¿PUEDE UN CRISTIANO VOLVER ATRÁS? Hay un debate de los que dicen que sí y no. Dios sobre todas las cosas nos ama, pero también respeta nuestras decisiones. Si nos tuviera amarrados a Él, ya no sería amor. El amor no esclaviza, da libertad y confianza; en respuesta a ese amor se da fidelidad; y eso es lo que espera Dios de nosotros como respuesta a su amor. Él siempre nos espera con los brazos abiertos, sin juzgarnos por nuestro pasado. Nos acepta tal y como estamos. En el camino, el Espíritu Santo hará los cambios necesarios en nuestras vidas, si se lo permitimos. Juan 6:37 “Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí, y al que a mí viene, no lo echo fuera.” La Biblia nos enseña que cuando nos arrepentimos y por fe aceptamos la obra redentora de Jesús, quien nos cubre con su sangre, para el perdón de nuestros pecados, enseguida pasamos a tener un nuevo nacimiento en el espíritu, Somos una nueva criatura en Cristo (2ª Co.5:17). Esto nos lleva a que tenemos que empezar a crecer y la única forma de hacerlo es estando junto a Cristo, guardando los mandatos del Padre y compartiendo ese amor recibido. Debemos entonces llevar una vida que agrade a Dios porque fuimos comprados por la preciosa sangre de Cristo. 1ª Pedro 1:17-19 “Si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación, pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. Queda de parte de nosotros estar pegados al Padre y eso lo logramos mediante la comunión íntima con Él mediante la oración. Esta nos revela los mandatos del Padre para podamos permanecer en su amor cada día, haciendo su voluntad. También damos paso a que el Espíritu Santo pueda actuar en nosotros. Juan 15:5-10 “»Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, los echan en el fuego y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.” Pero ¿Qué pasa con los que quieren vivir un evangelio a su manera, lejos de lo establecido en la Biblia? Lamentablemente ocurre que aquellos que fueron cubiertos por la sangre de Cristo, por no querer someterse a la voluntad del Padre y vivir a su manera, complaciendo la carne antes que al Espíritu, amando más al mundo que a Dios; volvieron atrás. Dios no los separo, ellos decidieron su camino. Dios respecto su decisión. Ellos responderán por ella. 2ª Pedro 2:20-22 “Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su último estado viene a ser peor que el primero. Mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia que, después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado. Pero les ha acontecido lo que con verdad dice el proverbio: «El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno».” Dios es grande en su misericordia, pero cuidémonos en no agotarlas por nuestra necedad, contristando al Espíritu.
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 13:45:38 +0000
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