OTRA HORA NOCTURNA DE REPARACION COMPLETA!!! Pedidle a vuestro - TopicsExpress



          

OTRA HORA NOCTURNA DE REPARACION COMPLETA!!! Pedidle a vuestro Santo Ángel de la Guarda que tome en sus manos el libro de oro de las Horas Nocturnas de Reparación y continúe reparando por vosotros mientras descansáis porque necesitáis recobrar fuerzas, porque los embates y combates que os esperan son muy fuertes. Por lo tanto necesitáis estar bien alimentados de la Palabra de Dios. Necesitáis estar bien alimentados del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Necesitáis estar en vida de gracia. Necesitáis estar radiantes como el sol o fulgurantes como la luna llena. Necesitáis caminar, aún, cansados; aún, levemente golpeados por las penurias y vicisitudes de vuestra vida. Pero muy pronto, amados míos, me veréis bajar del Cielo. Muy pronto, amados míos, podréis escuchar el sonar de las trompetas como aviso de la llegada de San Miguel Arcángel. Muy pronto se dará el triunfo de mi Inmaculado Corazón y el Reinado del Sagrado Corazón de Jesús. Hijos carísimos: no penséis más en las cosas del mundo. Pensad más bien en las delicias, en los deleites, en los gozos que os esperan en el Cielo. El Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes abrirá las puertas del Cielo para cada uno de sus soldados rasos que enfrentaron con valentía, con coraje: al espíritu engañador, al príncipe de las tinieblas. Las puertas estarán siempre abiertas para todos aquellos soldados rasos que vivieron en plenitud la palabra de Dios, para todos aquellos soldados rasos que añoraban habitar en una de las moradas de los Cielos. La salvación está al alcance de todos. Amados míos: el Ejército Victorioso de los Corazones Triunfantes está abierto para todos mis hijos. Hijos que desean salir victoriosos en la próxima guerra que está a punto de desatarse. Las huestes del mal guerrearán contra el Ejército del Cielo. No temáis: satanás siempre perderá, es el ejército de los perdedores. Vosotros formáis parte del Ejército de los Vencedores. Por eso, amados míos, hijos estimadísimos, a los cuales arropo bajo los pliegues de mi Sagrado Manto y os susurro en vuestros oídos: mimos, palabras de cariño que una buena madre suele decir a sus hijos. No sabréis lo que es la derrota, conoceréis la victoria y el triunfo sobre el pecado y sobre todo mal. Os dejo esta santa inquietud. Las Horas Nocturnas de Reparación servirán como alivio a nuestro sufrimiento, son medicina de Dios para nuestros Corazones heridos y traspasados y también será medicina de Dios para vuestros propios corazones. Os amo, mis hijos amados. Os registro en este mismo instante en el libro de vuestras vidas. Os amo y os bendigo: + + +. Amén. Coronilla del Amor En las cuentas del rosario: En las cuentas grandes: Sagrados Corazones de Jesús y de María: sed nuestro amor y salvación. En las cuentas pequeñas (10 veces): Jesús y María os amo. Salvad almas. Al final del rosario, repetir tres veces: Sagrados Corazones de Jesús y de María: haced que os ame cada vez más. 14. Reparad por las almas con espíritu de falsa piedad Noviembre 14/09 (2:45 p. m.) Jesús dice: Hijo carísimo: no os acostéis, aún, os falta cumplir con nuestro encuentro. Encuentro en el que nuestros corazones se fusionan sin cesar. Encuentro en el que sobran las palabras porque las miradas bastan. Encuentro en el que el tiempo no cuenta. Encuentro en el que os ejercitáis en la piedad a través de las horas nocturnas de reparación. Horas nocturnas que amainan mi dolor. Horas nocturnas que adelantan el Reinado de mi Sagrado Corazón. Horas nocturnas que anteceden a la Nueva Jerusalén. Horas nocturnas que disminuyen la justa cólera del Padre Eterno. Horas nocturnas que os hace radiantes porque los rayos de luz que brotan de mis Sagradas Llagas transverberan vuestro corazón. Horas nocturnas que os hace dóciles a la acción del Espíritu Santo. Espíritu que revolotea sobre el alma reparadora. Horas nocturnas que os une a la oración y a la alabanza de la Iglesia Triunfante. Horas nocturnas que son necesarias en estos últimos tiempos porque las creaturas, aún, no viven la Palabra de Dios; aún, no han iniciado su proceso de conversión. Reparad, hijo carísimo, por las almas con espíritu de falsa piedad; espíritu que les hace creer que son