Oponerse al gobierno de Peña Nieto y al PRI no significa rechazar en automático cualquier cosa que venga de ellos nomás porque viene de ellos. La reforma fiscal que se está discutiendo ahora sí contiene varias disposiciones a las que deberíamos oponernos, de acuerdo, pero hay otras tantas (las más importantes) que son muy positivas desde el punto de vista de la equidad en la recaudación de impuestos. Y por si no lo saben o se los olvidó, equidad significa, en este caso, cobrar más a quien tiene más y cobrar menos a quien tiene menos. Teniendo en cuenta esto, es más que justa la eliminación del régimen de consolidación fiscal, una figura que ha servido para que quienes poseen un conjunto de empresas efectúen triquiñuelas de manera que puedan declararle pérdidas a empresas completamente sanas y de ese modo evadir impuestos. También es excelente que se empiece a cobrar IVA a las ganancias en la Bolsa de Valores, ese casino donde juegan los más ricos entre los ricos. ¿Y qué me dicen del impuesto a los refrescos? ¿No creen que es una buena medida para disuadir el consumo de estas bebidas, que en nuestro país llega a los mayores niveles en el mundo y ya se han convertido en un factor problemático para la salud de millones de mexicanos? Desgraciadamente, mucha gente se está dejando llevar por la demagogia barata de los empresarios ricos que van a resultar afectados y, en lugar de reflexionar qué es lo que realmente les perjudica o les beneficia de la reforma, les están haciendo el juego a ellos, quienes lo que quieren realmente es parar las medidas arriba mencionadas. Así, por ejemplo, se está explotando el sentimentalismo y la mucha ingenuidad de los amantes de los animales con aquello del impuesto al alimento para mascotas. ¿O sea que si ya no te alcanza para Whiskas o Pedigree, tu mascota se va a morir, porque es muy delicada y no puede comer otra cosa? ¡Por favor! Sin embargo, lo que se me está haciendo más lamentable de todo es el amplio rechazo que he visto a la propuesta de gravar con IVA las colegiaturas de las escuelas privadas. Carajo, ¡es una medida perfectamente justa! Me pasma ver cómo incluso gente que yo creía que tenía ideales de izquierda y de justicia económica y social se está oponiendo a esa medida, que es una de las más sensatas que contiene la reforma. Al menos quienes nos decimos de izquierda deberíamos estar completamente a favor de que los más pudientes, que son quienes inscriben a sus hijos en escuelas particulares, contribuyan más. ¿Qué, acaso eso no es justo? ¿O qué, ustedes ya se creen muy clase media alta, y piensan que sus hijos no merecen mezclarse con la "prole" sucia e infecta que estudia en las escuelas públicas? ¿Ya se tragaron el mito, ampliamente difundido y repetido hasta la saciedad, de que la educación pública es pésima en sí misma y que los maestros son unos "huevones" e ignorantes? ¡Ahora resulta que todos aspiran a ser chavos Ibero o Tec! No, pues sí... Y repito: lo único que están logrando es hacerle el juego a los empresarios que se verían afectados (como los dueños de las escuelas privadas, quienes lucran con un derecho universal como es la educación) y al PAN, que es el partido que los representa. Y gracias a eso, ya los diputados de todos los partidos (mafiosos al fin y al cabo), convocados por el PAN, se están poniendo de acuerdo para eliminar de la reforma el IVA a las colegiaturas. Por supuesto, a ellos también les conviene, porque, ¿a poco creen que los hijos de esos señores estudian en escuela pública?
Posted on: Fri, 13 Sep 2013 06:41:12 +0000
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