Pienso en el espacio vacío que nos deja la pérdida de un amigo como Rafael Orta Amaro, poeta, narrador e investigador literario, maestro incansable y promotor cultural por excelencia.Encabezó y coordinó por más de quince años la Tertulia y los talleres del grupo literario Silveste de Balboa en la Asociación Canaria de Cuba Leonor Pérez Cabrera, trabajo al que se entregó con amor y dedicación hasta sus últimos días. Aún recuerdo nuestro último encuentro en los Juegos florales, espacio que dedicó a mi querido e inolvidable padre espiritual Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, de quien aprendimos a amar la palabra y el valor de la ética en tiempos tan difíciles para los escritores y los hombres buenos. De él podría decirles muchas cosas, pero las palabras podrían trocarse en incredulidad.Hace seis meses calló la voz de este poeta batabanoense, el profesor de Español y amigo inseparable de Ana, mi hermana, quien hoy también va despidiéndose de la vida para partir hacia la eternidad. Por ella y por ti, aún después de tu naufragio, brotará la poesía sobre las aguas del mar, porque este maestro que hablaba con marcada emoción de Martí pasó por la vida con un trozo de maravilla que trocacaba en milagro el barro conque desnudaba alma y corazón, porque tú,Rafa, vives y vivirás en el amor inmenso de quienes no sabemos olvidar. Estarás aquí por siempre entre nosotros, en una parte inseparable de mi misma, porque los hombres como tú nacen para no morir jamás.
Posted on: Tue, 30 Jul 2013 17:24:33 +0000
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