... Noches previas había tenido la sensación de que algo extraño ocurría en mi casa, en la sala aparecían objetos que nunca había visto, camisas rasgadas, llenas de sangre, zapatos de piel sin par, también con sangre. En la cocina la comida amanecía como si un animal la hubiera comido -ha de ser un gato- pensé. Me debí haber quedado con ese pensamiento. Poco tiempo después de que noté esas rarezas enfermé de tos y gripe, volví a dar crédito a algo que pudiese explicar, el clima tal vez. Estuve con tos toda la semana, algo no muy normal en mi, no le tomé importancia. El lunes que empecé a enfermar tomé medidas más amplias, cerré mi ventana con el pasador, cerré las cortinas y bebí té caliente de Yerbabuena para que se calmara la infección. Desperté en la madrugada, eran al rededor de las 3 a.m., desperté con una fuerte calentura, estaba sudando frío del rostro y los brazos, bajo las cobijas era sudor caliente, parecía que estaba alucinando, ya que en el pequeño hueco libre que queda entre las cortinas pude ver un par de luces rojas, muy cerca una de otra, parecían un par de ojos observarme, cuando los vi fijamente se movieron del lugar y se fueron. Desperté en la mañana aún con fiebre, no le dí seguimiento, volví a beber té y unas pastillas para la infección, seguí mi día como si estuviera sano, hice los deberes que tenía que hacer, cumplí con todo lo previsto para el día. Volví a mi casa temprano así que puse una película para distraerme un poco. Me quedé dormido a la mitad del film y cuando desperté eran las 10:25 p.m. así que apague la T.V. y me dirigí a mi habitación a dormir. Me recosté y dormí tranquilamente, sin ninguna alteración durante la noche. Toda la semana fue lo mismo, calma y serenidad a la hora de dormir, exceptuando el viernes... El jueves en la noche bebí un poco de agua de frutas antes de dormir, hacía bastante calor para una noche y opté por beber algo a temperatura ambiente, no frío por mi malestar en la garganta, pero tampoco caliente por el clima. Fui a mi habitación e hice lo de costumbre, cerré la ventana y las cortinas, ya que a pesar de hacer bastante calor, el día era lluvioso, inclusive fue extraño, en la noche seguía lloviendo y hacía mucho calor. Me acosté y me quedé perdido en el mundo onírico, no supe nada de la realidad hasta altas horas de la madrugada... Eran al rededor de las 4 a.m., desperté apretado por algo, sentía el cuello muy apretado, un ataque intenso de tos se apoderó de mi, no podía respirar, un intenso olor a azufre rodeaba el ambiente, era un olor bastante penetrante, muy molesto e inquietante y al momento que pude abrir los ojos, llenos de lágrimas causadas por el azufre, vi ese par de ojos rojos que había visto fuera de mi ventana días previos. unos colmillos inmensos y babeantes con el molesto aliento de azufre, quedé totalmente paralizado, no podía moverme, sólo podía toser y toser... Esa cosa apretaba mi cuello cada vez más y más -voy a morir aquí- Pensé. Me resigné a morir aquel día, el sol salio y se filtraron por la ventana unos rayos que iluminaron parte de la habitación. Esa cosa no soportó la luz y salió huyendo por donde entró. Me levanté lo más rápido que pude de acuerdo a las posibilidades que tuve en ese momento. Me vi frente al espejo para revisar mi cuello y en él había marcados como si fueran dedos, sólo había cuatro marcas, dos de cada lado, en la parte lateral de la piel había huecos, no muy profundos, pero huecos que parecían de uñas de perro. Me pude ver los ojos por un momento y en ellos tenía quemados la figura oblicua de esos ojos rojos en la parte del iris. Hoy, que aún tengo muy marcado ese recuerdo duermo con la luz encendida y afuera de mi ventana dejo un poco de carne para esa cosa. Prefiero saber que esta afuera de mi dormitorio comiendo partes de animales a tenerlo en mi habitación intentando asesinarme... GoldLinked Garcilazo.
Posted on: Mon, 26 Aug 2013 06:38:38 +0000
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