Posicion 8 Solstice/Solstice ás bocados apetecibles para saciar - TopicsExpress

Posicion 8 Solstice/Solstice ás bocados apetecibles para saciar el hambre de los fans más zumbados del Metal huraño y salvaje, y en el menú de hoy tenemos carne de primera clase, pues vamos a hablar nada más nada menos que de los estadounidenses Solstice, una de las bandas insignias del movimiento Thrash/Death que se gesto a principios de los 90, y por supuesto que estaremos hablando de su disco debut el cual lleva el mismo nombre de la banda, uno de los mejores disco que vio la luz en aquel lejano 1992 en donde se cocían joyitas de similar envergadura como “Epidemic of Violence”, “Tapping the Vein”, “A Vision of Misery” entre otras. Un año devastador en todo el sentido de la palabra. Hablar del disco debut de Solstice no es del todo fácil, pues no estamos hablando de un disco cualquiera. Este disco debut cuenta con lo requerido por un disco de Thrash/Death pero elevado a la enésima potencia y más allá, y también cuenta con un plus extra, y ese es que tiene como principal artífice y capitán a uno de las hachas actuales de Cannibal Corpse, Rob Barrett. Dicho esto, la anécdota se hace cuanto menos curiosa haciendo que quizás a un fan de ultranza de la banda le pique la curiosidad y quiera escucharlo, pero la cosa no se queda simplemente en una anécdota curiosa, porque lo que tenemos aquí es un señor disco de cabo a rabo sin fisuras en donde se nos ofrece agresividad y técnica con una calidad difícil de describir, y por si esto fuera poco también nos enteramos que este disco fue grabado en los estudios Morrisound de Florida por la enorme leyenda viviente Scott Burns, haciendo que la ecuación nos de cómo resultado un disco imperdible si lo tuyo es el Metal Extremo de la vieja escuela. La portada ni para que decirlo, es brutal (Excelente la labor del legendario Ed Repka como siempre), pero las interminables razones para escuchar este disco no paran pues abriendo para nosotros llega “Transmogrified” la cual no se corta con intros ni demás arreglos, simplemente no hace esperar saltando directamente a nuestros tímpanos con una ira e intensidad hiriente. La producción como es de esperarse es aplastante, sin más ni menos. Las guitarras suenan afiladas y sus portadores no dejan de repartir riffs como si se les fuera la vida en ello, aunque uno de los puntos más destacables es la labor de Alex Márquez en la batería. El hombre es simplemente una bestia y pareciera que sufriera de un tic nervioso en las piernas ya que el doble pedal no deja de repicar a una velocidad deslumbrante la cual haría sudar frio a más de un baterista de la escena. El comienzo de “Cleased of Impurity” es aplastante. La manera en que se combinan las pesadas guitarras con ese lacerante doble pedal no deja títere con cabeza, pero no tarda mucho hasta que el ritmo cambia a uno más acelerado dejando que la orquesta de riffs caiga sobre nuestras cabezas cuales ladrillos. Como decía, el álbum combina agresividad y técnica a la par, y esto se hace bastante notable en un tema como este en donde la banda juega con distintos cambios de tiempos y riffs bastantes pulidos como el que empieza a partir del (01:04), aunque yo personalmente me quedo con esos breaks del (01:40) y (03:27) en donde la banda no nos revienta el cráneo de milagro. El solo tampoco pasa desapercibido, pues es elegante, técnico, pulido y bien ejecutado. Uno de los temas ganadoras del disco. “Eternal Waking” (Bastante Thrasher. atención al break del 01:48 y al solo) y “Survival Reaction” son trallazos de clase mundial para no dejar de alucinar. La labor de Rob Barrett en las voces es arrasadora, hiriente, fulminante y soberbia, ya que el hombre canta con una furia y una agresividad incontestable. Sienta la música, cree en lo que canta, toma aire y expulsa desde lo más profundo de sus entrañas esas letras de opresión, injusticia social y problemas que agobiaban a la sociedad americana en aquel entonces. El cover de “S.M.D (Suck My Dick)” es insultantemente bueno, pues no solo es fiel a su versión original, sino que la lleva a un nivel de agresividad y brutalidad que haría a Peter Steel orgulloso. Cabe destacar que en este tema es donde el bajo se hace más notable, y por supuesto, suena excelente y conciso imprimiéndole esa densidad y consistencia a la canción haciéndola sonar no solo de 10, sino de 100. “Netherworld” (Comienzo épico y desarrollo brutal y aplastante) y “Plastcized” (Una de mis personales favoritas del álbum junto a “Cleased of Impurity”) no desfallecen en su labor de aplastar nuestros tímpanos en una montaña de riffs y doble pedales que no cesan ni por un segundo. El gusto a Thrash Metal se mantiene latente a lo largo de los temas sin dejarnos indiferentes, aunque podría decirse que este disco esta más en los terrenos del Death Metal, sus furtivos y sorpresivos Blast-beats combinados a ese registro vocal de Rob Barrett hacen testimonio de este hecho, aunque el rango vocal de Barrett no sea gutural, pero aún así es más agresivo y lacerante que los estándares vocales del Thrash Metal. La verdad me pregunto el porque cojones no le dan una oportunidad en Cannibal Corpse como voz extra de fondo para acompañar a George Fisher. Misterios de la vida. "Catalysmic Ourburst" (como me gustan los nombres de los temas en este disco) cuenta con una excelente sección Thrasher que comienza en el (00:26), pero el tema no se queda ahí pues el festín de riffs se hace presente de nuevo para llevarnos de paseo a una letal y peligrosa montaña rusa de guitarreos afilados y aguerridos la cual no nos suelta hasta que el tema se acaba, pero antes de poder tomar una bocanada de aire llega “Aberration” para terminar de gestar la masacre y dejarnos hechos polvo, y así es efectivamente. El tema no se hace esperar y Alex Márquez nos masacra con una mini-sucesión de Blast-beats que mutan rápidamente a un ritmo acelerado y galopante que muta de nuevo a Blast-beats de tanto en cuando. Destacar un riff sobre otro es tarea prácticamente imposible, porque todos son jodidamente buenos, la labor de Rob Barrett es soberbia y podría decirse que es una de las mejores de toda su carrera (sino la mejor) aunque Dennis Munoz no se queda atrás marcándose riffs como todo un jefazo a la par de Rob. El frenazo del (02:24) es para hacer un Headbanging que llegue hasta debajo del subsuelo, porque es BRUTAL, al igual que el resto del disco. Un cierre perfecto para un álbum casi perfecto. Lo que tenemos aquí es una obra referencial y obligatoria para todo amante del Death con toques de Thrash Metal. Un disco que ha pasado algo desapercibido en la escena por razones –como siempre- desconocidas, pero que hoy rescatamos para ponerlo en su merecido lugar, responsando junto a los más grandes sin miedo a mirarlos de tú a tú, pues este disco es grande. Un epitafio de la agresividad, técnica y calidad, pues todo en este disco clama “calidad”, desde la instrumentación hasta los excelentes arreglos en la producción cortesía del maestro Scott Burns. Altamente recomendado. Puntuación Final: 9.5/10 SatanRebVoDKa