Papa Francisco Tras convertirse, un médico italiano le entregó al Papa los instrumentos con los que practicaba abortos Antonio Oriente, junto a su esposa María Carmela. 27/09/2013 - El médico italiano Antonio Salvatore Oriente, actual vicepresidente de la Asociación de Ginecólogos y Obstetras Católicos de su país, tuvo la oportunidad de saludar al Papa Francisco en Roma, a quien entregó los instrumentos quirúrgicos que usó durante años para practicar abortos. Oriente le contó al Santo Padre que, por mucho tiempo, practicó abortos por dinero. Provenía de una familia muy pobre y para él, de esa forma podía ascender socialmente. Su historia comenzó a cambiar tras su matrimonio con María Carmela, una pediatra que ama los niños. Pasaron los años y no podían concebir un hijo. Cada día al regresar a casa, Antonio encontraba a su esposa María Carmela llorando. Una noche decidió quedarse hasta tarde en su consultorio porque “estaba destruido y no podía volver así a mi hogar”. Aquella madrugada, una pareja de esposos llamó a la puerta de su consultorio pensando que ocurría un problema con el médico. La pareja escuchó su historia de dolor y lo invitaron a participar en un encuentro de oración para lograr algo de paz. “Desde entonces -afirmó Oriente- comencé a conocer a un Dios distinto al que conocía, porque anteriormente el cristianismo me parecía una obligación. Este Dios era misericordioso y me decía: ´Ábrete a mí, abandona todo tu sufrimiento`. Un día sentado ante el crucifijo escribí una carta al Señor, lo que yo llamo un testamento espiritual: -´Nunca más muerte hasta la muerte`. Me preguntaba: ´¿Qué clase de hijo soy yo que asesino a los hijos de los demás?` Desde ese momento, abandoné la cultura de la muerte y abracé la vida”. Oriente y su esposa comenzaron a llevar una vida de católicos comprometidos y poco tiempo después, tras varios años de intentos frustrados, María Carmela quedó embarazada. “Con este embarazo milagroso, el enfermo dejó de ser un trozo de carne para mí, se convirtió en un trozo de la carne del Cristo al que tenía el privilegio de tocar con mis manos, y desde ese día, dediqué totalmente mi vida a Cristo y a la lucha de la vida”, agregó. El 20 de septiembre pasado, Oriente pudo estar cerca del Papa Francisco en la audiencia privada que el Santo Padre concedió a los participantes de la Conferencia Internacional Mater Care que se celebró en Roma. Horas antes de tomar su vuelo a Roma, este médico italiano pasó por su consultorio y “como un robot” -según explica- se dirigió a la silla de los pacientes para mirar en su base. Encontró ahí una estampa del año 1999 de la Virgen de Luján, la patrona de Argentina. En ese instante, Oriente comprendió que debía tomar la imagen consigo y volar con más decisión que nunca hasta Roma. “Al llegar a la Sede de Pedro -cuenta Antonio- me encontré con un obispo, le dije que recorrí 800 kilómetros hasta llegar hasta allí y que traía conmigo las herramientas del aborto para deponerlas ante el Papa. La Virgen estuvo conmigo”. El médico atribuyó la imagen de la Virgen de Luján a una paciente argentina que hace muchos años debió dejarla allí. La mujer pedía un aborto, pero él la disuadió y hoy día “es profundamente feliz junto a su hijo”. En su encuentro fugaz con el Papa le dijo: “Santo Padre, yo ya no hago más abortos, estoy a favor de la vida, quisiera una bendición para los médicos que quieren formar un equipo sanitario a favor de la vida”. El ginecólogo le entregó en ese instante una bolsa con el material quirúrgico, a lo que el Papa Francisco le respondió:“Esta noche haré una oración. Esto lo tengo que llevar conmigo a mi habitación a Santa Marta”. Luego le impuso sus manos y le dijo: “Usted está bendecido y luche por la vida”.
Posted on: Sat, 28 Sep 2013 23:22:02 +0000
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