Quienes nacimos por allá de los 60’ y 70’ no tenemos permiso de no recordarte. Tu nombre es icónico, casi del mismo tamaño de otro gigante, pero él colombiano, de quien en esta ocasión no juzgo importante decir su nombre, además no quiero. Sin pretender hacer una apología de ti, de tu historia, sólo intento traer al presente algo de tus andares por la vida, así como tampoco pretendo juzgar tu modus operandi; este no es un ejercicio de moral aunque tampoco sé qué es, sólo que amanecí con ganas de escribir y tú, quizás seas mi pretexto. Anoche cuando Pepe Cárdenas habló de tu puesta en libertad no daba crédito, no por la fuente, de la cual soy fiel seguidora por su veracidad sino por la envergadura del hecho mismo de saberte libre; aunque haciendo un análisis de honestidad debo asumir que te tenía allá, en un rincón de mi memoria remota. En los 80’ hablar de ti era tema obligado, como lo creo será en fechas recientes. Naciste en Badiraguato, Sinaloa por ese hecho ya reunías uno de los requisitos para ser quien fuiste o ¿serás? tengo mis dudas, o tal vez, lo que sí es que tu origen determinó tu futuro; técnicamente analfabeta, cofundador de uno de primeros carteles en México, “El cartel de Guadalajara” con don Félix Gallardo y Don Neto, fuiste un visionario, desde esos años ya veías al narcotráfico como una “empresa” que en su época te dejó mucho dinero, incluso recuerdo claramente cómo se rumoró que estabas dispuesto a pagar nuestra deuda externa nacional si te permitieran “trabajar”. Se te inculpó del asesinato de Camarena, un ex agente de la DEA y las inconsistencias del caso te tienen desde hace unas horas fuera de Puente Grande, ya que te recluyeron luego de detenerte en 1985 en Costa Rica al lado de Sara, familiar de encumbrados políticos tapatíos y la otrora musa de Alex Lora. Rafael Caro Quintero, ya veremos qué te tiene deparada la vida o cómo es que te la construiste desde el encierro.
Posted on: Sat, 10 Aug 2013 13:41:26 +0000
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