Primera regla Según yo hay cinco reglas para ser el hombre perfecto… ser apuesto, inteligente, caballeroso, comprensible y romántico. Siempre he pensado de esa manera, que algún día encontrare a esa persona que llene mis expectativas y me ame solo a mí. Parece inimaginable e incluso ridículo pero ¿Por qué no tener mi propio sueño de que alguna vez encontrare alguien así? Sigo esperando el momento en que lo encuentre, porque estoy segura que al verlo sabré que es el. —Tenten—me llama mi mejor amiga sacándome de mis pensamientos. —¿Qué sucede Sakura?—pregunto mientras recobro la compostura. —Deja de soñar despierta, la clase ha acabado, vamos por algo de comer—me sonríe y yo solo asiento con la cabeza. Haruno Sakura es mi mejor amiga desde que tenemos… siete año. Por alguna razón siempre terminamos en el mismo salón lo que me hace muy feliz. Actualmente cursamos el segundo de prepa en la Konoha school, una de las escuelas más prestigiadas de todo Tokio. Durante el camino nos encontramos con Hinata, otra buena amiga. Vamos caminando sin que nada nos distraiga hasta que algo capta la atención de la única pelirrosa del grupo. —¡Mira Tenten!—me grita de repente asustando tanto a Hinata como a mí. —Saku tranquila—le digo en tono calmado y entonces fijo mi mirada hasta donde ella ha apuntado… Es un chico, el más guapo que mis ojos han contemplado, alto y de piel nívea, de un buen cuerpo, yo diría muy buen cuerpo, cabellera negra como la noche acomodada de una manera bastante rara, pero que le queda bien y sus ojos… negros de un intenso color oscuros, nada que yo haya visto antes. Debo admitir que por un momento me perdí mirándolo fijamente, hasta que nuestras miradas se encontraron y yo desvié la mía avergonzada, aunque puedo casi jurar que vi una sonrisa arrogante, pero tal vez ha sido solo mi imaginación. —¡Tenten!—escuche la chillona voz de Sakura—¿me estas escuchando?—me cuestiono un poco molesta. —Eh… claro que si—respondí nerviosa. —Chi-chicas vamos al salón, es tar-tarde—nos hablo Hinata y dándole la razón caminamos hacia nuestra clase. Ya en el salón tome asiento en mi lugar, era junto a la ventana que daba a las canchas, junto a mí se posiciono Kiba, un compañero muy alegre, pero bastante mujeriego. La clase de literatura empezó al sonar el timbre, realmente no estaba interesada, la voz de Kurenai-sensei era tan suave y pacifica que realmente daba ganas de dormir. Comencé a jugar con todo lo que estaba a mi alcance, mi lapicero, mi libreta, hice algunos garabatos entre muchas cosas hasta que mire por la ventana y lo vi… No puedo creer que no me haya dado cuenta antes, hai estaba… era el chico que Sakura me había señalado hace un tiempo, en su uniforme de gimnasia, de verdad… ¿Cómo no me di cuenta antes? Comencé a verlo fijamente, el uniforme le marcaba muy bien el cuerpo, uno se podía dar cuenta del trabajo que el chico ponía en su físico, tenia brazos muy fuertes, como la camisa le quedaba pegada se podía notar un poco de su abdomen bien trabajado, tenía unas nalgas… ¡Oh por Dios Tenten! ¿Desde cuanto eres una maldita pervertida?, me regañe a mi misma sacudiendo mi cabeza tratando de alejar esos pensamientos de mi. Pero la verdad era que aquel muchacho era lo que podríamos definir como el sueño de muchas chicas… —¡Señorita Amma!—escuche la voz de mi sensei. —Etto… ¿Si?—pregunte viendo su expresión molesta. —Si la clase es tan aburrida, tal vez quisiera salir a practicar gimnasia—comento haciendo a todo el salón reír. —Lo siento—comente avergonzada y con un sonrojo en las mejillas. Pero es que realmente la clase aburría—prestare más atención—dije por ultimo. Kurenai siguió con la clase, voltee una vez más para verlo… aquel chico era realmente… apuesto.
Posted on: Tue, 13 Aug 2013 03:53:02 +0000
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