No debe haber nada peor que una niña facha y yo lo fui, llegó la hora de admitirlo y pedir disculpas públicas: Agradezco a todos esos seres de luz que me aguantaron y me quisieron a pesar de mi ignorancia y mi desfachatez, nunca mejor dicho. No me cansaré de agradecer a todos esos hombres y mujeres benditos por la buena voluntad que me dejaron repetir como loro lo que escuchaba en mi casa, sin dejarme en ridículo -ni callarme cuando defendía a pinocho y otras barbaridades que prefiero olvidar- eso si, me instaron respetuosamente a formar un criterio propio. Con esto me refiero a mis profesores del San Felipe, a los padres de mis amigas de la infancia y a mis propias amigas de Coyhaique. Gracias a la vida lo que uno piensa a los 13 años no es para siempre y existen los libros, los maestros y la calle, que siempre enseña más que la academia, y uno aprende que la historia es constructo y nunca se termina de aprender. Hoy eso si, me aterraría pensar que el sentido crítico y la responsabilidad de esas propias ignorancias fueran ejercicios que sólo una parte de nuestra sociedad está dispuesta a hacer. ¿Qué actitud se debe tener frente a esos dirigentes de partidos políticos, empresarios de altas esferas, historiadores, finalmente padres y madres que reproducen el discurso de la odiosidad frente a sus hijos y un largo etc? A mí lo que defiende Hermógenes Perez de Arce en el Mercurio, o el profesor Gonzalo Rojas Sánchez en el mismo medio, me causa asco y rabia, porque a sus años son gente que debería pensar mejor que yo a mis 13. Como sociedad hemos avanzado progresivamente en materia de reconocimiento público y privado del horror y el terror de hace unos años y la violencia imperante del actual sistema. Frente a los que lo siguen negando ¿Qué actitud adoptar? ¿La paciencia que tuvieron conmigo esos profesores? Quizás no se pueda mucho más ni menos que eso.
Posted on: Wed, 25 Sep 2013 19:05:21 +0000
Trending Topics
Recently Viewed Topics
© 2015