Mujeres Politicas y Politiqueras....:Qué decir de las mujeres - TopicsExpress



          

Mujeres Politicas y Politiqueras....:Qué decir de las mujeres políticas que han ganado lugares decisivos por sus propios méritos, y obviamente han tenido buenas y malas como sus colegas masculinos, pero se forjaron sus destinos políticos. Del otro lado del espectro axiológico está la cara negativa de la participación femenina en la política, sin que el disvalor sea atribuible a una cuestión de género, sino fundamentalmente al concepto arcaico, patrimonialista y dinástico que alguna dirigencia conserva todavía por formación o por desbocada ambición. Aquí hablamos, no ya de las mujeres políticas sino de las mujeres de los políticos. El radical Gerardo Zamora apareció en la Pcia. de Santiago del Estero, como aire renovador del feudal período juarista. Devenido a fanático K, con dos mandatos consecutivos de gobernador, logró una decisión vergonzosa de la justicia santiagueña que lo habilitó a un tercero a pesar que la Constitución provincial lo prohibía, decisión que fue virtualmente “tumbada” por la Corte Suprema. Que hizo el “renovador” Zamora, para eternizarse en el poder? Designó a su esposa como candidata a gobernadora, aun sin ésta tener los antecedentes y méritos para la candidatura. Lo que se dice un desvergonzado político que no hizo más que repetir, y superar, lo hecho por el caudillo Carlos Juárez, cuando nominó a su esposa “Nina” Aragonés como vicegobernadora. Lamentablemente, esta conducta de “consagrar” a sus esposas como candidatas en distintos puestos electivos, es un mal de antes y de ahora, que no hace más que devaluar la actividad política y crear una categoría la de esposa- en el ámbito de las instituciones que desmerece la seriedad con que se supone deben encararse los destinos de un país o de una provincia. No estamos hablando ya de la mujer política, sino de los políticos que imponen a sus mujeres aprovechando un circunstancial manejo del poder. Es como si el poder político fuere un patrimonio de la sociedad conyugal, trasmisible por lazo matrimonial. Así, con una noción “propietaria” del poder del estado, los maridos convierten a sus mujeres en “garantes” de su propia continuidad en el mando. En muchos casos, los experimentos resultaron desastrosos, aunque ello no se deba al género sino a la falta de capacidad y preparación. Baste recordar a Isabel Martínez, que accedió a la vicepresidencia por ser esposa de Juan Perón, y que en la sucesión protagonizó un gobierno desastroso que fue la antesala de la dictadura más sangrienta que se recuerde en estos lares.
Posted on: Wed, 06 Nov 2013 16:04:35 +0000

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