Quiero hacer un homenaje a un ser humano que llegó a mi casa a trabajar una construcción un día y se volvió en la persona que nos ayudaba en todos los arreglos de la casa. Desde los trabajos más simples hasta electricidad, plomería y construcción. Ramón Polanco, un dominicano de esos fuera de serie y trabajador como pocos. ¡Le metía mano a cualquier tarea! Ramón, su muerte en un accidente de tránsito, nos sorprende y nos jamaquea. Nos hace recordar que no sabemos cuándo nos toca. Ya empezamos a extrañarlo, si teníamos planes para la semana que viene empezar a trabajar algunas cosas pendientes. Siempre nos decía que Nana y yo éramos especiales para usted y que lo llamáramos aunque no tuviéramos dinero. Recuerdo su preocupación porque Nana siempre estaba seria. Usted sabía que aquí se le apreciaba de verdad, Nana y yo… y todos los que le conocieron en esta casa. ¡Usted se va y es casi como sentirnos huérfanas! Ni hablar de los cuentos que hacía de cada cosa que le pasaba. Sin duda, lo extrañaremos.
Posted on: Mon, 30 Sep 2013 12:13:20 +0000
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