santas, salvas; espíritu que camufla sus pecados, sus debilidades; espíritu que las presenta como almas buenas, fervorosas; espíritu que las lleva a la hipocresía, a una doble vida; espíritu que les enmascara sus debilidades; espíritu que es rechazado en mi presencia. Reparad, hijo Carísimo, para que estas almas vivan el Evangelio, lleven una vida coherente con la Palabra. Reparad, hijo Carísimo, para que estas almas purifiquen sus corazones, corazones que habrán de quedar tan diáfanos como la luz del día. Reparad, hijo Carísimo, para que estas almas se quiten sus máscaras, se muestren tal como son e inicien un proceso de cambio en sus vidas. Reparad, hijo Carísimo, para que estas almas tengan un encuentro personal conmigo, para que dobleguen su voluntad a mi Santo Querer y sean honestas consigo mismas. Reparad, hijo Carísimo, para que estas almas con espíritu de falsa piedad sean liberadas, transformadas, restauradas, para que vivan la esencia de la religión, para que profundicen en la doctrina sana, para que beban de las fuentes fidedignas de las Sagradas Escrituras y sean rayitos de luz, de la luz potente de Dios. Noviembre 14/09 (3:15 p. m.) Alma Reparadora: Señor Jesús: sé que vuestro Divino Corazón sufre; es lacerado; cercado de espinas que os hacen derramar gotas de Sangre Preciosa. Sé que no recibís amor de todas las creaturas; que sois relegado; que pasáis a un segundo plano para muchos de sus hijos. Sé que os merecéis toda la adoración y la gloria porque sois Dios: Uno y Trino. Sé que estáis llamando a la humanidad a una vida de santidad porque a todos, queréis salvar. Sé que estáis formando un apostolado de reparación; apostolado que destruya a satanás con la oración y los sacrificios; apostolado que sean como antorchas de luz que iluminen el sendero de las almas que son ciegas de espíritu; apostolado que propague las horas nocturnas de reparación, para que vuestro Sagrado Corazón sufra menos, para que muchas almas se conviertan y vuelvan en busca de vuestros besos y abrazos. Señor Jesús: reparo en esta noche por las almas que están poseídas por un espíritu de falsa piedad. Quitad las costras de oscuridad de sus ojos, desvaneced las sombras que opacan vuestra luz, hacedlas reaccionar, bajar su mirada al corazón y descubrir sus yerros. Señor Jesús: reparo en esta noche por las almas que están poseídas por un espíritu de falsa piedad, bañadlas en los Ríos de la Gracia para que sus corazones queden tan blancos como un copo de nieve. Señor Jesús: reparo en esta noche por las almas que están poseídas por un espíritu de falsa piedad; concededles la gracia de reconocerse pecadoras, de comprender que aún son débiles, que todavía les falta mucho crecimiento espiritual. Señor Jesús: reparo en esta noche por las almas que están poseídas por un espíritu de falsa piedad, salpicad con vuestra Sangre Preciosa sus corazones y moved sus conciencias a una renovación interior. Señor Jesús: reparo en esta noche por las almas que están poseídas por un espíritu de falsa piedad; quemad en ellas sus defectos y llevadlas a profundizar en su vida cristiana. Señor Jesús: levanto mi corazón al Cielo para que os apiadéis de estas almas; haced que San Miguel Arcángel corte las cadenas que las aprisionan, que no las deja ser libres; haced que ellas mismas vean sus errores, su falsa religiosidad y os sumerjan en la Llaga de vuestro Sagrado Costado para que obtengan la claridad, la transparencia necesaria para ser vuestros discípulos. Oración Final Jesús mío, Amantísimo y Dulcísimo Salvador: permitidme que os ofrezca y que ofrezca por Vos al Padre Eterno, la Preciosísima Sangre y Agua salida de la herida abierta en Vuestro Divino Corazón en el árbol de la Cruz. Dignaos aplicar eficazmente esta Sangre y esta Agua a todas las almas, en particular a los pobres pecadores y a la mía. Purificad, regenerad, salvad a todos los hombres con el auxilio de vuestros méritos. Concedednos finalmente, oh Jesús, entrar en vuestro Amantísimo Corazón y habitar en él para siempre. Amén. Extractado del libro: En los umbrales de la Nueva Jerusalén, cap. II (Mensajes dados a Agustín del Divino Corazón, mensajero de los Sagrados Corazones Unidos y Traspasados de Jesús y de María).Santo.
Posted on: Fri, 23 Aug 2013 05:45:12 +0000

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