Para alegría de todos ganó Uruguay privilegiando al fútbol nacional tan arraigado a nuestra identidad. ¡¡¡Gooooooooooooool!!!” es, quizá, una de las palabras “más” deseadas por decirse en todo el mundo en un fin de semana, independientemente del idioma. Esto es el resultado que durante décadas el fútbol se ha convertido en el deporte-espectáculo más popular del planeta. Algo que no puedo pasar por alto es manifestar que el fútbol permite estudiarse en sí mismo y es como un “espejo” borroso de la sociedad .Es decir, como fenómeno sociocultural tiene su propia lógica de comprensión, pues envuelve identidades, tiene un ritual formalizado, a veces puede ser carnavalesco, casi religioso en su preparación , con hábitos simbólicos, y el jugador número doce, que no puede “faltar en la alineación” de cada partido. Al mismo tiempo, el fútbol hace posible observar los antagonismos nacionales, las fusiones culturales por una camiseta. Me ha contado un familiar (uruguayo, también isabelino) que trabaja en la ONU que estando en Irak por motivos de trabajo pudo ser testigo del campeonato de fútbol asiático del 2007, cuando Irak se llevó el título de campeón: kurdos, sunitas y chiítas compartieron la celebración y ondearon juntos la bandera iraquí por unas horas después del triunfo de su equipo, algo que ni la ONU pudo lograr. Además quien desconoce que hay deportistas que por serlo se les perdona todo o casi todo. Viene a mi memoria la afirmación de José Saramago “todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicios. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista; tienes que leer” .
Posted on: Thu, 11 Jul 2013 12:52:13 +0000
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