No tengo miedo! El niñito dirigió su mirada a los ojos de su - TopicsExpress



          

No tengo miedo! El niñito dirigió su mirada a los ojos de su madre, y le dijo: "No tengo miedo. ¡Quiero acampar esta noche afuera con mis amigos!" Su madre accedió al pensar en la situación. El niño estaría en un patio cercado, y ella podría oír todo lo que él hiciera, y lo más probable es que estaría pendiente, para asegurarse de que él y sus amigos estarían libres de peligros. Y si llegaban a necesitar algo, podrían fácilmente entrar a la casa. Esto fue exactamente lo que sucedió. Como a las 2 de la madrugada, escuchó que la puerta de atrás se abrió y luego se cerró. Se levantó, tomó su bata de dormir, y bajó de prisa las escaleras para ver cómo estaba su hijo. Cuando encendió las luces de la cocina, vio a su hijo y a dos de sus mejores amigos teniendo en sus manos los sacos de dormir y una bolsa de galletas de chocolate hechas migajas. Al darse cuenta de su nerviosismo, preguntó: "¿Qué pasó, hijo?" "Hay algo afuera", respondió su hijo. "No sé qué es, pero nos gruñó. Pudimos oírlo en el patio. ¡Tal vez era un perro grande, un zorro furioso, o un oso inmenso!" Tratando de no sonreír al pensar en sus imaginarios enemigos, ella dijo: "¿Por qué, entonces, no se van a dormir al estudio, y en la mañana regresan a la carpa? Les prepararé desayuno cuando se despierten". El estado de ánimo del grupo se volvió más alegre de inmediato. Ella no se molestó en mencionar el hecho de que las posibilidades de encontrarse casualmente con un zorro o un oso eran muy pocas, especialmente porque vivían dentro de una ciudad muy poblada. El temor ataca sin avisar. Nos tienta a creer cosas que no sucederán, o que no pueden suceder, y nos deja sintiéndonos inútiles y sin esperanza. Cada día, somos bombardeados con palabras y mensajes que tienen la capacidad de provocar sentimientos de temor y turbación dentro de nosotros. Póngase a oír las noticias, y lo más probable es que escuche un deprimente informe sobre la economía y otros asuntos que generarán pánico en su corazón. A menudo, las agencias de noticias transmiten informaciones con el fin de crear una respuesta emocional en quienes las ven y las oyen, o que visitan sus sitios web. Para que más personas vean y oigan sus programas, llegan a ellas con mensajes que producen la mayor respuesta. Por lo tanto, si el fuego del temor funciona, se prende la llama. Desde una perspectiva terrenal, el futuro podrá parecerle a usted bastante sombrío, especialmente si decide analizar su situación sin tener fe en Jesucristo. La verdad es que, si hace esto, el temor le alcanzará y se apoderará de su corazón, diciéndole que sucederá lo peor, más allá de lo que usted es capaz de imaginar. Pero no crea en las mentiras del enemigo. Las noticias de todas las noches no pueden darle una imagen completa de la realidad, particularmente desde una perspectiva celestial. La verdad es que nada de lo que el enemigo le susurre estará basado en la realidad de la Palabra de Dios. Aunque estemos enfrentando momentos muy serios en la historia de nuestra nación, no estamos solos. Dios está con nosotros, y Él nunca deja de tener el control. El apóstol Pablo descubrió esto de una manera extraordinaria cuando atravesaba un período muy difícil en su ministerio. En algún momento, cerca del final de su segundo viaje misionero, estaba acampando fuera de la ciudad de Corinto. Había partido de Atenas para ir a Macedonia, pero allí pasó algo que casi hizo que Pablo diera un traspié en su fe. Los judíos se opusieron a sus enseñanzas, hasta el punto de blasfemar de ellas. Pablo estaba harto de su dura cerviz, y les dijo que ya no iría primeramente a los judíos, sino que predicaría el mensaje de Dios a los gentiles (Hch 18.5, 6). Pablo enfrentó siempre la oposición de los líderes judíos. En varias ocasiones, su vida fue amenazada. Estaba cansado, y probablemente se sentía solo y agotado emocionalmente —vulnerable al destructivo temor. Una noche, mientras se estaba quedando dormido, el Espíritu de Dios le habló, diciéndole: "No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad" (Hch 18.9, 10). Aquí lo vemos: uno de los más grandes apóstoles que han vivido, está luchando contra el temor. Pero en los versículos que siguen, no se menciona de nuevo. ¿Por qué razón? Porque Pablo cambió su enfoque. Se enfrentó cara a cara con la realidad de su temor, y decidió abandonarlo. ¿Fue esto algo que él pudo hacer solo? ¡Desde luego que no! No había manera de que él pudiera dejar la ansiedad que sentía, sin la seguridad que encontró en Jesucristo. Una vez que el Espíritu de Dios habló a su corazón, el asunto quedó resuelto, y Pablo supo que había sólo una cosa que hacer: terminar de hacer el trabajo que le había sido encomendado. El enemigo utiliza muchas cosas en su empeño por desviar nuestra atención y evitar que alcancemos nuestro máximo potencial. El temor es una de sus mejores armas. Por lo general, lo acompaña con palabras de desánimo y acusación: "No eres capaz de hacer eso"; "no has sido capacitado"; "¿qué pensará de ti la gente si fracasas?". En el caso de Pablo, Satanás quería atemorizarlo porque sabía que el éxito del apóstol lo llevaría a una completa derrota. La fiel promesa del Señor, dada en el momento preciso, fue todo el aliento que Pablo necesitaba para seguir predicando la verdad del evangelio
Posted on: Sun, 07 Jul 2013 20:28:30 +0000

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