya que contienen fibra. El orden en que se ingieren los alimentos no influye en el total de calorías diarias, aunque sí puede afectar a la digestión de los mismos. * "El agua tomada en la comida engorda". FALSO. El agua no aporta energía, por lo tanto no engorda aunque se tome antes, durante o después de las comidas. Si se bebe antes de comer puede provocar sensación de saciedad y así evitar el consumo de otros alimentos. Tomar mucha agua durante las comidas puede hacer que la digestión sea más lenta debido a que se diluyen en ella los jugos gástricos. * "El agua tónica engorda menos que otras gaseosas". FALSO. A pesar de su sabor amargo, esa bebida contiene una cantidad de azúcar (unos 90 gramos por litro), que hay que tener en cuenta si se pretende incluir en una dieta hipocalórica. * "Los hidratos de carbono y las proteínas no se pueden combinar en la misma comida". FALSO. Prácticamente todos los alimentos son una mezcla de hidratos de carbono, proteínas y grasas, por lo que no resulta lógico separar unos alimentos de otros cuando su propia composición es una combinación compleja. El aparato digestivo del hombre está preparado para realizar la digestión de la más variada mezcla de alimentos. Sólo en determinadas circunstancias (por ejemplo, en caso de resistencia a la insulina), puede resultar más eficaz disociar el aporte de nutrientes en determinados momentos del día. No obstante, esta decisión corresponde al nutricionista, que la tomará tras un estudio dietético detallado que incluirá los análisis clínicos pertinentes. * "Los alimentos integrales no engordan". FALSO. Los alimentos integrales aportan más fibra que los refinados, pero, a igual peso, aportan las mismas calorías. Lo interesante de la fibra es que mejora el tránsito intestinal, contribuye a reducir los niveles de glucosa y colesterol de la sangre y previene enfermedades como el cáncer. Se aconseja incluir en la dieta productos integrales por estas razones, pero no como método para reducir calorías. * "El aceite de oliva no engorda". FALSO. El aceite de oliva, al igual que el resto de aceites, aporta 9 calorías por gramo, tanto si se consume crudo o cocinado, por lo que se debe moderar su consumo en caso de exceso de peso. Una cucharada sopera (20 gramos) de aceite (oliva, girasol, maíz…) aporta 180 caloría. Por eso, cuidado al aliñar ensaladas... * "Los alimentos light adelgazan". FALSO. Los alimentos light aportan menos cantidad de calorías que su equivalente normal si se toma la misma cantidad, pero eso no significa que adelgacen. Muchos productos light siguen siendo calóricos por su propia naturaleza, pues buena parte de sus ingredientes son grasas necesarias para su elaboración, para conferirles su sabor y textura. Ejemplos de esto son la mayonesa light, las patatas fritas light, la manteca light o el paté light, que deben consumirse con mucha moderación porque siguen siendo muy calóricos en comparación con otros alimentos no light. Si revisamos la etiqueta podemos comprobar que no todos los productos diet son tan light como parecen. La energía de los alimentos Muchas personas engloban los alimentos en dos grupos: los que engordan y los que no engordan. Esta clasificación simplista carece de fundamento nutricional y puede provocar que sigamos una dieta inadecuada. El organismo humano obtiene energía de los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), distribuidos de manera heterogénea en los alimentos. Nuestro cuerpo necesita energía para llevar a cabo las funciones vitales. Todos los alimentos excepto el agua aportan energía, salvo que se queden en el plato. Un alimento por sí solo no tiene capacidad de engordar o no engordar. El valor energético de un alimento concreto o de un plato está determinado por su contenido en macronutrientes y por la cantidad que la persona consuma a lo largo del día o habitualmente. Por eso, la clave es comer de todo en forma equilibrada y en las proporciones adecuadas.
Posted on: Fri, 30 Aug 2013 22:58:47 +0000

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