Nadie muere en la víspera Cuando era más joven no lograba - TopicsExpress



          

Nadie muere en la víspera Cuando era más joven no lograba entender muy bien el significado de esta frase,obviamente era la etapa que para mi la muerte era algo así como un hecho imposible,paso el tiempo y comprendí que justamente jamás podría " Morir en la Víspera de mi Muerte",obvió que es una cuestión de todos,hace un tiempo encontré este interesante comentario que les comparto. Nadie muere en la víspera. Borges el afamado escritor alguna vez habló del amor y sus vísperas. De cómo él iba a visitar a su novia y salía una hora antes de su casa, aún cuando el viaje le llevaba veinte minutos. Era sólo para ir despacio y saber que, de esa forma, ya estaba yendo. Siempre me gustó eso. Saramago también otro grande de las letras esgrimió alguna vez que la vida no es más que una acumulación de vísperas. Y es cierto. Dicen que el tiempo no existe. Que el ayer ya pasó, que el mañana nunca llega, y el ahora es tan efímero que muere en el mismo instante de nacer. Aún así, siempre disfruto de las vísperas. Uno de los mejores momentos de la vida es el instante justo antes de darle el primer beso a la persona amada. Es algo que no se va a repetir, nunca habrá otros "primeros besos". Es un momento lleno de incertidumbres, de nervios, y prejuicios. Pero es hermoso. También está ese sentimiento de que se disfruta más la víspera que el acontecimiento en sí. ¿Cuántas veces dijimos cosas como "Cómo voy a comer hoy" o "Cómo voy a dormir"? No sé si les pasa a todos, pero yo disfruto, generalmente, mucho más del desear comer mucho y rico o desear dormir 12 horas que hacerlo. Uno llega con tantas ansias al momento, luego de tanta víspera en espera, que se decepciona, porque uno en estos casos siempre sueña más. Distinto es en los encuentros amorosos. Uno ansía la cita, pero disfruta de ese anhelo. Y es entonces cuando empezamos a planificar, a hacer supuestos diálogos, a soñar con lo que puede pasar. Pero nunca se cumple, y suele ser mayor el gozo de una cita que el soñarla, quizá, porque lo lindo de estar con alguien más es que no sea predecible, y no responda justo lo que nosotros quedamos. En la víspera a una cita (y esto se incrementa si es la primera!) uno se prepara, trata de ponerse "lindo", trata de revisar cada detalle: que la ropa combine, que las flores no estén muy viejas, que el auto esté limpio, que el restorán que elijamos tenga el ambiente justo... La víspera es cruel, pero necesaria. Me viene también a la mente estar acostado en mi cama la noche anterior al primer día de clases. Y no sólo el primer día de Primer grado o Primer año: el primer día de escuela de cualquier año. No sé si es ahora que mi memoria está sugestionada o qué, pero me parece que en ningún otro día del año había tantos chicos con cara de sueño, por no haber dormido la noche anterior. La víspera es sueño, es incertidumbre, es anhelo. Tiene ese gustito de lo desconocido, o de lo conocido que vuelve. Tiene la sopresa de no saber qué regalo nos dejará Papá Noel, o de saber si sus labios son tan suaves como parecen. Yo no sé si Dios juega o no a los dados con el universo, pero si lo hace, seguro se queda sacudiendo el cubilete un rato, sólo por el hecho de no saber qué va a salir.
Posted on: Thu, 15 Aug 2013 11:35:48 +0000

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